Un hombre íntegro, de firmes convicciones y con sabiduría. De una calidad humana excepcional, que tenía sus clases en la Facultad de Derecho repletas de alumnos -que lo preferían ante otros profesores-, y enamorado de la música. Así describen a Juan Andrés Ramírez, quien falleció ayer a sus 78 años después de una vida en la que fue ministro del Interior, candidato a presidente de la República y decano de Derecho en la Universidad de la República.
Su abuelo era Juan Andrés Ramírez -legislador que lideró el Partido Nacional Independiente, opuesto a Luis Alberto de Herrera- y su padre el periodista José Antonio Ramírez. En 1972 se recibió de abogado en la Universidad de la República, donde luego pasó incontables horas dando clase -además de que se desempeñó como profesor grado 5-, incluso llegó a ser electo decano entre 2017 y 2018 para completar el período tras la muerte de Gonzalo Uriarte.
También tuvo una fuerte actividad política en el Partido Nacional, donde empezó en Reconstrucción Blanca, la lista 400 liderada por Washington Beltrán Mullin. Es más, estaba en el despacho de Beltrán -electo senador- en uno de los momentos más importantes de la historia reciente: cuando los militares entraron al Palacio Legislativo durante el golpe de Estado en 1973.
En ese mismo despacho estaba Sergio Abreu, quien conoce a Ramírez desde que eran jóvenes. Hoy, Abreu lo describe como un “hombre agradable, simpático, serio y, sobre todo, firme en sus convicciones”. Así también como un “hombre de Derecho que no hacía concesiones a la violación de los derechos de la Constitución o las leyes y los derechos humanos”.

Fue electo senador por el Herrerismo en las elecciones de 1989, en las que ganó Luis Alberto Lacalle. Al poco tiempo se le presentó otro desafío: se lo designó como ministro del Interior, cargo que ocupó desde 1990 a 1993. No fueron momentos fáciles: tuvo huelga policial -la única en la historia, en noviembre de 1992- pero, además, vivió el caso del chileno Eugenio Berríos, por el que se desató una crisis y se decidió la destitución del jefe de Policía de Canelones.
Berríos fue un bioquímico que integró la Dirección de Inteligencia Nacional durante la dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile. Fue secuestrado en Parque del Plata en noviembre de 1992 y su cadáver se encontró en 1995. Tiempo después, procesaron a tres militares uruguayos y 11 chilenos por el crimen.
En su última etapa en el Ministerio del Interior lo acompañó el actual decano de la Facultad de Derecho, Gonzalo Lorenzo. En su juventud, cuando aún era estudiante de Derecho, ingresó en un refuerzo que hizo Ramírez en su cartera. Hoy, Lorenzo recuerda en diálogo con El País que Ramírez tenía una “sobriedad absoluta y seriedad total”, así como también una “honestidad a prueba de toda duda”.
“Una persona de una rectitud marcada y bien intencionada en toda su actuación. No veías nunca una cuestión torcida o una búsqueda de una ventaja menor. Recuerdo que, en los peores momentos del Ministerio del Interior con la huelga y el caso Berríos, siempre que era llamado al Parlamento iba inmediatamente con toda la información que tenía. Sin torcedura u ocultamiento”, indicó Lorenzo.
Para las siguientes elecciones, que se realizaron en 1994, Ramírez se aventuró a ser candidato a la Presidencia con una fórmula con Juan Chiruchi. Finalmente, ganó el colorado Julio María Sanguinetti.

