en primera persona
La noche del miércoles, José Morgade se molestó por unas preguntas al presidente Tabaré Vázquez.
Miércoles, a la hora en que los informativos centrales de televisión están en vivo. El presidente Tabaré Vázquez se retira de la inauguración de un espacio educativo en La Teja, donde una vez fue el cine del Club Progreso.
Saluda a unos niños y luego responde la consulta de un adolescente sobre su parecer de la nueva obra. Un metro más adelante, camino a su auto, lo esperan otros jóvenes deseosos de que el mandatario les firme una bandera. Hasta ahí todo iba pautado tal cual estaba previsto en el guión protocolar y sin que los periodistas u2014en su derecho a informar, y entre los que me incluyou2014 le pudieran hacer una sola pregunta.
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En ese momento, Vázquez pasa al lado mío y me dirijo a él. Me refiero a la inauguración del centro y le planteo que esto no cambia el ADN de la educación. "¿Está pensando en un cambio más profundo?", le consulto.
Vázquez ríe, no me responde, y sigue de largo apurado por el gerente general de Daecpu, José "Gato" Morgade. Intento otra pregunta referente a la polémica por la contratación de Fernando Vilar para la cadena nacional. También sin respuesta. Y es ahí que el murguista me empieza a recriminar: u201c¿A quién le estás haciendo un mandado?u201d. Frase repetida si las hay. Se me acerca, me pecha, critica hasta que otro asistente lo saca del lugar.
Hasta ahí, un trago amargo. Un intento de callar al periodista por el solo hecho de preguntar, de hacer periodismo. Pero la cosa no termina ahí. Un fotógrafo de Presidencia comienza a sacarme fotos en la cara, como si fuera un delincuente.
Busco a uno de los responsables de comunicación de Presidencia y le advierto de la situación. Me explica que Morgade "no es parte" del gobierno y que no vio al fotógrafo que me tomó las fotos.
En una democracia el periodismo es un bien supremo, una necesidad de contralor del poder y un derecho del ciudadano a informarse. El intento de callar a un periodista "metiéndole el peso" ojalá sea solo una anécdota.