Peña, que también había mantenido conversaciones con Gabriel Gurméndez, presidente de Antel y otro factible precandidato, comunicó horas atrás a dirigentes de Ciudadanos que cederá el primer lugar de la lista 600 al Senado a Silva. En entrevista con El País,Peña cuenta los entretelones de esta negociación y su visión sobre el futuro de los colorados.
-Finalmente decidió no ser precandidato a la Presidencia por el Partido Colorado. ¿Qué lo llevó a tomar esta determinación?
-Hace tiempo que tomé la decisión de no ser candidato en esta instancia. Si bien siento que podía haber sido una buena oportunidad, creo que no están dadas las condiciones, sobre todo por temas personales, para enfrentar una campaña que necesita el 100% del tiempo, de la entrega y del compromiso. Mi entorno ya sabe de esta decisión hace tiempo.
-¿Por qué decidió dar su apoyo al hoy presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva?
-Creo que en Ciudadanos, desde la salida de Ernesto Talvi, siempre estuvo presente la idea de que el candidato iba a ser Peña o Silva. Al renunciar, entonces, entiendo que el candidato natural es Robert, con quien vengo trabajando desde hace tiempo, de hecho yo coordiné la campaña de su candidatura a vicepresidente en 2019. Siendo esto así, entiendo que, si él quiere, debe ser el candidato que debe llevar el sector.
-Se dio toda una polémica en los últimos días en cuanto a quién iba a liderar la lista 600 de su sector Ciudadanos. ¿Cómo se laudó esta discusión?
-Esa discusión se dio, es real, hay una cantidad importante de agrupaciones que entiende que yo debía encabezar la lista al Senado. Lo entiendo y lo agradezco, porque tiene que ver con que fui artífice del sector y trabajé mucho en estos años, pero también es cierto que para que Robert acepte ser candidato aspira a ser él quien lidere la lista. Si bien mis compañeros y amigos me insisten, entiendo que dadas las circunstancias del sector y de lo que el partido tiene que aportar para que la coalición republicana pueda volver a ganar, no podemos estar peleando por una banca en el Senado. Cuando uno lo mira en perspectiva, si la discusión es una banca en el Senado estamos lejos de lo que nos trajo a la política. Por eso creo que está bien dar un paso al costado y que la lista la pueda liderar Robert.
-¿Para usted no es importante?
-El día que yo tenga que decidir algo por la banca, me alejo de lo que tengo que hacer en política. Así que le comuniqué a Robert que de ninguna manera será un impedimento su aspiración de ser primer senador. Yo no aspiro a ese lugar, porque tenemos que velar por una recuperación electoral, una buena performance del sector y del partido. Para que la coalición renueve, el partido tiene que estar bien y para eso el sector mayoritario tiene que estar muy bien. Si para ello yo tengo que renunciar a alguna aspiración, no tengo ningún inconveniente. Es momento de renunciamientos, de demostrar grandezas.
-Sin embargo, lo cierto es que sí hubo toda una polémica por quién ocupaba ese lugar en la lista…
-Bueno, la discusión nunca se generó por una aspiración de Adrián Peña. La conversación se generó porque compañeros del sector entienden que lo justo o lo legítimo era que yo encabezara esa lista, en la medida en que según ellos fui el que sostuvo al sector. Otros entienden que si hay un candidato lo natural es que ese encabece la lista. Creo que es una discusión lógica, con fundamento y legitimidad de ambas partes. El tema es que yo decidí laudar la discusión. Tenemos 100 cosas que solucionar, muchos temas que encarar, y esa disputa no nos podía mantener en la inacción. Eso sería lo peor. Ahora las cosas van a empezar a moverse. Las distintas agrupaciones le van a pedir a Robert que sea candidato. Seguramente tengamos una asamblea de Ciudadanos en octubre y ahí también vamos a promoverlo. Vamos a estar todos juntos, caminando y potenciándonos, porque somos un colectivo que tiene en su diversidad su grandeza. Una fractura, desde mi punto de vista, habría significado algo muy complicado para el Partido Colorado.
-Algunos dirigentes, ante este reclamo de Silva, habían manejado la posibilidad de apoyar al presidente de Antel, Gabriel Gurméndez. ¿Se analizó seriamente esta posibilidad?
-Hay compañeros que en este marco promovieron la posibilidad de una lista encabezada por mí y con el apoyo a Gabriel. Él es alguien a quien yo conozco desde hace mucho tiempo, creo que es un buen candidato para el partido, porque tiene experiencia probada en lo público y en lo privado, con trayectoria colorada, siendo ministro de Jorge Batlle y también manteniendo un papel importante en la recuperación democrática. También nos da garantías. De no haber habido un acuerdo en Ciudadanos era una posibilidad. No hay nada que nos diga que Gabriel es un mal candidato, ni que nos imposibilitara acompañarlo, pero mi prioridad siempre fue que podamos salir unidos de este intercambio dentro del sector.
-¿Se pueden generar diferencias internas en Ciudadanos tras esta decisión suya?
