Por cada tres personas recluidas en cárceles uruguayas, hay dos afuera cumpliendo medidas alternativas a la prisión. Mientras la cantidad de presos va en aumento, el Ministerio del Interior busca mejorar la reputación y poner en marcha un nuevo sistema de control de sanciones que no se cumplen tras las rejas. Para ello, trabaja en el desarrollo y la implementación de una aplicación de celular que permite el reconocimiento biométrico del supervisado, por lo que vigilará a distancia mediante la identificación de rasgos físicos.

El control biométrico se ha expandido en el ámbito laboral -donde se utilizan huellas dactilares, reconocimiento facial o patrones de iris para que trabajadores marquen horarios de entrada y salida, o puedan acceder a determinada información o lugares-, pero también se implementa en sistemas netamente de seguridad. Las cámaras de identificación facial usadas en los ingresos a los estadios de fútbol son un ejemplo. En ese marco, Antel y la Dirección Nacional de Medidas Alternativas del Ministerio del Interior desarrollan la aplicación de reconocimiento biométrico, que promete optimizar la supervisión de quienes cumplen ciertas medidas judiciales.

El director nacional de Medidas Alternativas, Fabián Rosano, informó el viernes en la Comisión Permanente del Parlamento que la aplicación en cuestión “marcará un antes y un después en el seguimiento de las medidas alternativas”, puesto que sustituirá el control presencial que realizan policías que van en patrulleros al domicilio del supervisado.

Interior les dará a los vigilados un celular que tendrá solamente la mencionada aplicación. La persona controlada deberá sacarse una foto con el celular cuando el dispositivo se lo reclame, con el fin de ser identificada por medio de biometría. Al fotografiarse, el software registra en el mapa dónde se encuentra y la hora que es. “En caso de no responder, nos genera una alarma para que nosotros procedamos”, explicó Rosano a El País.

El director nacional de Medidas Alternativas destacó en el Parlamento los beneficios de esta tecnología: “Nos permitirá eficiencia y ahorro de recursos. Piensen que solamente en Montevideo tenemos todo el tiempo dos móviles funcionando con cuatro policías que están yendo domicilio por domicilio para que una persona firme una planilla para decir que está en su casa. Ahora con la nueva tecnología ese control va a subir, va a ser más eficiente, vamos a tener una mayor frecuencia de monitoreo, que será diario, una geolocalización y ubicación en tiempo real. Y obviamente, va a reducir las posibilidades de fraude por sustitución”.

En Uruguay hay 15.431 reclusos y 9.247 personas más con medidas alternativas a la prisión; de ellas, 1.255 están con arresto o prisión domiciliaria, mientras que las restantes 7.992 cumplen otro tipo de medidas, generalmente relacionadas con tareas comunitarias.

Interior controla con planillas el cumplimiento de 826 medidas alternativas a la prisión a nivel nacional. Rosano espera que desde marzo más de 500 personas que están en esta condición puedan ser supervisadas con la aplicación. “Seguramente arranquemos por la zona metropolitana: Montevideo, San José y Canelones”, dijo a El País.

El jerarca considera que un mejor control de las medidas alternativas llevará a que los actores del sistema judicial confíen más en estas herramientas y recurran a ellas con mayor frecuencia. “En el caso de una transgresión, vamos a tener una alerta inmediata, que permitirá que cualquier unidad operativa pueda concurrir a ese domicilio para evitar la transgresión o fuga del arresto o prisión domiciliaria”, explicó, y aclaró que “la supervisión será configurable para los casos de riesgo”, por lo que, según el perfil del supervisado, se podrá “ampliar o minimizar la frecuencia del monitoreo”.