PLANTA POTABILIZADORA
El ministro de Ambiente, Adrián Peña, habló de los motivos que llevaron a la administración a impulsar esta iniciativa, así como detalles de la obra y su impacto ambiental.
Adrián Peña, ministro de Ambiente, enumeró las razones que llevaron al gobierno a impulsar la construcción de una planta potabilizadora de agua en Arazatí, San José, con el objetivo de abastecer la demanda en Montevideo. Además, se refirió al impacto ambiental de una obra que superará los US$ 200 millones, según anunció ayer el presidente Luis Lacalle Pou.
Consultado sobre por qué es imprescindible que este proyecto que se concrete en el próximo tiempo, Peña planteó varias razones. "Lo primero, a lo que apunta esta obra, que la justifica, es un problema de seguridad. Hoy dependemos 100% de Aguas Corrientes y del río Santa Lucía. Entonces cualquier cosa grave que suceda en Aguas Corrientes o en el río Santa Lucía dejaría sin abastecimiento a 1.800.000 personas", dijo.
"Eso es algo que quizás nunca hemos tenido arriba de la mesa porque Uruguay no es un país de grandes catástrofes, pero la realidad es que cuando recibimos hace poco una consultora israelí en Uruguay nos señaló '¿Cómo ustedes duermen tranquilos dependiendo casi dos millones de personas de una sola fuente, de una sola planta?'", agregó en diálogo con Informativo Carve (850 AM).
"Saber que si algo gravísimo pasa en Aguas Corrientes y por un día o dos días no puede operar, tenemos de donde tomar agua para que Montevideo siga funcionando. No solo agua potable, sino el agua necesaria para evacuar los baños, por ejemplo", insistió. Detalló que la obra asegura "por lo menos, un mínimo de 80 litros de agua por día para cada ciudadano del área metropolitana", lo que impediría que "colapse" el sistema.
Como segunda razón, el ministro esgrimió la "demanda creciente" de agua. "Las proyecciones analizadas por todas las consultoras, no es de ahora sino de hace mucho tiempo, nos indican un aumento de la demanda que al año 2045 va a los 837.000 metros cúbicos diarios de demanda", dijo. La capacidad máxima de Aguas Corrientes de potabilización y de bombeo es de 700.000 metros cúbicos al día, añadió. El nuevo proyecto agrega un 30% más de agua, "lo que nos soluciona el problema en el abastecimiento en cantidad y presión".
El tercer punto por el cual el gobierno avanza en esta iniciativa, dijo Peña, es que "esto soluciona el problema de agua potable para localidades de San José". Indicó que el 55% del departamento quedará abastecido por esta línea, "sobre todo Ciudad del Plata, que es una zona creciente en materia de población, pero también localidades de San José que tienen un problema de un nivel elevado de arsénico".
Otro elemento que estuvo sobre la mesa es contar con un mayor margen de maniobra ante una sequía, así como una mejor gestión de Aguas Corrientes. "Operando como base en el sistema Arazatí, nosotros podemos gestionar mucho mejor el Santa Lucía, ¿por qué? porque tiene dos reservas importantes: Paso Severino (67 millones de metros cúbicos) y Canelón Grande (10 millones de metros cúbicos)", indicó.
"Hace un mes y pico cuando la sequía nos apretaba muchísimo, ya el embalse de Paso Severino se comenzaba a usar y a bajar. Si hubiésemos tenido Arazatí, no tocábamos Paso Severino y manteníamos la reserva para el momento en que apretara más", subrayó.
La obra
El proyecto, explicó Peña, implicará la toma, potabilización y bombeo de agua. La toma de agua estará a 1.500 metros de la costa, luego esa agua va a un pozo de bombeo y desde allí pasa a la planta de potabilización, ubicada a ocho kilómetros de la costa. En ese sitio se realizará el bombeo hacia un recalque de Melilla, que conecta con el resto del sistema de abastecimiento del área metropolitana. El caño para dicho bombeo aún no está hecho y será de una extensión de 80 kilómetros. "Es una obra de ingeniería bien importante, creo que la más importante que ha tenido Uruguay", destacó Peña sobre este paso, que es un "componente importante" de la inversión privada. La complejidad, agregó, es que el caño debe cruzar las rutas 1, 5, así como el río Santa Lucía y otros cursos de agua.
Peña estimó que en 10 días aproximadamente estarán prontos los pliegos y el contrato marco para hacer el llamado. Será en un régimen competitivo, pero el promotor del proyecto "tendrá una ventaja, como establece la ley (17.555, de iniciativas privadas de interés público) entre 5% y 20%". Este porcentaje, añadió, lo marca la administración.
El modelo de negocios que está establecido para este caso implica que el privado es quien "diseña, construye, financia y mantiene la infraestructura, que queda al servicio de la empresa pública". Es decir, aclaró Peña, OSE pagará por la "disponibilidad" de esa infraestructura para potabilizar el agua del río de la Plata. "Una vez concluida la obra y que OSE pueda utilizarla, ahí comenzará a pagar", acotó.
Impacto ambiental
El titular de Ambiente también fue consultado por el impacto ambiental que se prevé tenga el proyecto Arazatí. Planteó que el tomo III del proyecto detalla con un "grado de precisión importante" lo vinculado al eventual impacto ambiental. No obstante, aclaró que el "verdadero estudio de impacto ambiental comienza en el momento que OSE comunica al Ministerio de Ambiente que va a llevar adelante este proyecto, cosa que todavía no ha comenzado", en referencia a que ayer se aprobó la iniciativa.
"Esta es una obra que no es de alta complejidad desde el punto de vista ambiental. No es una planta de energía nuclear, ni siquiera es una planta, por ejemplo, de procesamiento de pasta de celulosa", puntualizó.
Peña dijo que esta iniciativa "tiene impacto ambiental como lo tiene todo, cuando hacemos un puente o una carretera (...) pero no hablamos de una obra de gran impacto ambiental".
Sin embargo, aclaró, "hay algunas cuestiones que hay que tener en cuenta, por ejemplo, al cruzar por el río Santa Lucía, cruza por área protegida (Humedaldes de Santa Lucía), hay áreas de preservación importantes que tienen que ver con reservas importantes de biodiversidad". Además, hay unas zonas con "patrimonio arqueológico que puede ser importante" en San José.
"Esos impactos hay que manejarlos, mitigarlos o compensarlos en algún caso, pero no estamos hablando de una obra que nunca se haya visto en el Uruguay", remarcó el ministro.