Tiene 64 años, es abogado y prevé seguir trabajando en el club de fútbol Montevideo City Torque. Fue ministro, candidato a intendente de Montevideo en 2005 y a presidente de la República por el Partido Colorado en 2009 y 2014. Fue senador hasta 2020, cuando se alejó de la política. El martes anunció que en octubre presentará su lista al Senado y días después recibió en su casa a El País para dar esta entrevista. Dijo que no ha hablado con Julio María Sanguinetti de su retorno, pero que lo hará; que le avisó sobre su regreso a Luis Lacalle Pou, quien le respondió rápidamente el mensaje; y que vuelve para alcanzar acuerdos claves para el país
-¿Cómo fue la reunión con Andrés Ojeda (el viernes)?
-El otro día, antes de hacer el anuncio, lo llamé para que no se enterara por la prensa que iba a abrir una lista, y quedamos en vernos. Lo invité a almorzar en casa y vino; conversamos de la candidatura de él, de la mía y de lo que se venía. Vamos a compartir y trabajar juntos, porque estamos adentro del mismo partido, y aparte él es el candidato a presidente a quien todos apoyamos. Hablamos bastante de seguridad, del plebiscito de allanamientos nocturnos y de la necesidad de ponernos al hombro el trabajo para que se apruebe esa herramienta, que es muy importante para combatir el narcotráfico, pero también otros delitos.
-¿Hablaron de que se presentará usted electoralmente? ¿Con qué aliados?
-De eso, no. La idea es ver cómo puedo aportar a la candidatura de él, a la coalición republicana y al Uruguay. Ese es el objetivo. Yo tengo más experiencia en algunas áreas que la que tiene él. Fui legislador, ministro, entonces puedo aportar desde la experiencia a favor de su candidatura.
-El Partido Colorado va a presentarse en dos bloques, uno más cercano a Ojeda y otro más cercano a usted. ¿Lo conversaron?
-No, dos bloques nada. Yo vengo a sumar.
-Pero habrá dos sublemas.
-Van a ser sublemas distintos porque es lo normal, como hay en el Partido Nacional, en el Frente Amplio. Lo que nosotros visualizamos es que vamos a crecer. No es una cuestión de que uno viene a robar lo que hay o a pescar en la pecera. Uno viene a tratar de que haya más votos y que los colorados tengamos más bancas; y los dos estamos convencidos de que eso se puede lograr.
-¿Cuáles son las chances reales de que el Partido Colorado llegue al balotaje? Ojeda dijo que su incorporación es clave en ese sentido...
-Creo que es difícil, pero es posible; y es más posible de lo que muchos piensan. Quiero aportar a eso también. Medio en broma decíamos que es un poco, salvando la enorme distancia, como Luis Suárez ahora en la selección. No estaba para 90 (minutos), pero cuando entraba, entraba para sumar, y si no, sumaba integrando el grupo. Los dos coincidimos que hay una complementariedad: su juventud, lo bien que comunica, su liderazgo hoy, con alguien con experiencia en el Parlamento y en el Poder Ejecutivo que puede sumar.
-¿Por qué, siendo el líder del Partido Colorado, anunció en 2017 que no sería candidato a la Presidencia en 2019?
-Creí que había llegado a una etapa en la que tenía que tomar ese camino, en lo personal y en lo político. Me parecía que el partido tenía que darse la oportunidad de procesar renovaciones, candidaturas. En las dos elecciones que me presenté me acompañó el 75% y creí que lo mejor para el partido era que tuviera dos alas más parejas, que se generaran candidaturas nuevas. Creo que inicialmente sucedió, apareció (Ernesto) Talvi; después pasó lo que pasó.
-¿Por qué el regreso es en esta instancia y no como candidato a presidente, como muchos en el Partido Colorado se lo estaban pidiendo?
-Puedo hacer un aporte desde esta posición. El país está necesitando más diálogo, más búsqueda de acuerdos. Hoy veo que hay mucho ataque entre los distintos candidatos, partidos, etcétera. Mientras estuve en el Senado logramos siempre designar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia sin esperar el vencimiento del plazo, y los del Tribunal de lo Contencioso. Las dos veces logramos renovar la Corte Electoral y el Tribunal de Cuentas. Nombramos fiscal de Corte y en estos cinco años no se logró. Yo negociaba con Lucía Topolansky, también estaba Luis Alberto Heber, que era muy bueno, estaba Pablo Mieres. La democracia estable es un valor enorme en Uruguay. Quiero trabajar en ese espacio de las coincidencias.