-Creo que no, porque creo que esta barra que me ha sido leal y me ha acompañado entendió las razones. Está dispuesta a acompañarme, entiende mi visión macro del asunto. Hay que tener gestos de grandeza y dar pasos hacia adelante para que lo mejor pase. Yo tomo esta decisión con optimismo de que nos va a ir bien. Porque esta es una decisión que genera movimientos dentro del partido, se dispara una candidatura pero también otras. Las cosas se empiezan a mover y eso implica que el Partido Colorado va a tener su menú de candidatos dentro de la cancha. Creo que se destraba una situación compleja y que hay oportunidades en el horizonte. Hay que dejar de mirar nimiedades, si con votito más o votito menos puede haber una banca o no.
-¿Gurméndez también pedía como condición ocupar el primer lugar en su lista al Senado?
-No lo llegamos a hablar, pero Gabriel en todo caso será el candidato de su sector (la 15) y encabezaría la lista de su sector. Nosotros hubiésemos sido una columna de apoyo encabezando yo el Senado. Pero eso era romper Ciudadanos y todo lo rico que generamos. Creo mucho en el sector y en la importancia que tiene para renovar el gobierno, porque estamos parados en el centro del espectro político, nos identificamos con el batllismo primigenio, con la socialdemocracia, que dialoga de manera muy fluida con la mayor parte del electorado uruguayo.
-Silva viene del Foro Batllista, ¿esto es un problema para Ciudadanos?
-Ciudadanos es una construcción reciente y venimos de todas partes: del Foro, de Vamos Uruguay, de la 15… La diversidad construyó a Ciudadanos. La aspiración de Robert, además, es encabezar algo más amplio que Ciudadanos. Él procurará otros apoyos. Se formará un paraguas que se traducirá en un sublema para la elección. Robert va a ser una expresión electoral que va a tratar de atraer otros apoyos y es positivo.
-¿Va a ser el segundo candidato en la lista al Senado?
-Así como es natural que, al desistir yo de mi candidatura, Robert sea el primero en la lista, también lo es que yo esté como segundo. Pero no es algo hablado. Cuando lleguen los tiempos de las listas lo veremos. Mi objetivo político no está puesto en ser senador.
-¿Y se va a presentar por una banca en la Cámara de Diputados?
-En Canelones nuestra agrupación ha sido mayoritaria y en principio mi interés es renovar, pero creo que es tiempo también de abrir la cancha y que aparezcan más personas. Ya se verá.
-¿Aspira a la intendencia de Canelones?
-Bueno, esta decisión de no ser candidato a la Presidencia y acompañar a Robert, va unida a otras decisiones que yo comuniqué a mi gente en Canelones. Una de ellas tiene que ver con hacer resurgir al Partido Colorado en Canelones, que es un departamento batllista, de clase media, de pequeños productores, de pequeños empresarios. Creo que tiene un ADN batllista y creo que estamos en tiempo de recuperar esa identidad. Siento ahí una oportunidad grande, sobre todo ahora que nos encaminamos a un acuerdo para comparecer en un sublema juntos con el Partido Nacional y Cabildo Abierto.
-¿Pero va a ser candidato?
-Es un proceso. Lo primero que quiero es recuperar al partido. Es allí donde vivo y tengo mi trabajo, y lo que quiero es empezar a recorrer y a pensar un nuevo Canelones. Si eso culmina en una candidatura, sería un honor.
“Nos tenemos fe para ganarle a Pedro”
-¿Qué debería hacer el Partido Colorado para aumentar su caudal de votos?
-Sin candidatos en la cancha la última encuesta nos dio 7%. Somos los únicos que no definimos candidatos, así que ahora al empezar a definirlos creo que las cifras van a cambiar. La carta que tenemos es que podemos demostrar nuestra gestión. Si los candidatos son Silva, que llevó adelante la transformación educativa; Gurméndez, que ha hecho una muy buena gestión al frente de Antel; y Tabaré Viera, que está en Turismo, y también puede demostrar gestión, creo que vamos a estar bien. Confío en que vamos a tener una buena performance.
-¿Cree que el episodio en cuanto a su título universitario perjudicó al partido en su conjunto?
-Creo que no. No me he perdonado aún. Pero esto pasó por la Comisión de Ética y pude demostrar que tuve los estudios terminados. No creo que el partido tenga dificultades por eso. No niego el error (de haberse presentado como licenciado sin aún haberse recibido), no niego el desliz.
-¿Qué pasa si vuelve Pedro Bordaberry? ¿Reconfigura toda la interna?
-Es un actor relevante y seguramente algunas cosas se moverán. De todos modos, en Ciudadanos siempre dijimos que íbamos a tener nuestro camino, independientemente de lo que Pedro haga.
-¿Un regreso de Pedro le costaría dirigentes a Ciudadanos?
-Creo que no y que si hay pérdidas serán menores. Es un sector que va a retener, por sentido de pertenencia, por su identidad y claridad en el rumbo, a su dirigencia. Igual es un actor que modificaría el escenario y con el que habría que competir. Y nos tenemos fe en esa competencia para ganar.