Por Joaquín Silva
"Si aparece es porque redobla la apuesta”, reflexionó un senador del Partido Nacional que esperaba la llegada de Gustavo Penadés a la reunión de bancada de este partido ayer a la tarde, la misma que se hace todos los lunes aunque esta no iba a ser una más.
Penadés, denunciado días atrás por presunto abuso y explotación sexual de menores -un impacto inesperado para los nacionalistas, que desde entonces sufren el “desconcierto” de una situación que genera diversas “sensibilidades”- llegó puntual a las 17.30 horas a la sala Martín C. Martínez del Palacio Legislativo, con una sonrisa fría y la determinación -tomada desde el primer momento- de no declarar a la prensa ni en esta oportunidad ni en ninguna otra hasta que el asunto se dirima en la Justicia.
La presencia o ausencia de Penadés era particularmente relevante como mensaje político y anticipatorio de lo que resolvería en cuanto a su futuro próximo y de qué manera iba a afrontar la defensa de su caso. En concreto: si pediría o no licencia parlamentaria mientras se dilucida su situación, lo que su entorno ha transmitido que, de acuerdo a la planificación del senador, es algo que debería suceder en algún momento en el “corto plazo.”
Pero Penadés se hizo presente y comunicó que, de momento, continuaría con las tareas habituales como senador. Aunque, eso sí, aseguró que en el caso de ser citado por la Fiscalía, en el marco de la investigación de oficio que ya está en marcha y que tendrá actuaciones esta tarde, se tomará “eventualmente” una licencia por tiempo indeterminado.
Esto, sin embargo, no reúne “consenso” en la bancada. Porque mientras algunos entienden que debe respetarse el debido proceso y el “principio de inocencia”, otros piensan que las meras acusaciones componen un panorama insostenible que de hecho pone “incómodos” a algunos legisladores blancos.
Así, los del primer grupo priorizan el vínculo de muchos años con el senador y la “credibilidad” adquirida a lo largo de una vida dedicada a la política más un prestigio construido como fruto de ese esfuerzo, mientras que los otros, en cambio, se inclinan por tomar al menos distancia de acusaciones graves y aguardar el desenlace de un caso tan polémico.
Momentos difíciles
Una vez adentro, Penadés pidió la palabra y comenzó así una reunión que para algunos senadores blancos estaba cargada de cierta “tensión”, pero no por la contraposición de posturas que pudiera haber en relación al caso sino por “la situación de desgracia” que atraviesa el partido por efecto de las denuncias públicas y lo que ha declarado en medios y redes sociales Romina Celeste Papasso.
Lo que dijo el dirigente herrerista a sus compañeros de bancada, en un encuentro que duró una hora y media, puede dividirse en dos partes, según indicaron a El País participantes de esta reunión.
Por un lado, el senador afirmó que está viviendo “momentos difíciles” y negó, tal como lo hizo en la declaración pública que realizó el 29 de marzo pasado, todas las acusaciones que pesan en su contra. Palabras más, palabras menos, Penadés reiteró que “nunca ocurrieron” los hechos que se le imputan, que son básicamente haber pagado por tener sexo con menores de edad, incluso hasta tiempos recientes -de acuerdo a testimonios difundidos por Radio Sarandí días atrás.
Por el otro, declaró que estaba a “disposición” de la bancada y que -tal como también ya lo dijo públicamente- nada está más lejos de su voluntad que dañar al partido, el Senado o el gobierno, y fue entonces que dijo que en caso de ser citado por la fiscal Alicia Ghione “no intentará incomodar” a nadie y daría un paso al costado.
En rueda de prensa tras finalizar la reunión, la senadora Graciela Bianchi reconoció que todo este asunto “sin duda” preocupa a su bancada pero que los legisladores coinciden en que Penadés, hasta ahora, ha actuado “de acuerdo a derecho”. “Está esperando a que la Fiscalía lo cite (..) todavía no recibió ninguna citación oficial”, remarcó Bianchi.
