Redacción El País
"¿Sabés lo que da impunidad?", preguntó Lucía Topolansky, y se contestó a sí misma: "Las canas". La frase se repite dos veces en el libro "Los Indomables", de Pablo Cohen, basado en entrevistas a ella y a su esposo, el expresidente José Mujica, cuya difusión generó una intensa polémica sobre los dichos de la exvicepresidenta en cuanto a que hubo personas que "mintieron" en la Justicia para lograr condenas de militares acusados de violaciones a los derechos humanos.
En el libro, la pareja repasa varios aspectos de su vida, incluidos el período del pasado reciente que los tuvo como protagonistas. En este contexto, Mujica situó el origen del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros (MLN) en un punto concreto: dijo que creían que, "inevitablemente", Uruguay iba a desembocar en una dictadura. "Detrás del golpe de Estado había una concepción que llevaba años", aseguró. Recordó que por esa época "en el movimiento popular se enseñaba a los trabajadores de que a una dictadura se le contestaba con una huelga general".
Así, dijo, se fundó la vieja Convención Nacional de Trabajadores (CNT). Pero el MLN discrepaba con esa idea. "Creíamos que había que transformar esa huelga general en un aparato armado", contó.
Allí el autor le recordó lo dicho por el primer líder histórico del Frente Amplio (FA), Líber Seregni, que en una entrevista manifestó "reprocharse" siempre "no haber condenado con la suficiente energía los desbordes del MLN, que era una violación a los derechos humanos".
"Seregni discutió con nosotros para organizar la resistencia", le contestó Mujica. "Si invadían los brasileños", apuntó Topolansky. "Si invadían y si venían de afuera", complementó el expresidente. "Y nos asignaba un papel. Así que...".
Según Mujica, "Si había que dar una respuesta al golpe de Estado Seregni, en su momento, también planteaba la necesidad de organizar una resistencia". Según su versión, el rol que el general le asignó a las tupamaros fue "cortar caminos, hacer cosas. Y nosotros le patéabamos porque para eso necesitábamos, por ejemplo, armamento pesado".
Dos dictaduras
"Hay que ubicar nuestra cabeza en el contexto de la época y de lo que vivimos", apuntó Mujica. "Pertenecemos a una generación que pensaba que iba a cambiar al mundo", dijo. En esto, teníamos fe. No convicciones, fe".
Según Topolansky, "para nosotros, las armas, fueron una cosa transitoria". Allí reivindicó la salida "sin cartas en la manga" que el MLN realizó tras el retorno a la democracia.
Según la pareja, las dos dictaduras que gobernaron el río de la Plata fueron muy diferentes, lo que según el expresidente constituye una injusticia con el Uruguay. "El grueso de los desaparecidos de Uruguay desaparecieron en Argentina, y los que aparecieron acá están empardados, proporcionalmente, con los que aparecieron en Argentina", dijo.
Según su esposa, los "militares uruguayos preferían ir por el lado de enloquecerte y de que salieras hecha un trapo, no de desaparecerte". En cambio, dijo, los argentinos "evitaron las cárceles".
Topolansky complementó: la salida de la dictadura surgió del Pacto del Club Naval. "Una cosa que los blancos siempre te quieren cargar, cuando en realidad no había otra salida", señaló. "Pero la salida la disfrutamos todos. Nosotros, los que estábamos presos, más que nadie". Consultada, insistió: la salida a la dictadura fue "un pacto".
Con respecto al proceso de búsqueda de los restos de detenidos desaparecidos, la exvicepresidenta consideró a la Comisión para la Paz, formada durante el gobierno de Jorge Batlle, un "primer aporte" y recordó la "discusión encarnizada" que hubo en un congreso del FA sobre qué hacer con la ley de Caducidad, optándose finalmente por aplicar su artículo cuarto, por el cual en los gobiernos de izquierda "empezaron a ir los primeros milicos presos". Hubo otros, recordó, que "se boletearon", prefirieron matarse antes de ser detenidos.
Según Topolansky, sin embargo, lo que "destrabó" el proceso fue un decreto del gobierno de Mujica, por el que "se habilitó la investigación y se realizaron las excavaciones".
Un partido tan dogmático
En la charla reflejada en el libro, el autor le plantea a la pareja la situación del Partido Comunista (PCU), su relación con el MPP y el hecho de que algunos de sus dirigentes, como Juan Castillo y Micaela Melgar, hayan afirmado este año que "Cuba no es una dictadura". Cohen se preguntó "cómo puede ser" que en el Frente Amplio exista un partido "tan dogmático".
"Lo triste es que lo dicen", respondió Mujica. "Que reculen en chancletas a un concepto, nada más ni nada menos, que la dictadura del proletariado", cuestionó. Sin embargo, Mujica dijo "respetar" a Cuba. "No porque tengan o no democracia, sino porque en su momento tomaron una opción", dijo.
"El Partido Comunista nos tiene que bancar a nosotros, y nosotros tenemos que bancar al Partido Comunista", dijo Mujica, ríendose, en otro pasaje, al tiempo que continuaba con su reflexión: "El comunismo es el camino más largo al capitalismo", dijo el expresidente, parafraseando al histórico primer ministro sueco Olof Palme. "No sé equivocó, porque los pobres rusos están inmersos en un capitalismo de cuarta", expresó.
Consultado, Mujica dijo que el caso de China es distinto. "No se puede comparar, su civilización es diferente", dijo.
Ni dos votos
En el libro, Mujica y Topolansky hablan sobre el debate que hubo en la interna del FA en cuanto a ciertas medidas, como la ley que habilitó el matrimonio igualitario y la insistencia de ciertos sectores de la izquierda con respecto a la "agenda de derechos".
"En el pago vos no podías caer y hablar del matrimonio igualitario y de la defensa del cuerpo de la mujer, porque no te van a entender", dijo la exsenadora. "Dos compañeras cometieron ese error y vaciaron una asamblea, que yo después tuve que volver a llegar porque empecé a hablar de trabajo y de productividad", afirmó.
El autor les preguntó si "un discurso típico" de Constanza Moreira no es apropiado para ciertos lugares en el Uruguay. "No", respondió tajante Mujica. "Por algo no tiene ni dos votos" agregó Topolansky, riéndose.
Los africanos y los nazis
En el libro se mencionan varias experiencias de la pareja en otros países. Y allí Topolansky relata una visita que hizo durante varios días a China. Según recordó, coincidió con un congreso que se celebraba allí con los países de África. La exsenadora contó que, en medio de la sesión, llegó al congreso Xi Jinping, el presidente chino que, luego de un discurso, le condonó la deuda que todas esas naciones mantenían con China. "Saltaban los negros", recordó. "Les condonó la deuda, y al otro día hubo inversiones de nuevo", dijo. "No hizo como el Fondo Monetario Internacional en Argentina, fue mucho más inteligente".
Durante la charla se habló de la formación y carácter de Mujica y Topolansky, el primero un tanto "anárquico", la segunda más "prusiana". Tal vez porque su familia paterna era, en parte, de origen alemán. Eso le dio pie al expresidente para hablar del canciller Otto von Bismarck, la era de Weimar y sus medidas para fomentar la enseñanza pública y obligatoria, y la ciencia.
"Ojo, porque la Alemania nazi, con todo lo que vos quieras, desde el punto de vista técnico y eso... ¡la puta!", señaló.