Después de la derrota, Ramírez concurrió a la casa de Sanguinetti en Punta Carretas, donde permaneció unos 30 minutos, según recoge una nota de El País de ese momento. Tras el encuentro, el nacionalista aseguró que el Herrerismo estaba “dispuesto a colaborar para asegurarle la gobernabilidad al país”. También contó que en su charla hubo coincidencia en que “la ciudadanía había estado criteriosa en no aprobar el plebiscito de la educación, que hubiera colocado al país, no solo al gobierno, en una situación muy difícil para afrontar un aumento del gasto público, absolutamente infinanciable en el corto plazo”.
En las siguiente elecciones, las internas de 1999, compartió fórmula junto a Jorge Larrañaga pero ganó Lacalle Herrera. Una campaña en la que el Partido Nacional sufrió un quiebre cuando Ramírez acusó de corrupción al gobierno de Lacalle Herrera. En los años siguientes continuó con su apoyo a Larrañaga.
Ramírez era columnista del diario El País. En su última entrega, titulada Deseando que pase la ola, criticó: “En cuanto a la conducta de (Lucía) Topolansky y (José) Mujica, que revelaron tardíamente la existencia de esos juicios penales fraudulentos (por crímenes durante la dictadura), orquestados por sectores políticos que integran la izquierda, omitiendo denunciar oportunamente esos ilícitos, es reprochable por su gravedad”.
Y continuó: “Pues, aun cuando legalmente no tuvieran la obligación de denunciar los hechos, desde el punto de vista moral y político, habida cuenta del indiscutible poder personal e institucional de ambos, es inexcusable no haber impedido que se consumaran los hechos ilícitos y que ahora dan a la luz pública”.
El velatorio será hoy de 8:00 a 12:00 horas en el Palacio Legislativo. Luego, el sepelio será en el Cementerio Central.
Velatorio del Dr. Juan Andrés Ramírez Turell
— Partido Nacional (@PNACIONAL) April 3, 2025
Viernes 4 de abril
De 8:00 a 12:00 hs en el Palacio Legislativo
Sepelio: Cementerio Central
Servicio a cargo de Empresa Martinelli
Despedida
Ante el fallecimiento de Ramírez, el sistema político lo despidió con palabras de elogio y, sobre todo, lo describieron como una persona recta, sabia e íntegra. Pero también se pronunció su hijo, Juan Andrés Ramírez Saravia, quien escribió en su cuenta de X: “Gracias papá por tanto. Nos pusiste la vara en todo muy alta. Trataremos de estar a la altura. Descansa en paz”.
Desde la cuenta oficial del Partido Nacional, en tanto, se lamentó “profundamente” su fallecimiento, y se destacó que “su compromiso y dedicación dejarán una huella imborrable” para la “colectividad” de la fuerza política.
Lamentamos profundamente el fallecimiento del Dr.Juan Andrés Ramírez Turell. Destacado abogado, docente, ministro, senador y pre candidato a la presidencia por el Partido Nacional.
— Partido Nacional (@PNACIONAL) April 3, 2025
Su compromiso y dedicación dejará una huella imborrable en nuestra colectividad. Acompañamos a su… pic.twitter.com/CTFeTzGmgR
De su partido se expresó el senador Javier García, quien indicó que tuvo una “vida de ejemplo, de entrega” y que dejó “huellas profundas en el Derecho y en el servicio público en momentos difíciles que asumió con la dignidad, que fue su vida”. En una línea similar, el senador Álvaro Delgado dijo que el “legado” de Ramírez “deja una huella profunda en las futuras generaciones”.
Es con profundo pesar que recibimos la noticia del Dr Juan Andrés Ramírez. Fue mi profesor, compañero del @PNACIONAL y hombre de consulta permanente.Abrazo a su familia. QEPD pic.twitter.com/1l827jyl2U
— Beatriz Argimón (@beatrizargimon) April 3, 2025
Por su parte, la exvicepresidenta Beatriz Argimón contó a El País: “Juan Andrés fue mi profesor, referente de un sector de mi Partido, fue mi candidato y hombre de consulta permanente. Sin lugar a dudas un hombre que fue referencia en lo académico, profesional y político de varias generaciones y se le va a extrañar. En tiempos de consulta siempre fue de los que estaban para aportar”.
Falleció Juan Andrés Ramírez; inteligente, estudioso, buen tipo ; uno de esos imprescindibles del Uruguay; a su familia, sus amigos y su Partido nuestro pésame y solidaridad
— Pedro Bordaberry (@PedroBordaberry) April 3, 2025
De la coalición también lamentó su partida el senador colorado Pedro Bordaberry. “Se fue un gran político, un gran hombre de derecho, pero sobre todo una gran persona; un hombre afable, bueno, estudioso, de diálogo. Uno de esos uruguayos imprescindibles”, dijo.
Y el líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, señaló: “Una gran persona con valores y principios profundos”.

“Contribuía a la democracia plena” y de “consulta jurídica”
El presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, dijo a El País que la noticia le generó un “profundo dolor”. “Claramente es un hombre fundamental de la política del siglo XX y es fundamental en los vínculos interpartidarios, por su forma humana de dialogar con el resto, tanto con los partidos como con los sindicatos”, agregó.
Para Pereira, Ramírez “era un hombre que contribuía a la democracia plena, fomentando el diálogo entre quienes piensan distinto”, además de ser una fuente de “consulta jurídica para propios y ajenos”. Y añadió: “Quiero enviar un abrazo apretado a los miembros de su partido, a su familia y a sus amigos porque es una pérdida para la política y para la sociedad. Aportó desinteresadamente como servidor público con mayúsculas”.
Por su parte, la vicepresidenta de la República, Carolina Cosse, escribió en su cuenta de X que Ramírez, “en todos los roles que ocupó, siempre tuvo una actuación destacada”.