Y consultada sobre si hubo apoyos explícitos hacia el herrerista respondió que eso no era necesario. “No se necesitaban apoyos explícitos, porque conocemos al senador Penadés y fundamentalmente porque le ha dedicado toda su vida a la política, al Partido Nacional... Si el senador Penadés sigue en funciones es porque sabe que no le hace daño al Partido Nacional, que no le hace daño al Senado de la República, porque conociéndolo sabemos que sería la primera persona que daría un paso al costado si tuviera alguna duda sobre su conducta”, dijo Bianchi, que agregó enseguida que, además, Penadés solicitó que no hubiera respaldo. “Nos pidió que no hubiera apoyos explícitos, sino que simplemente quería compartir las decisiones que había tomado, y nosotros las aceptamos como tal”, añadió.
En la reunión todos pidieron la palabra. Y pese a que en líneas generales avalaron la exposición del denunciado, hubo espacio para que algunos legisladores manifestaran ciertos matices.
Por ejemplo, el senador Sebastián Da Silva afirmó que, más allá de la voluntad de Penadés, creía que no era conveniente expresar “un apoyo corporativo” ya que se trata de una circunstancia “personal” que debe afrontar Penadés en soledad.
La senadora Gloria Rodríguez y la vicepresidenta Beatriz Argimón, en tanto, aprovecharon la ocasión para abordar la “homosexualidad” como tema que históricamente ha estado velado en filas del Partido Nacional.
La primera resaltó la importancia de que Penadés haya reconocido públicamente su orientación sexual en la conferencia que dio a fines del mes pasado, sobre todo teniendo en cuenta las dificultades que han atravesado los dirigentes blancos que intentaron levantar, en el partido, la “bandera de la diversidad”.
Argimón, a su turno, reafirmó esas palabras e hizo hincapié en el “sufrimiento” por el que han pasado dirigentes y militantes nacionalistas por no poder “hablar francamente” de su sexualidad, y que en ese sentido la declaración de Penadés del otro día fue un paso importante.
“Hubo un pase de facturas sobre ese tema”, reconoció uno de los legisladores presentes en la reunión.
Romina Celeste declara esta tarde
Sobre las 15 horas de esta tarde la militante del Partido Nacional, Romina Celeste Papasso, declarará ante la fiscal Alicia Ghione por las acusaciones que hizo hacia el senador Gustavo Penadés, informaron a El País fuentes de Fiscalía.
El pasado 23 de marzo, la joven denunció públicamente al senador por haber abusado de ella cuando era menor de edad. Pero su referencia al caso, comenzó días antes a través de su cuenta de Twitter, en la que mostró su enfado tras las declaraciones del senador sobre la afiliación de Celeste al Partido Nacional.
Se trató del puntapié inicial, para que la militante decidiera relatar sus acusaciones durante el programa “Hacemos lo que podemos”, en el canal Undertake Producciones. Allí la joven aseguró que mientras ella caminaba por la Avenida Ricaldoni (Parque Batlle) Penadés paró en un auto gris. “Yo en ese momento me había escapado (de casa) y (...) fue la primera vez que alguien me para”, señaló. “Estaba sola. Para el auto y me dice ‘querés dar una vuelta?’ Yo le dije que sí”, relató.
Romina Celeste afirmó que se subió al asiento de acompañante. “Me preguntó qué me gustaba, todas esas cosas...”, añadió. En su relato aseguró que en aquel entonces tenía 13 años y que el accionar del senador le “marcó la vida, de ese momento a toda la vida. Fue el comienzo de todo lo malo”.
Según la joven, el senador le pagó luego de que se produjera el supuesto hecho de abuso sexual y esto fue el inicio de la joven en la explotación sexual. “Cuando él me deja, me dice ‘yo te voy a dejar acá adentro’, o sea en las calles de adentro del parque, para que nadie vea. Y de ahí ya enseguida me para otro auto, y ahí me subo, y ahí me vuelven a pagar”, contó.
También señaló que en esa ocasión “fue todo adentro del auto”. Las repercusiones no se hicieron esperar y en la misma noche de las declaraciones de Celeste, fuentes del Partido Nacional informaron a El País que el legislador presentaría una denuncia por difamación. Al día siguiente, el legislador confirmó que lo haría en una conferencia de prensa, donde sostuvo que “todos conocen” su orientación sexual, pero negó que haya abusado de ella y de otros menores edad. Solo quieren someterme al escarnio público”, cuestionó.
Luego la Fiscalía decidió actuar de oficio dando inicio a la actual investigación signada por una estricta reserva que busca impedir la mediatización del caso.