“Nosotros creemos en un Estado al revés de lo que plantea Lacalle Pou”, dijo Adorni, vocero de Javier Milei

En entrevista con El País, el principal nexo con la prensa del gobierno argentino dijo que tienen otra concepción de la libertad y respondió a por qué todavía no hubo una reunión bilateral.

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Manuel Adorni
Manuel Adorni, vocero de presidencia del gobierno de Javier Milei.
Foto: AFP

Javier Milei está invitado desde la noche misma de su triunfo en las elecciones a visitar Anchorena y compartir un asado con Luis Lacalle Pou, sin embargo esto aún no ha sucedido. Manuel Adorni, el vocero del primer mandatario libertario del mundo, habló en entrevista con El País sobre este encuentro que no llega a concretarse, de la concepción de Estado de Milei, de política internacional y de las reformas que se vienen en su país.

-El presidente Milei tiene Uruguay apenas a 20 minutos de distancia en helicóptero. Hay una invitación del presidente Lacalle Pou, ¿por qué no ha cruzado aún el Río de la Plata?

-Por cuestiones de agenda. Nada más. De hecho, días atrás, en una cena en la Fundación Libertad, se vieron, se saludaron, estuvieron charlando ahí dos segundos. Hay cosas que no se dan porque no se dan, en algún momento se darán.

-Milei no llegó a escuchar allí el discurso de Lacalle Pou, llegó después. ¿Por qué?

-Es que el presidente cierra los discursos y hablaba después de Lacalle.

-Ahí hubo un contrapunto entre liberales. Nadie puede negar que Lacalle Pou es un liberal, pero él habló de un Estado fuerte que permita a los más débiles “hacer piecito”.

-Bueno, es la posición de Lacalle Pou. Y está muy bien que así sea. Nosotros creemos en un Estado al revés. Que sea un Estado que no le complique la vida a la gente. Y creemos en la igualdad de oportunidades reales. En la igualdad ante la ley. Y en el esfuerzo y el sacrificio. Y ahí el Estado no tiene mucho que hacer.

-Milei no ha participado aún de una cumbre del Mercosur. ¿Qué hará Argentina respecto a la postura de Uruguay de flexibilizar el bloque y negociar de forma independiente?

-Nosotros tenemos una idea clara de lo que queremos en términos de comercio internacional, que es la libertad comercial absoluta. Dentro del Mercosur, nosotros lo que vamos a hacer es siempre promover eso. Todo lo que pueda sugerir trabas o complicaciones o burocracias, nosotros no vamos a estar de acuerdo. Por lo tanto, si el Mercosur puede ir en línea con nuestras ideas, bienvenido sea.

-¿Están de acuerdo con lo que plantea Lacalle Pou, entonces?

-Nosotros somos afines con los que efectivamente son afines con nosotros. Entendemos que Uruguay, o Chile, o incluso Paraguay, han hecho muchas veces las cosas mejor que nosotros. Tenemos mucho camino por andar. Los demás países seguramente también, pero Argentina viene un paso atrás y son pasos que queremos dar de manera acelerada, para salir de esta bancarrota, miseria y decadencia en la que estamos. Después, si el Mercosur es parte de esa agenda, bienvenido sea. No hay mucho para cuestionar ni para enaltecer con respecto al Mercosur.

-La relación de Argentina con Brasil es muy importante. ¿Hay alguna posibilidad de que el presidente Milei se vea con Luiz Inácio Lula da Silva antes de la Cumbre del G-20 en noviembre?

-No está previsto. Ahora, si eso está en la idea de la canciller (Diana) Mondino o del propio presidente, yo no lo sé.

-Pero las dos cartas que Milei le envió a Lula indican una intención, ¿no?

-Brasil es para nosotros el 15 por ciento de nuestro comercio internacional. O sea, es un socio comercial importante; somos socios en el Mercosur y es un país hermano. Por encima de todo, ponemos primero la relación entre los pueblos. Pretendemos comerciar con todo el mundo.

-Está claro que el presidente Milei recibió un ataque insólito por parte de un ministro del gobierno español. Pero la respuesta del gobierno argentino escaló la situación, de alguna manera diluyó lo hecho por Óscar Puente. ¿Se evaluó la posibilidad de reaccionar con más mesura?

-Se ha insinuado que el presidente ingiere “sustancias”. No ameritaba una reacción diferente.

-¿Tiene previsto algún tipo de contacto o saludo como gentileza con el rey Felipe, con el que mantuvo una muy buena reunión en diciembre en Buenos Aires?

-Las agendas no están cerradas aún, es posible que eso ocurra en junio.

-Pero es extraño que un jefe de Estado, ni hablar de un jefe de Estado de Argentina, vaya a España dos veces en dos meses y no tenga contacto con las autoridades del gobierno, ¿no?

-No tengo mucho para decir. Eso va a gusto del presidente. Él coordina el viaje.

-¿Qué va a significar para el gobierno y para Argentina si finalmente se aprueba la llamada “Ley Bases”, que promueve el Poder Ejecutivo?

-Para el gobierno va a ser seguramente un punto de satisfacción enorme. Y, con respecto a los argentinos, la ley es fabulosa, marca un cambio en un montón de cosas. Es mucho más profunda incluso que la reforma de (Carlos) Menem en los 90, sumado a que nosotros tenemos todavía mucho por hacer. Lo que queremos es dinamitar el Estado, el Estado este que se metía en todos los aspectos de tu vida y que te decía qué hacer, qué no hacer, qué vender, qué no vender y a qué precio, y qué podías hacer y qué no. Y esto es un gran paso en la libertad de la gente, del comerciante, del empresario, del emprendedor. Estamos confiados en que se apruebe, tal como ocurrió en la Cámara de Diputados.

