Álvaro Delgado y Andrés Ojeda grabaron y lanzaron ayer un spot en el que aparecen juntos, el primero en el que están mano a mano. “Siempre lo dijimos, en noviembre espalda con espalda”, dice quien fuera candidato a presidente por el Partido Colorado. A su lado, el presidenciable del Partido Nacional y la coalición de gobierno, agrega: “Espalda con espalda para seguir creciendo en salarios y en empleo”. Entre la grabación del spot y su lanzamiento, Ojeda recibió a El País en su sede de Bulevar Artigas para conversar sobre el debate presidencial, su vínculo con quienes lo votaron y están alejados de la política y su rol en un eventual gobierno de la coalición.

-¿Cómo surgió la iniciativa de grabar un spot junto a Álvaro Delgado?

-Fue una idea conjunta. Estábamos hablando de las cosas que podíamos hacer de cara al tramo final de la campaña, salió la idea de hacer un spot juntos y está buena. De hecho, quedó muy bien.

-¿Eso lo ubica en un lugar de destaque dentro de los socios de la coalición?

-No necesariamente de destaque. Yo creo que es natural, y más en estos días, que dentro de los socios de la coalición el que tenga que hacer el mayor esfuerzo, por un tema de estructura y ponderación electoral, sea yo. Es razonable que ocurra de esa manera. Álvaro fue claro: vamos a cogobernar en el próximo período en el marco de nuestra ponderación electoral. Esas son palabras de Álvaro, no mías. Así que vamos a cogobernar todos.

Foto: Ignacio Sánchez

-El Partido Colorado es el socio mayoritario del Partido Nacional. ¿Se siente una pieza clave para definir la elección del domingo en cuanto a que tiene que trasladar a Delgado los votos que tuvo?

-No lo pondría como “una pieza clave”. Sí digo que tenemos una responsabilidad importante de cara al domingo.

-¿Quería entrar al debate?

-Yo estuve en el debate.

-¿Quería entrar a la zona donde estaba Delgado, dentro del grupo de seis asesores?

-No, porque de hecho ni siquiera estaban adentro con él en el debate. Estaban en una zona aparte y apenas hablaban con él en los cortes. Creo que la incidencia del entorno ahí es muy baja. Lo que pesa es la preparación anterior al debate; eso es lo que pesa en mayor medida.

-¿Tuvo incidencia en esa preparación?

-No sé si incidencia, tuve sí mucha conversación.

-¿Qué fue lo que le sugirió?

-Son cosas que quedan en privado, pero sí puedo decir que tengo que agradecerle a Álvaro que me dio mucha participación en la preparación del debate.

Foto: Ignacio Sánchez

-¿Qué protagonismo o presencia debería tener el Partido Colorado en caso de ganar la coalición?

-Más allá de protagonismo o no, tenemos una responsabilidad importante en el marco de la ponderación electoral; o sea, si somos una cifra cercana al 40% del voto de la coalición, tenemos la responsabilidad, justamente, de sostener al gobierno y aportarle todo lo que nosotros tenemos de cualidad y capacidad para lograr el mejor desempeño en áreas clave.

-¿Se imagina al Partido Colorado ocupando más ministerios que en este período?

-Eso seguro, por la ponderación electoral; es de Perogrullo, casi matemático. Igual me gustaría tener un gobierno con más clave de coalición que el anterior, que no necesariamente sea estrictamente electoral, que de repente si hay gente que es la mejor para determinado lugar, también se pueda considerar. Te pongo un ejemplo: Lacalle Pou levantó un tubo y llamó al Lito Alfie.

-Y lo mismo hizo con Gabriel Gurméndez.

-El mismo ejemplo: gente que no responde a una cuota partidaria, sin perjuicio de que todos sabemos que es de otro partido. Me parece que inaugura un camino interesante de maduración de la coalición, que ya maduró mucho en cinco años. Al mantenerse ese ritmo de maduración, se termina de consolidar como lo que es hoy: la fuerza política más importante del Uruguay.

-A diferencia de Delgado, que planteaba que el debate no movería mucho la aguja, usted decía que podría moverla. ¿Movió algo?

-Habrá que medirlo. Si las encuestas de estos días nos dan mejor, capaz que el debate incidió. En el debate vimos a dos personas muy distintas: un Delgado en su estilo aplomado, habitual, pero seguro y con muchísimo contenido, muy tranquilo; y un Yamandú Orsi robotizado, guionado y más nervioso que Pinocho en un incendio, como que iba a jugar el partido en la altura de La Paz y si se llevaba a un empate estaba bien.

Foto: Leonardo Mainé

-¿Decir que estaba “nervioso como Pinocho en un incendio” es una forma de ridiculizarlo?

-No, es un comentario jocoso. No quiere decir que sea eso; simplemente para que la gente pueda visualizarlo. Estaba en una situación que tenía que salvarla, no tener un error grande, y por eso no se salió del guión que le armaron en ningún momento. Y creo que le restó calidad al debate, porque en el fondo esto no fue un debate. Si hubiera mandado cinco videos con los cinco bloques diciendo lo mismo era la misma cosa.

