Redacción El País
Mientras en el equipo de Álvaro Delgado han marcado bases programáticas claras en cuanto a las medidas que deberían tomarse para combatir el delito a partir del 1° de marzo del año próximo, desde filas de Yamandú Orsi han señalado que luego de las internas recién se bajarían a tierra ideas, muchas de ellas basadas en lo que marca el programa de la fuerza política. En tanto, ambos han coincidido en la necesidad de un ataque más frontal al narcotráfico.

En la campaña de Delgado, que propone una continuidad de la administración Luis Lacalle Pou, se defiende el llamado enfoque dual, que ha marcado a todo este período, en el que se combinan represión y prevención de delito. En tanto, en el programa del Frente Amplio la prevención se maneja como el principal pilar, junto con la “descriminalización de la pobreza” y la “desprisionalización”. También se enfoca en la “recuperación de la presencia del Estado”, sobre todo en algunos barrios.

Luis Calabria, exsubsecretario del Ministerio del Interior a cargo de las bases programáticas en materia de seguridad del Delgado, dijo semanas atrás en una entrevista con El País que al asumir el actual gobierno “hubo que reconstruir una cantidad de cosas”, y que “el cambio fundamental fue en la orientación filosófica”, pues “ya no se teme a reprimir el delito”.

Foto: Estefanía Leal

En este sentido, de aquí en más se busca construir nuevas políticas con esta base, sobre todo para desmontar el negocio del narcotráfico. La base de las propuestas de Delgado está en el modelo multifuerza contra las mafias que se utiliza en Italia, adaptándola al combate del narcotráfico. En este sentido se busca ir contra el lavado de activos, para desmembrar las bandas atacando su negocio.

Orsi, en tanto, ha dicho que Uruguay “se cae a pedazos” en materia de seguridad, y semanas atrás en entrevista con El País sostuvo que su plan es abrir una mesa de diálogo para conseguir acuerdos que marquen las políticas por un lapso de 15 años. “Hay que pensar en criterios más profesionales y definir una política criminal. Eso implica sentarse a acordar algunos puntos”, sostuvo.