ACTO POLÍTICO
Cuatro expresidentes apelaron en Livramento a la mística de la izquierda.
Los ex presidentes de Uruguay, José Mujica, de Brasil, Lula da Silva y Dilma Rousseff y de Ecuador, Rafael Correa, apelaron a revivir la mística de la izquierda latinoamericana con un llamado para enfrentar a la derecha continental. Lula vive semanas decisivas para su futuro político porque fue condenado en segunda instancia a 12 años de prisión por aceptar el regalo de un apartamento en el balneario de Guarujá de parte de la constructora OAS. Si la sentencia es confirmada, no podría ser candidato en las elecciones brasileñas de octubre próximo, para las cuales las encuestas lo señalan como claro favorito.
Lula llegó a la fronteriza Santana de Livramento con Rousseff desde Bagé, donde la policía debió intervenir para evitar enfrentamientos entre partidarios y detractores del ex presidente. En los incidentes salieron incluso a relucir armas. Los detractores de Lula lo llamaban u201cladrónu201d en tanto sus partidarios entonaban el conocido cántico u201cLula, guerrero del pueblo brasileñou201d. Unos 150 productores rurales, con banderas de Brasil y sus tradicionales atuendos u201cgaúchosu201d, se reunieron con sus tractores desde primeras horas de la mañana frente a la universidad Unipampa, donde el exmandatario (2003-2010) comenzó la cuarta gira de precampaña para las elecciones.
Luego, en el Parque Internacional que comparten Livramento con la ciudad de Rivera ( y sin poner pie en Uruguay porque no puede dejar su país) y en tono exaltado Lula dijo que su u201cproblema personalu201d (su situación judicial es muy complicada) es mínimo en comparación con el que sufren millones de trabajadores brasileños que han perdido sus empleos. Lula, que tomó mate, abrazó una y otra vez a Mujica a quien se refirió siempre como u201cPepeu201d y dijo que sentía gran respeto por él y que mucho de lo que dice y piensa se lo debe a él. Los presidentes conversaron delante de una bandera de Uruguay y otra de Brasil, delante de cientos de personas.
El acto, en el que se veían banderas frenteamplistas y del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, se organizó como una conversación entre los ex mandatarios y estuvo interrumpido varios minutos como consecuencia de un corte de energía eléctrica. Mujica dijo que u201cnosotros los de izquierda también cometemos errores, también cometemos equivocaciones, no queremos aprender que las derrotas de la izquierda son hijas de sus divisionesu201d y de no concentrarse en enfrentar a la derecha lo que provocó, entre otros hechos, la llegada al poder en Alemania del nazismo. u201cSin unidad, no hay poderu201d, advirtió.
Mujica enfatizó que la dirigencia de izquierda u201ctiene el deber de vivir como vive la mayoría de nuestro pueblo, no como la minoría privilegiadau201d y avisó que u201cla gran burguesía nos invita, tiende la mesa, es la mesa de ellos, es la fiesta de ellos, no la nuestrau201d. u201cTenemos que vivir al lado de nuestro pueblou201d, insistió.
De todas formas, también llamó a evitar la polarización y u201clas sociedades crispadasu201d y a no pensar u201cen blanco y negrou201d. En las redes sociales u201ccualquiera dice cualquier cosa, no creo que se pueda avanzar con odio, con odio se retrocedeu201d. u201cTú Lula, tu, sos el único capaz de pacificar a Brasilu201d, dijo Mujica.
Con respecto a la región se lamentó que durante los gobiernos u201cprogresistasu201d no se ha haya podido avanzar más en materia de integración regional. u201cNecesitamos un Brasil fuerte. No somos nada en el mundo de hoy si no nos juntamos (...) Ellos nos quieren pulverizados, divididosu201d, sostuvo.
Aunque se solidarizó con el ex presidente brasileño llamó a evitar la u201cluladependenciau201d porque u201cla lucha continúa y no lo tendrán eternamenteu201d por lo que u201chay que formar generaciones de militantes y luchadores socialesu201d.
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Contra el golpe.
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Rousseff dijo que en Brasil el actual gobierno apunta u201ca la implantación del más negro neoliberalismou201d y que su partido logró dejar claro que hay u201cuna agenda golpistau201d porque la derecha no logró derrotarlo en cuatro elecciones consecutivas. Rousseff se dirigió u201ca don Pepe Mujicau201d y puso varias veces sus manos sobre los hombros del ex presidente.
Lula le dijo a Mujica que u201custed va a tener el placer de volver a ver el Partido de los Trabajadores en el gobiernou201d y dijo que la élite brasileña lo odia y u201cquiere que los pobres continúen pobresu201d. Lula culpó a Estados Unidos de los ataques a sus gobiernos. u201cNosotros creamos una forma de hacer política que en algún momento comenzó a molestar a los americanos que no estaban habituados a la autodeterminación de los pueblos de América del Sur (...) ahí sí pensaron que Brasil era enemigo de los Estados Unidosu201d, dijo. Los cuatro ex presidentes terminaron el acto tomándose de las manos y saludaron a la gente.