-Se presentará en octubre, pero no lo hizo en junio. ¿El factor económico, la inversión que implica una campaña electoral, tuvo que ver en eso?
-No, no tiene nada que ver.
-Es un desgaste ir a una interna y después a octubre...
-Obviamente que estoy jugando suelto. Soy un 10 sin responsabilidad de marca hoy, y eso te da otra libertad. Cuando miro para atrás, los años que estuve en la política, recuerdo con mucho cariño dos momentos. Uno, cuando fui ministro, en la peor de las crisis. Sentí que se podía hacer y trabajar, que había resultados, en el Ministerio de Turismo, en el de Industria, lo viví… También en el Ministerio de Deportes y Juventud. En un momento estuve en tres ministerios y tengo un lindísimo recuerdo. Y tengo un gran recuerdo, también, de los últimos tres, cuatro años, en el Senado. Cuando me di cuenta que con la libertad que tenía en ese momento y sin obligaciones podía matarme laburando en lo que quería laburar, y esa libertad -que hoy también tengo- me parece que te ayuda a hacer las cosas mejor. Eso de estar pendiente de la candidatura, los recursos, esto, lo otro, terminás con cara de amargado. En esta etapa de mi vida quiero disfrutar de ayudar a los demás y al Uruguay.
-¿Algunos dirigentes le han planteado malestar o preocupación porque usted no compitió en la interna y vuelve ahora para octubre, compitiendo incluso en la interna colorada por bancas?
-Todo lo contrario. Ojeda me dijo que estaba muy contento y que era muy bueno. Dice que es la incorporación que puede llevar a jugar la final de la copa; y eso está bueno.
-¿En octubre está en disputa el liderazgo del Partido Colorado o eso ya se saldó en junio?
-¿Qué es liderazgo? Yo creo que hoy tenemos un candidato a presidente que es el que tiene la responsabilidad. El resto, todos tenemos el deber de hacer crecer al partido para ayudar al país. No me planteo el asunto en términos de liderazgo; yo no me siento líder. El Partido Colorado no tiene presidente, tiene secretario general, y eso no es un detalle menor, porque es un partido muy horizontal, es muy de trabajar entre todos. Uno aporta más, como en el caso de Andrés Ojeda que hoy es candidato a presidente, y otro aporta un poco menos, y todo el mundo tiene que aportar para mejorar al país.
-Usted cuando se fue era el líder indiscutido del partido por la votación que había logrado en la interna y luego en octubre de 2014.
-Nunca me lo planteé así. Me parecía que era el que tenía más obligaciones, porque cuanto más gente te vota, más obligación y responsabilidad tenés, un poco por aquello que al que mucho se le da, mucho se le exigirá. Esa cosa de endiosamiento personal: “Uy, el líder”. ¿Qué líder? Somos todos iguales. Uno tiene más obligaciones y las asume.
-Ha destacado el trabajo de este gobierno en la pandemia, ¿pero cuáles son las cosas que se hicieron mal o no se hicieron tan bien?
-La inserción internacional es un debe. El discurso fue el correcto, la orientación fue la correcta, pero en la concreción no llegamos: alguna cosa con Brasil, inversión en la frontera, y algún mercado en el que se levantaba alguna barrera. Pero Tratado de Libre Comercio como el Tratado de Libre Comercio que hizo Jorge Batlle con México no se hizo.
“El Mercosur no puede prohibirme negociar afuera; me voy”
¿Qué debería priorizar un próximo gobierno: las negociaciones para un tratado comercial con la Unión Europea o con China? “Lo primero que tenemos que saber es que a mí el Mercosur no me puede prohibir negociar afuera; y que lo voy a hacer”, respondió Bordaberry a El País, y agregó: “El problema es que cuando hacés eso tenés una especie de chaperón que va y le dice al país: ‘No haga tratado con este porque tiene un tratado conmigo por el que no lo puede hacer’. Que llama a los otros gobiernos y les dice: ‘Mirá que no hagas esto porque te metés conmigo’. Entonces, pelearte con Brasil para hacer un tratado con Uruguay... todo el mundo te suelta la mano”.