-Delgado tampoco respondió a preguntas de Orsi...

-Pero por lo menos en algunos momentos intervino en el ida y vuelta, o lo buscó. No lo consiguió. Pero además hay cosas que dijo Orsi y que Delgado sí contestó; por ejemplo, cuando dijo que hablamos de represión pero no hablamos de las causas, y Álvaro le dijo: Sí, ojo, que, cuando hacemos la cuenta, todos los presos complicados de hoy eran niños cuando empezó el gobierno del Frente Amplio; o sea, acá las causas no se atendieron... Capaz que en el estilo, Álvaro no fue tan duro en el choque, pero las respuestas estuvieron. Del otro lado, no hubo ninguna. Álvaro fue hasta a veces sobrerrespetuoso. Yo quizá hubiera sido un poco más incisivo.

-¿El Partido Colorado debería tener la conducción del Ministerio del Interior?

-Se verá. Yo fui partidario y hasta promotor de que no existiera esta discusión de cargos hasta después del domingo 24 de noviembre, porque creo que nos saca del objetivo y nos quita contundencia en el discurso. Acá hay una coalición que está junta porque comparte una mirada y un rumbo de país, que es distinto al otro modelo. Si algo está claro es que no somos lo mismo. Yo quiero que gane Álvaro, que gane la coalición y quiero ser parte del gobierno. Ahora, eso no depende de lo que me toque. Entonces, en la medida que esa discusión se adelanta, bastardea el objetivo. Por eso yo fui claro en la primera reunión que tuvimos todos: “Señores, esta charla después”. Y todos estuvieron de acuerdo. Ningún partido ha pedido nada.

-En octubre dijo a El País que ni Orsi ni Delgado han presentado equipos de seguridad, que no le dieron al tema la jerarquía que merece. ¿Le planteó a Delgado que presentara su equipo de seguridad?

-Yo al menos me quedo tranquilo de que todo eso está, y aparte le dio mucha entrada al equipo nuestro. Si mirás el programa de seguridad, tiene mucho de lo nuestro. Nos dio una buena incidencia en temas clave: en la seguridad y nos llevó los centros departamentales de salud mental, que no serán 25, pero son 19.

-¿Quién integra el equipo de seguridad de la coalición?

-He convivido con varios: está Nico Martinelli, Luis Calabria, algunos otros más que quizá no son tan conocidos como ellos públicamente, pero lo lideran ellos. Y aparte ahora está Diego Sanjurjo, que es nuestro, pero es parte del gobierno, o sea que en eso se conocen de memoria.

Foto: Leonardo Mainé

-En octubre decía que sería bueno que la gente sepa si Martinelli va a ser ministro del Interior, si se va a continuar con la política de seguridad. ¿Lo habló con Delgado?

-Sí, lo que pasa que en el marco de que no vamos a dar ningún cargo previamente, tampoco podemos discutir si Martinelli va a seguir o no. Obviamente hoy Álvaro es mano para tomar esas decisiones y yo mismo el día de mañana estaré a la orden del presidente si es necesario para lo que el presidente disponga. No me estoy postulando a ningún cargo. Sí digo que la decisión no es 100% mía; pesa también lo que el presidente entienda que el gobierno necesita.

-Al cierre de la campaña de octubre, un spot suyo decía que usted era el único que le puede ganar al Frente Amplio. ¿Cómo ve hoy ese mensaje?

-Uno siempre quiere estar en los lugares de definición. Yo creo que tenía una buena chance de ganarle al Frente; no quiere decir que Álvaro no le pueda ganar, y a la luz de las encuestas, la distancia se va achicando. Yo estoy haciendo todo lo posible para que sumen todos los que estuvieron en octubre y algunos más. Lo que le gana a Orsi y al Frente es la sumatoria de la coalición, hoy liderada por Álvaro, pero en esa papeleta, que formalmente no puede tener a más nadie que a Álvaro y a Ripoll, estamos todos.

-Ha plantado en varias entrevistas que gran parte de los votos que tuvo el Partido Colorado en octubre no son un voto fiel al partido…

-No es un voto colorado.

-Ese es un voto quizá alejado de la política. Para atraerlo hizo un spot en un gimnasio, pero ahora llama a votar con un spot más tradicional.

-Más allá de lo tradicional o no del spot, creo que quedó muy bien logrado. Cuando uno transmite y conecta emocionalmente, cumple un objetivo muy claro. Quedé muy conforme con esa pieza que largamos: transmite en cuerpo entero lo que quiero decir y aparte es de corazón; yo siento que soy parte del proyecto coalición. Esa persona que nos puso un voto en octubre, que fue a buscar renovación, nueva política, que quería algo distinto a lo de siempre, tiene que estar segura, saber y entender que el domingo nos vuelve a votar en la papeleta que dice Álvaro Delgado. Votando a Delgado me está votando a mí. Hay un público que de repente no conecta mucho con la política, y yo quiero que mantenga la conexión conmigo, y quiero ir hacia el futuro. Para eso es importante que estemos en el gobierno, porque no es lo mismo estar en el gobierno que en la oposición.