POLÍTICA REGIONAL
Las autoridades brasileñas decidieron suspender -de forma sorpresiva- la reunión fijada para el 17 de diciembre en Brasilia.
Es que las autoridades brasileñas decidieron suspender -de forma sorpresiva- la reunión fijada para el 17 de diciembre en Brasilia. Los presidentes de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay se preparaban para el primer encuentro presencial tras la salida de la pandemia. Sin embargo, diferentes enredos políticos bilaterales llevaron a la cancelación del acto bajo argumentos sanitarios, ante la amenaza de la nueva variante de coronavirus Ómicron.
Pero, ¿cuál es el verdadero trasfondo de la cancelación de la cumbre presencial? Ómicron es una realidad en Brasil. Sin embargo, se sabe que para Bolsonaro el coronavirus no ha sido un asunto de temer. De hecho en febrero de 2021, cuando se reunió con Lacalle, el mandatario brasileño -y la mayoría de sus asesores- eligió no protegerse con tapabocas, en momentos en que la pandemia sí era una amenaza más potente a nivel mundial.
Lo cierto es que hubo razones políticas que llevaron al gobierno de Bolsonaro a tomar la decisión de suspender el encuentro presencial.
Brasil atraviesa un nuevo escenario electoral de cara a las nacionales de octubre de 2022. El expresidente Luiz Inacio Lula Da Silva aparece como el principal desafiante de Bolsonaro, y las últimas encuestas de opinión pública lo colocan como un ganador seguro en la instancia de segunda vuelta.
El instituto Datafolha informó en setiembre pasado que Lula triunfaría ante Bolsonaro en el posible balotaje por 56% contra 31%.
El mandatario brasileño y el argentino Fernández no han atravesado buenos momentos de relacionamiento. Por eso desde las cancillerías de ambos países han trabajado en los últimos meses para limar las diferencias y poder concretar la tan postergada foto entre los dos presidentes.
El periódico O Globo informó que el gobierno de Fernández envió a Brasil al secretario de Asuntos Estratégicos de la Casa Rosada, Gustavo Beliz, uno de los principales asesores del jefe de Estado argentino. Beliz fue recibido la semana pasada por el presidente Bolsonaro y el ministro de Economía Paulo Guedes, entre otros. En esa instancia el ambiente fue de extrema cordialidad.
El escenario para la reconciliación entre ambos presidentes estaba allanado.
Sin embargo, las autoridades brasileñas se enteraron ayer de que habría un encuentro previo a la cumbre del Mercosur, entre el argentino Fernández y Lula en Buenos Aires. Al “abrazo” simbólico de estas figuras de la izquierda sudamericana, previsto para hoy, también se sumaría el uruguayo José Mujica, según supo El País.
Lula recibirá una condecoración del gobierno argentino, y junto a Mujica participarán de los actos de aniversario por el retorno de la democracia en ese país.
Esto generó molestia en el entorno de Bolsonaro, y de forma repentina la cancillería brasileña emitió un breve comunicado informando del cambio de sistema para la Cumbre de Jefes de Estado. Ahora los presidentes de los cuatro países se reunirán con el tema del arancel externo y la flexibilización sobre la mesa, pero nuevamente será mediante una videoconferencia.
Lula y los derechos humanos
El expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva -procesado por corrupción y luego absuelto de la misma causa- recibirá el Premio Azucena Villalor, entregado a los defensores de los derechos humanos. La condecoración fue creada en 2003 por el expresidente argentino Néstor Kirchner, fallecido en 2010.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) participará también del acto del Día de los Derechos Humanos y el Día de la Democracia el viernes 10, cuando acompañará al jefe de Estado argentino y a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En Buenos Aires Lula también será homenajeado por “su lucha contra el Lawfare, el abuso de la Justicia para alcanzar objetivos políticos e ilegítimos”, dice un comunicado difundido por la agencia argentina Telam.
En su gira por la capital argentina se reunirá con el expresidente uruguayo José Mujica.
El pase de la presidencia
Brasil, por ocupar la presidencia pro tempore del Mercosur, es el encargado de organizar la cumbre. El paso de mando sigue un orden alfabético, por lo que el presidente Jair Bolsonaro le entregará el mando al paraguayo Mario Abdo Benítez. A mediados de 2022 se haría la primera Cumbre de Jefes de Estado de manera presencial. Allí será Uruguay el que reciba el mando.