“Este Mercosur no me sirve, me voy”, sostuvo el candidato a senador que debería decirle Uruguay a sus socios, y señaló que si no hay reacción incluso tendría que iniciar ya los trámites para abandonar el bloque. “Si me querés y querés que me quede, me tenés que permitir lo que yo necesito”, planteó.
Para el dirigente colorado, “no podés decir de entrada ‘más y mejor Mercosur’, y después ‘che, me voy a quedar, por favor, déjame hacer esto’”, porque si los socios del bloque no te dejan, “no pasa nada”. Y presentó una metáfora: “El Mercosur es un matrimonio que funciona mal, que se lleva mal, pero todo el tiempo uno la trata de arreglar diciendo ‘pero te quiero mucho’”.
Bordaberry consideró que “el gran mérito en esta área del gobierno de Lacalle Pou es que habló de los problemas”, que dijo “esto no me sirve, esto está mal”. De todas maneras, propuso avanzar y decir: “Quiero seguir comerciando y relacionándome con ustedes, pero si no me lo permiten, me voy a tener que ir”.
Consultado sobre las consecuencias para Uruguay en caso de dejar el bloque, el senador respondió que “es una cuestión de ganar y perder”, y que debería hacerse un estudio para medir el impacto. “Hay tratados que hizo el Mercosur con algunos terceros grupos y países (por los) que habría que ir a esos países y decir ‘hagamos uno igual, porque yo voy a seguir’. Hay sectores a los que hay que buscarles mercados, el caso del arroz con el Brasil; con Argentina creo que ha bajado muchísimo todo. Hay también situaciones donde compramos más de lo que nos venden. Está claro, hay un desbalance”
En política internacional, “habría que plantearse qué es más importante: ¿tener una embajada ante algún país con el que no comerciamos mucho o una embajada ante las grandes empresas que hay hoy en el mundo?”. El senador propone crear “una embajada para las grandes tecnológicas, que es por donde hoy pasa gran parte de las decisiones”. Y se preguntó: “¿Quién puede tener más influencia: el señor Elon Musk o un país de por ahí? Vino Google, ¿cuántos más tenemos que tener?”
El exministro recordó que “hubo un esbozo” de una iniciativa así “cuando Jorge Batlle era presidente, que creó la oficina de atención al inversor en el Ministerio de Turismo”, la que estaba a su cargo. “Llegaba un inversor al Uruguay, ‘acá está su oficial que lo va a atender y le va a decir lo que tiene que hacer’. Hoy hay que buscarlos allá”, reclamó.
Gurméndez, Coutinho y Viera van en su lista: la 10
Bordaberry explicó en qué consiste el acuerdo con Gabriel Gurméndez (Impacto) y Tabaré Viera (Batllistas), quienes fueron precandidatos a la Presidencia en junio y con quienes se ha reunido en el living de su casa varias veces. “Yo no tengo todavía un acuerdo electoral; tengo un acuerdo de cómo trabajar con ellos, que me parece que es lo importante. Mi propuesta es algo muy horizontal, que se vincula con la pregunta del liderazgo. La invitación a todos los que quieran venir es a construir juntos una nueva propuesta. Vos no podés decir ‘che, te doy este lugar en la lista’, ‘y a vos este otro lugar’, y después llegás al Parlamento ‘¿y ahora cómo vamos a trabajar?’. Entonces, antes de hablar de acuerdo electoral, tenés que hablar de acuerdo en lo que vas a proponer y cómo vas a alcanzar los consensos. Yo no tengo un acuerdo electoral, tengo un acuerdo de sentarnos a tomar las decisiones juntos por consenso”. A ese pacto llegó con Gurméndez, Viera, el senador Germán Coutinho (Batllistas) y “con muchos más dirigentes” que han ido a hablar con él y que en los próximos días anunciarán el apoyo a este proyecto. “Hicimos un consenso de ir con una sola lista del Senado -como había informado El País esta semana- y eso principalmente para defender el trabajo de los candidatos a diputados”, dijo Bordaberry. La lista 10 competirá en todos los departamentos por bancas en Diputados. “En algunos lugares se puede presentar más de un candidato, según la conveniencia del lugar”, aclaró.
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