Redacción El País
La posible venta de marihuana a extranjeros ha sido motivo de debate recurrente en el mapa político nacional, y la discusión se renueva cada vez que se acerca una nueva temporada de verano, la época en la que más turistas llegan al país. Es que se presume que son muchos los extranjeros que, estando en Uruguay, desean fumar cannabis, pero como la venta en farmacias está prohibida para quienes no sean ciudadanos uruguayos ni tengan residencia permanente en el país, terminan en el mercado negro. Y, precisamente, desde un inicio uno de los objetivos centrales de la ley de regulación y control del cannabis, de 2013, era quitarle este mercado al narcotráfico.
En este contexto es que ingresó hace más de un año al Parlamento un proyecto de ley del diputado del Frente Amplio Eduardo Antonini, por el que “las personas no residentes que se encuentren legalmente dentro del territorio” podrán acceder, “durante el tiempo que dure su estadía, a los mecanismos de expendio de cannabis y sus derivados para consumo personal” que ya están previstos en la ley madre.
Y a su vez este anteproyecto, que se titula “Turismo cannábico”, propone en su segundo artículo que “los emprendimientos turísticos que se encuentren acreditados ante el Ministerio de Turismo podrán asociarse con los clubes de membresía”, conocidos como clubes cannábicos, o incluso “contar con ellos dentro de sus instalaciones” para facilitar el acceso de los turistas a la marihuana.
La venta de marihuana a extranjeros es algo en lo que están de acuerdo varias autoridades de gobierno, entre ellas el secretario nacional de Drogas y presidente del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca), Daniel Radío, que ha promovido la discusión en reiteradas ocasiones.
En diálogo con El País, el ministro de Turismo, Tabaré Viera, dijo estar en desacuerdo con la nomenclatura de “turismo cannábico” porque “no debería ser un producto turístico”, pero sí afirmó que “a los extranjeros que puedan estar en Uruguay debería correrles la misma reglamentación” que a los uruguayos.
“De lo contrario, si viene un consumidor visitante y no puede comprar, probablemente recurra al mercado negro, que es lo que se quiere evitar”, expresó. En este aspecto, pidió que los visitantes extranjeros “tengan los mismos derechos y obligaciones que tienen los uruguayos”, con su debido registro y el tope máximo de gramos.
A su vez, consultado al respecto, consideró que “sería bueno” que el proyecto fuera aprobado antes de que inicie la temporada turística, “pero los tiempos parlamentarios los manejan los parlamentarios”.
Mientras, la comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, que es la encargada de discutir este proyecto, se reunió una sola vez en lo que va del año, y pese a que ha convocado a autoridades para debatir al respecto, la iniciativa no avanzó.
Antonini reconoció a El País que el proyecto “en este momento está como trancado en la comisión” por los otros dos integrantes, la diputada del Partido Nacional Alexandra Inzaurralde y el de Cabildo Abierto Wilman Caballero, que no son proclives a su aprobación.
Con respecto a Cabildo Abierto, es conocida la postura del partido de Guido Manini Ríos contraria a la ley de control y regulación del cannabis -a la que se pliega Caballero, según confirmó a El País-, pero Antonini lamentó la postura contraria de la diputada nacionalista, “una legisladora que está en contra de absolutamente todo” lo relativo a la marihuana. Entonces, su idea es “buscar los acuerdos políticos por fuera de la comisión”, en un diálogo ampliado con legisladores de la coalición de gobierno.
En diálogo con El País, Inzaurralde dijo que primero es necesario analizar cómo ha sido el proceso desde la aprobación de la ley de 2013. “Hay informaciones que a mí personalmente me están faltando que creo que es importante profundizar”, dijo y se preguntó qué se ha hecho desde el punto de vista preventivo, principalmente con los jóvenes. También cuestionó que los menores de edad “quedan por fuera de la regulación”. “Creo que vale la pena preguntarse muchas cosas antes de avanzar en ese escenario”, expresó.
Pero, más allá de eso, la legisladora afirmó no estar de acuerdo con la idea de promover la venta de cannabis a turistas. “Por ahí alentás un determinado sector del turismo y desalentás otros”, dijo. Apuntó que “el humo de marihuana es muy invasivo y no está asociado a determinados eventos en particular”, como otras drogas, lo que podría provocar incomodidad en diversos espacios públicos. En este sentido, cuestionó “el tenor economicista” del proyecto y lanzó: “Uruguay tiene otras cosas mucho más importantes para vender”.