RESPUESTA

Luego de quelos diputados frenteamplistas Gustavo Olmos y Sebastián Valdomir presentaran un pedido de informes para que la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) entregara el relevamiento sobre las causas del delito al que su director, Isaac Alfie, hizo referencia el jerarca lo divulgó en sus redes sociales.

En el informe titulado “La caída de la criminalidad en 2020-2021: ¿Un fenómeno transitorio o permanente?”, que publicó Alfie en su cuenta de Twitter ayer se asegura que “la baja de la movilidad tuvo un efecto favorable en reducir el número de rapiñas pero tiene un poder explicativo muy inferior al del aumento de la probabilidad de terminar encarcelado” como causa de la caída en los registros de los delitos en los últimos dos años.

“La baja en el número de denuncias está fuerte y positivamente asociada con un aumento de la probabilidad de terminar encarcelado”, sostiene el informe de 23 páginas. Y agrega que “la mejora del bienestar de la población depende más de la baja en el número de delitos que del aumento en el número de personas privadas de libertad”.

En sus conclusiones el documento indica que ante la pregunta sobre cuál es el instrumento “más efectivo para reducir la criminalidad en el país hoy” la respuesta es “fortalecer la actividad policial con recursos, entrenamiento y especialmente reforzando su imagen como proveedora de un servicio de alto valor para el ciudadano”.

Luego se cuestiona cuál fue “el rol de la baja de la movilidad versus el de una policía que se sintió respaldada”. En el documento se plantea que “la menor movilidad ayudó, pero tuvo un rol menor en los resultados alcanzados”.

En contrapartida, en el informe se sostiene que el aumento de personas privadas de libertad tuvo “un efecto disuasivo en el crimen” porque “sacó de circulación temporariamente a criminales” y porque “aumentó la probabilidad de terminar en prisión luego de cometer un acto criminal”. Y agrega que “el efecto de la prisión como instrumento de rehabilitación” fue “probablemente insignificante visto que el 60% de la población carcelaria es reincidente”.

Por último, se asegura que “el rol dominante en el crecimiento exponencial de la rapiña durante las tres últimas décadas” fue “el escaso respaldo que sucesivas administraciones prestaron a la Policía” “El desestímulo resultante se tradujo en una baja de la capacidad disuasiva de la Policía para prevenir delitos”, agrega.

Y el documento concluye como otro factor determinante que la Policía “ha contado con un acotado respaldo presupuestal para realizar su función”.