Redacción El País
Luego de que Carolina Ache renunciara en diciembre a la subsecretaría del Ministerio de Relaciones Exteriores fueron pocos los dirigentes políticos que la apoyaron. El expresidente Julio María Sanguinetti, los diputados Gustavo Zubía y Conrado Rodríguez y algunos más respaldaron su actuación. Su principal defensor fue el exsenador Pedro Bordaberry, que publicó en enero dos columnas en El País, donde acusó al entonces canciller Francisco Bustillo de mentiroso. Por aquella defensa y el vínculo político entre Ache y Bordaberry, integrantes del gobierno han señalado en las últimas horas que el abogado participó de alguna manera en la estrategia de defensa de la exvicecanciller. Sin embargo, allegados a ambos lo niegan.
Los consultados coinciden en que Bordaberry fue un apoyo muy importante para Ache, sobre todo por las dos columnas publicadas, pero aclaran que no tuvo ninguna participación en su defensa legal, la que estuvo a cargo del exfiscal de Corte Jorge Díaz. Así, disipan el rumor que circula entre jerarcas.
“Se le achacó a la subsecretaria no informar a su superior” sobre la peligrosidad de Sebastián Marset mientras el narcotraficante hoy prófugo tramitaba su pasaporte. “De la investigación surgió que este ya sabía de Marset. ¡Se la responsabilizó por no comunicar algo que el ministro y los directores ya conocían!”, publicó Bordaberry en una columna titulada “¿Cherchez la femme?”, en la que agregó: “Un año después, en la interpelación, el ministro afirma que nadie sabía quién era Marset cuando él sabía (se le había comunicado a su Secretaría) y además conocía los chats de los subsecretarios (...) ¿Quién afirmó en el Senado que nadie sabía quién era Marset y por ende mintió? Carolina Ache no. ¿Quién fue el responsable y permanece en su cargo como si nada? ‘Elemental, Watson’ diría Sherlock Holmes...”
Aquella columna generó suspicacias que Bordaberry compiló en su próxima publicación. “‘Fuentes’ de Presidencia hicieron saber que entendían que la columna, crítica con el ministro, era un movimiento que anunciaba mi retorno a la actuación pública. Lo mismo sucedió con otras ‘fuentes’ del Partido Colorado (PC) que concluían que se trataba de una jugada en contra del gobierno motivada en preparar un retorno a la actividad política. ¿Tan difícil es entender que se puede opinar sin pensar en segundas intenciones o posicionamientos políticos?”, se preguntaba el columnista, que aún se mantiene alejado de la actividad política. De todas maneras, el exsenador y Ache, junto a otros dirigentes, registraron el sublema Vamos Uruguay en junio de este año en el PC, informó La diaria.
Dos
Bordaberry pegó el portazo a la política partidaria tras las últimas elecciones internas, cuando Sanguinetti y el entonces candidato a presidente del PC, Ernesto Talvi, rechazaron su propuesta de formar una lista para sumar votos y colaborar con el partido desde el Senado. “Sanguinetti me cortó el brazo y eso no se hace”, dijo en julio de 2019 en Canal 12. Por su parte, Ache, líder de la lista 919, también quedó sin respaldo político: el sector que integraba, Ciudadanos, se lo quitó, razón por la que renunció a la vicecancillería.
Ambos grabaron a sus contrapartes sin avisarles para defender sus verdades (él a Rafael Michelini en 2011, ella al canciller en 2022). Comparten además visiones negativas de Bustillo, quien dimitió y declarará en Fiscalía. La disconformidad de Bordaberry es de larga data: en 2012, cuando el Senado aprobó la venia para que el diplomático asumiera como embajador en España, el legislador fue el único que se negó. “Voté negativamente la venia porque entiendo que hoy existen en la Cancillería profesionales de mejor currículum y carrera que el señor Bustillo”, dijo entonces.
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