El Consejo de Ministros de los países que conforman el Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), resolvió este jueves, en una reunión celebrada en Vancouver (Canadá), priorizar las negociaciones con Costa Rica para la adhesión de esa nación al tratado. En simultáneo, postergó las aspiraciones de Uruguay —país que se encontraba cuarto en la lista de espera— de iniciar ya su proceso de incorporación a ese bloque, largamente buscado por el actual gobierno.
La apuesta ahora es al cumplimiento de un compromiso "de palabra" de analizar el caso uruguayo en una nueva reunión, entre febrero y marzo del año que viene.
La lista de candidatos previa la encabezaban China y Taiwán. La solicitud de ambos países terminó por ser postergada, debido a la complejidad política que representaba una decisión sobre uno u otro, dado el principio de "una sola China" que mantiene el régimen de Pekín. En la cola hay países como Ucrania, Ecuador o Indonesia.
La decisión supone un cierto revés para el actual gobierno que, sin bien la esperaba, pretendía al menos que Uruguay pudiera comenzar a negociar a la par de los costarricenses. De todas maneras, como ya se verá, en la Cancillería se valora el hecho como un mojón relevante en procura del objetivo final.
Integran hoy el CPTPP Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. En conjunto, representan el 15% de la economía mundial y el 17% de la economía global. El próximo 15 de diciembre se incorporará el Reino Unido, cuyo proceso de adhesión demoró dos años y que da la pauta de lo que debería esperar ahora Uruguay.
Con todo, en el Palacio Santos —desde donde se siguió la reunión de este jueves— se evaluó que la decisión, además de ser un "gran paso" deja al próximo gobierno "en la puerta" de las negociaciones. "De ser el cuarto en la lista, Uruguay logra quedarse como el posible siguiente país para adherise al acuerdo", se expresó.
En diálogo con El País el subsecretario de Relaciones Exteriores, Nicolás Albertoni, destacó las gestiones realizadas en los últimos ante otros países y foros internacionales, así como como cada uno de los ministros de Comercio de los países integrantes del tratado. Albertoni señaló que, al ser uno de los primeros acuerdos de este tipo a los que Uruguay solicita acceder, implicó toda una "táctica de ajedrez" para lograr un acercamiento. "Estos procesos no son para ansiosos", dijo. "Cada movimiento cuenta y la meta es estar cada día más cerca que ayer para llegar al objetivo final", expresó.
Albertoni valoró que, si bien este jueves no se llegó a todo lo que se pretendía, en el ministerio se ve "con buenos ojos" el paso logrado. "No hay duda que dejamos este proceso más cerca que desde donde partimos", señaló.
Señales no alentadoras
De todas formas, en el actual Poder Ejecutivo se admite que el aparente "alineamiento total" de la política exterior de Orsi con Brasil no permitirá abrir demasiadas perspectivas. "Las señales no son las más alentadoras" precisó un funcionario cercano al canciller Omar Paganini.
Se trata de uno de los temas que marcará la transición, al implicar obviamente al gobierno que asumirá el próximo 1º de marzo. Lo cierto es que para el Frente Amplio la adhesión a este tratado está lejos de representar una prioridad. El tema no está incluido en las bases programáticas que deberá seguir Yamandú Orsi. Allí se habla, por ejemplo, de "fortalecer y expandir el Mercosur como primer bloque de integración regional en lo político, cultural, social, económico y comercial". Un Mercosur que, justamente, puede representar políticamente el gran escollo para que Uruguay se incorpore a un acuerdo como el Transpacífico sin su aval político, principalmente el de Brasil.
En 2022, el pedido de adhesión de generó fuertes críticas en el Frente Amplio. Un documento de la Comisión de Relaciones Internacionales (Carifa) de la coalición de izquierdas cuestionó la decisión y recordó que Argentina, Brasil y Paraguay afirmaron en su momento que la voluntad de Uruguay de negociar en forma individual violaba "normas estructurales" del Mercosur, y se reservaron el derecho de iniciar acciones jurídicas y comerciales para preservar sus derechos.
En diálogo con El País, Ignacio Bartesaghi, director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), consideró "esperable" la decisión de este jueves.
En un evento llevado a cabo la semana pasada, Bartesaghi había considerado que Uruguay presentaba algunas "desventajas" en la negociación con respecto a otros países, sobre todo en cuanto a la cantidad de acuerdos comerciales cerrados. También apuntó a que Uruguay no llega a cumplir con la calidad y transparencia de las compras estatales, uno de los puntos exigidos para la adhesión.
En el evento, desarrollado antes del balotaje, el especialista había considerado que ninguno de los dos candidatos presidenciales iría a desconocer la importancia del Acuerdo Transpacífico. "Sería como dispararse un tiro en el pie", señaló.
China: alianza estratégica "muy lejos" de un TLC
El presidente electo, Yamandú Orsi, recibió este jueves al embajador de China, Huanh Yazhong, quien le entregó una carta personal del líder de su país, Xi Jinping, saludándolo por su triunfo electoral. En la misiva, a la que accedió El País, Xi señaló que China y Uruguay "son buenos amigos, confían entre sí y disfrutan de una cooperación en beneficio mutuo" en sus 36 años de relaciones diplomáticas.
"Se han apoyado firmemente en asuntos relacionados con sus intereses fundamentales, han logrado resultados fructíferos en diversos campos y han forjado una amistad profundamente arraigada entre sus pueblos", destacó el presidente chino.
En la carta, Xi le atribuyó "gran importancia" al desarrollo de las relaciones bilaterales, y dijo estar dispuesto a trabajar con Orsi para impulsar más resultados en la "asociación estratégica" que ambos países alcanzaron durante este gobierno.
En rueda de prensa, Orsi aseguró este jueves que piensa continuar con esa línea de relacionamiento con China, a la vez que reiteraba su escepticismo con respecto a la viabilidad de un tratado de libre comercio entre ambos países. "Esto está muy lejos", dijo. "El mundo hoy está en otra cosa y lo que sí está claro es que todos los avances que impliquen algo similar a un TLC involucra o debe involucrar a la región", precisó.