CONSUMO Y REINCIDENCIA

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Las adicciones son el “talón de Aquiles” del Ministerio del Interior, así lo definió el propio ministro Luis Alberto Heber, durante una entrevista con El País. El jerarca manifestó su preocupación por la reincidencia criminal producto de las adicciones, y lo planteó como un círculo vicioso: la persona delinque por su estado de adicción, luego en prisión continúa consumiendo -por toda la distribución interna que existe-, y cuando egresa vuelve a delinquir para poder comprar la droga.

Por este motivo, Heber se reunirá el próximo jueves 7 de abril con el médico Henry Cohen, quien era uno de los coordinadores del Grupo de Asesoramiento Científico Honorario (GACH) que asistió al gobierno durante la pandemia del covid-19, para así abordar la problemática de adicciones que según el ministro del Interior es de carácter “urgente”.

El comisionado parlamentario para el sistema carcelario, Juan Miguel Petit, dijo a El País que “hay una vinculación muy fuerte entre el delito y la adicción”. Señaló que es de “vital importancia” que el sistema penitenciario actúe como “filtro”, es decir como “una plataforma de rehabilitación y de reintegración” del preso.

Si bien el comisionado consideró que a Uruguay le falta un “largo camino” por recorrer en esta materia, opinó que la clave para atacar las adicciones en cárceles es que la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y la Dirección Nacional de Sanidad Policial “puedan desplegarse con mayor fuerza” dentro de los propios establecimientos. “A veces hay grupos terapéuticos y seguimiento de casos, pero se requieren más recursos humanos, más atención y más asistencia a las personas”, indicó Petit sobre la realidad.

El asesor en materia carcelaria determinó que las adicciones requieren “intervenciones específicas” que pueden ser muy variadas y entre ellas enumeró: la reducción de daño, el tratamiento psicológico y tratamiento grupal (por ejemplo la modalidad de narcóticos anónimos). “Lo importante es que existan”, enfatizó.

Finalmente, Petit explicó que son tres los pilares para abarcar la problemática de adicciones: el tratamiento adentro de la cárcel, así como de las personas que tienen medidas alternativas (son aproximadamente 10.000 en esa situación por cometer delitos leves) y también de las personas liberadas. Sostiene que es necesario “seguir el hilo” y para ello “se deben integrar a los municipios, los organismos barriales, la sociedad civil y organizaciones especializadas”.

Otra tarea pendiente, que genera debate, es la creación de un Ministerio de Justicia que se encargaría de la gestión del sistema penitenciario. Durante la entrevista con El País, Heber señaló: “Soy partidario, aunque creo que es inoportuno hablar de la creación de un ministerio porque implica algún gasto”.

Sin embargo, aseguró que este nuevo ministerio -que se integraría al Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) y a la Comisión de los Derechos Humanos- sería “muy beneficioso”. En ese sentido, indicó que su cartera tiene dos funciones: la prevención y represión del delito, que es su tarea esencial, y luego la rehabilitación de los reclusos. Y en este sentido expresó: “Si se creara este nuevo ministerio, Interior podría dedicar todo su esfuerzo solo al combate del delito”.

Heber aseguró que “la amplia mayoría de los países del mundo” han optado por la opción de crear el Ministerio de Justicia. Para Petit, la gestión de la privación de libertad requiere de “innovación”. Según dijo, el organismo que se encargue de esta tarea debe tener capacidad de financiamiento, mayor autonomía, fuerza y posibilidad de aplicar sus planes.

Además de la problemática de adicciones vinculada a la reincidencia de delitos, otra de las cuestiones de “carácter urgente” que tiene el Ministerio del Interior en carpeta es el hacinamiento en cárceles. En esta línea, el ministro del Interior Luis Alberto Heber explicó a El País que el Contrato de Construcción Carcelario (CCC) permitirá edificar tres módulos más en el Penal de Libertad.

El ministro señaló que, de las 14.000 personas privadas de libertad, hay 4.000 recluidas en el exComcar, y de esos 2.000 se encuentran en condiciones de hacinamiento.

A su vez, hay problemas similares las cárceles de Las Rosas (Maldonado), así como en establecimientos penitenciarios de Canelones, Soriano y Salto.

Con respecto a las responsabilidades de esta situación que afecta a varios departamentos, Heber no dudó en señalar a la gestión de los últimos 15 años de gobiernos de izquierda. “El hacinamiento es una horrible herencia del Frente Amplio que fue abanderado en la defensa de los Derechos Humanos y los violó sistemáticamente en las cárceles”, aseguró el ministro en un tono crítico.