Manuel Adorni
Vocero del gobierno argentino, Manuel Adorni.
Foto: AFP / Archivo

- Dada la minoría parlamentaria del gobierno de Milei, sería un éxito político, ¿coincide?

-No pensamos en triunfos políticos o no políticos. Pensamos en tres ejes de triunfos: económico, de seguridad y cultural.

-¿Lo que ustedes llaman la “batalla cultural”?

-La batalla cultural es, para nosotros, el debate de la libertad, de lo que pueda significar la desregulación del Estado, de la economía y la baja de impuestos. Normalizar este país. Y creo que lo vamos a hacer, vamos a tener un gran resultado.

-¿Qué se puede esperar con las privatizaciones, serán algo así como las de Menem hace más de 30 años?

-Lo que te da la ley es la posibilidad de privatizar, no te indica que vas a privatizar todo de un día para el otro. Hay muchas empresas que no se pueden privatizar per se, que antes hay que sanearlas o transformarlas en sociedades anónimas. Por definición, estamos en contra de que el Estado tenga empresas públicas, así que todas las empresas del Estado son posibles de privatizar hoy, o más adelante, estén o no estén en la ley. Conceptualmente, nosotros entendemos que en un país pobre, los pobres no pueden seguir sosteniendo empresas deficitarias del Estado. No es razonable.

-¿Y si la empresa del Estado diera ganancias?

-Por definición, si es pública es ineficiente. Y hay que ver lo irracional que es esto, ¿no? Veamos una empresa como Aerolíneas Argentinas, ¿qué sentido tiene que una mitad de un país pobre, que probablemente nunca haya tenido la suerte de viajar en avión, pague el pasaje, o parte del pasaje, o parte del sueldo, a alguien que efectivamente no lo necesita? Es el tercer eje, el de la “batalla cultural”, el entender que alguien paga; también lo paga el tipo que no puede poner un plato de comida arriba de la mesa.

-Días atrás hubo un contrapunto fuerte entre Milei y Cristina Kirchner. ¿Es Cristina, para ustedes, la gran rival?

-Entendemos que Cristina fue parte de estas décadas de decadencia argentina. Y efectivamente entendemos que el discurso que tiene atrasa, porque es un discurso carente de conocimientos técnicos y que enaltece cuestiones que han destruido al país, como el déficit fiscal. Toda la política tiene que entender que la Argentina cambió, y cambió por lo que quiso la gente en el cuarto oscuro. Hubo un hartazgo hacia la política populista que hizo que la gente no quisiera más el pasado. Nosotros dejamos actuar en la Justicia y somos respetuosos. Tenemos deseos de que se gane celeridad y siempre apelamos a una Justicia independiente. Hasta que esté condenada, o no. Ahí haremos la declaración que tengamos que hacer.

-Se habla mucho del poder de Karina Milei, la hermana del presidente. El propio presidente habla de ella como “el jefe”. ¿Es cierto que tiene más poder que el presidente incluso?

-Es muy divertido porque yo convivo con ellos, los veo todos los días. El presidente de la Nación es el presidente de la Nación. Karina Milei es la secretaria general de la Presidencia, con todo lo que ello implica. Y, por supuesto, los une una relación de hermandad. Entonces, hay temas que supongo que se hablarán como los hablás con tu hermano, pero él es el presidente. Él define. Y, en tal caso, ella acompaña, sugiere y maneja lo que le corresponde en virtud de su cargo. Les tengo cariño y aprecio personal a los dos. Y doy fe de que se respetan, se adoran.

-La vicepresidenta, Victoria Villarruel, se refirió al presidente como “pobre jamoncito”, como si estuviera aprisionado entre ella y su hermana. ¿Eso no le molestó al presidente?

-Esa entrevista fue de noche, y al otro día yo desayuné con el presidente y nos reímos porque la frase se viralizó. No generó un problema. El “jamoncito” se viralizó y fue tendencia en Twitter.

La voz de Milei cada mañana ante la prensa

Manuel Adorni se hizo famoso en la red social X (antes Twitter) por su estilo ácido y directo, furiosamente anti- kirchnerista. Economista con incursiones en el periodismo, trabó buena relación con los hermanos Javier y Karina Milei y, tras el triunfo del líder libertario, recibió la oferta para ser el rostro y la voz del gobierno que asumió en el pasado mes de diciembre.

Así, de lunes a viernes a las 11 de la mañana responde todo tipo de preguntas a los periodistas, toda una novedad en Argentina.

¿Está conforme con lo hecho?, le preguntó El País. “Sí, aunque hay una tendencia de algunos periodistas de la sala a preguntar cosas que son muy específicas. Es difícil tener en la cabeza toda la información, aunque estoy más o menos al tanto de lo que pasa de punta a punta del Estado”.

Hay un tema que saca del eje a Adorni, de 44 años, y es el de los perros del presidente. ¿Son cuatro o cinco? “A mí me pueden preguntar cualquier cosa, que yo siempre voy a responder de la mejor manera que encuentre. Puntualmente, esa pregunta tuvo una cierta animosidad cuando plantean que el presidente... habla solo, digamos, o habla con cosas que no existen. Que ve cosas que no existen. Entonces me pareció una falta de respeto a la investidura presidencial, una falta de respeto a mí y una falta de respeto a los que estaban escuchando. Nada tiene que ver con que puedan preguntar lo que quieran, pero no sugiriendo cuestiones que atentan contra la investidura presidencial. Jamás lo voy a permitir. Para mí, el tema de las cuestiones personales del presidente está terminado. Si realmente el único problema que hay en el país es si el presidente tiene cuatro o cinco perros, bueno, o sos muy mal periodista o las cosas están bárbaras, ¿no? Es simplemente eso, me parece que pasaron un límite con la pregunta, sugiriendo cosas que no son”.

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