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Por Raúl Santopietro
"No me vayas a decir nada del parquet, ¿eh?”. El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva, se rió y entró a la casa tras la advertencia hecha por su anfitrión, el exmandatario José Mujica.
Ambos “hermanos”, como se consideran, ya llevaban un buen rato conversando entre sandwiches, agua y cerveza en una mesa afuera donde estaban también la exvicepresidenta Lucía Topolansky; el titular del Pit-Cnt, Marcelo Abdala; el presidente y la vice del Frente Amplio, Fernando Pereira y Verónica Piñeiro, respectivamente; el intendente de Canelones, Yamandú Orsi; el ministro de Economía brasileño, Fernando Haddad; el excanciller de ese país y asesor de Lula, Celso Amorim, entre otros.
Y es que pese a que la visita protocolar del jefe de Estado brasileño del pasado miércoles inició con una reunión y posterior almuerzo con el presidente Luis Lacalle Pou, un homenaje en la Intendencia de Montevideo -donde Carolina Cosse le entregó un reconocimiento ante un centenar de militantes que acudieron a la explanada municipal- para Lula visitar a Mujica, y hacerlo en la chacra de Rincón del Cerro, era una parada obligada.
De hecho, a varios presentes en la reunión que se dio en la chacra del expresidente sobre las 17:00 horas, a quienes consultó El País, les llamó la atención el rol activo del fotógrafo de la comitiva brasileña buscando registrar cada momento con el mejor ángulo: la charla en el exterior, el ingreso a la casa, el intercambio dentro, el paseo en el fusca.
También el saludo al llegar, que quedó registrado en un video que luego divulgó en sus redes sociales Lula, y donde Mujica le lanzó su primera advertencia: “En qué lío te has metido”, le dijo luego de abrazarlo. Algo que, ya sin el tono de broma, el ahora presidente de Brasil por tercera vez le reconoció ya que dijo que al asumir tras el mandato de Jair Bolsonaro encontró “un país destruido”, en especial ”en salud y educación”.
Pese a esto, Mujica celebró su triunfo electoral. No solo por el hecho de que el Partido de los Trabajadores vuelva a gobernar sino porque, en su opinión, que Lula dirija Brasil es un buen augurio para “unificar” a la región y con ello “lograr acuerdos continentales”.
“Menos mal que saliste presidente porque sino no existimos en el mundo”, le dijo el expresidente uruguayo, aludiendo a que durante la administración de Bolsonaro la integración regional no había sido una de sus prioridades. Y en ese sentido, continuó con su reflexión manifestando cuál considera debería ser la postura de los gobiernos ante los empresarios trasnacionales.
“No podemos hacer la guerra entre nosotros. No puede ser a quien se baja más los pantalones cuando vienen inversiones desde afuera”, dijo el líder del Movimiento de Participación Popular (MPP).
En este sentido, Lula se hizo eco del planteo y, según consignó el semanario Búsqueda el pasado jueves, el presidente de Brasil manifestó que buscará instalar “un proceso de liderazgo regional” y que para ello iniciará una serie de reuniones con líderes a nivel mundial.
Durante el encuentro Mujica le planteó su punto de vista en relación a la propuesta de Brasil y Argentina de crear un Banco Central Común entre los países del Mercosur y que tenga una moneda igual para todos sus miembros.
“Tenemos que hacer cosas para los humanos, no para los economistas”, dijo el líder del MPP y agregó que antes de “las grandes cosas” es necesario “un nombre, una bandera, un himno” porque, en su opinión los humanos son “mitológicos” y requieren de que “las ideas” se conviertan en “símbolos”. “No hacer una moneda”, remarcó.
La reunión fue una instancia también para que Mujica le dejara algunos “pedidos” a Lula, según informaron asistentes. Uno de ellos fue generar el contacto entre el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, Fernando Pache, que tiene intenciones de hablar con autoridades del Ministerio de Industrias brasileño. En ese momento Orsi, que tiene relación ya que se conoce con Pache por la instalación de un polo logístico sobre la ruta 101 en el departamento de Canelones, sacó un papel, revisó su celular y le anotó el teléfono del empresario. Luego se lo entregó a Amorim.
Otro de los planteos de Mujica apuntó a la situación de la sequía que afecta a ambos países y que llevó a que el gobierno decretara la emergencia agropecuaria y la extendiera hasta abril.
—¿Tu sos creyente, no? —le preguntó Mujica mientras le apoyaba la mano en la rodilla derecha a Lula.
—Sim, sou —le respondió el presidente brasileño.
—Bueno, entonces hacé que llueva, hermano. Yo soy amigo del Papa y todo, pero no tengo suerte.
En otros pasajes de la charla, de acuerdo al relato de presentes, Mujica y Topolansky le presentaron a Abdala, recordando que al igual que Lula su experiencia laboral lo vinculó al sector metalúrgico. Ante la atenta mirada del líder brasileño, que se escuchaba la interpretación hecha por la traductora sentada detrás suyo, Abdala hizo un breve repaso de los avances que había tenido esa industria durante anteriores administraciones de Lula.
El presidente del Pit-Cnt le recordó que el movimiento sindical se manifestó cuando Lula fue llevado a prisión en rechazo a la resolución judicial. Y aprovechó la instancia para llamar a que desde Brasil se respalde la integración regional desde el trabajo, apoyándose en organismos regionales que ya existen a nivel de la educación y los sindicatos.
Por su parte, el mandatario del vecino país hizo referencia a la situación del movimiento sindical en Brasil, sobre el cual Lula mostró su preocupación por “el nivel de fragmentación” que existe.
Luego Mujica lo invitó a entrar a su casa, de donde después partirían a dar una breve vuelta en su fusca celeste, que se convertiría en la foto de varias portadas internacionales al día siguiente.
El presidente brasileño quiso saber dónde estaban los cultivos y el líder del MPP llevó a mostrarle de lejos lo que cosechaba.
En ese momento, el intendente de Canelones conversó durante unos 20 minutos con Haddad, que estará al frente de la economía del gigante sudamericano. Uno de los temas sobre el que intercambiaron fue la reforma tributaria, una apuesta que tiene el gobierno de Brasil y que, según la aspiración de sus autoridades, si logran implementarla les dará “tranquilidad por los próximos cuatro años”.
“Si resolvemos la reforma tributaria, que soy optimista de que lo podamos hacer, tenemos el presupuesto cubierto”, transmitió el ministro de Economía brasileño.
Unas dos horas después, finalizó la reunión. Con el mate que le obsequió Abdala y una decena de discos que le regaló el artista Mario Carrero -integrante del dúo Larbanois-Carrero-, el presidente de Brasil dejó la chacra de Rincón del Cerro. “Fuerza Lula”, le dijo Pereira al despedirse. Seguido de Abdala que le agregó: “¡Pa´delante!