"Ver Otra Montevideo". Eso es lo que propone, jugando con parte de su nombre, Verónica Piñeiro, que este viernes lanzó en la sede del Frente Amplio (FA) su campañacomo candidata a la intendencia capitalina (IMM). Una premisa con la que, casi imperceptiblemente, marcó un matiz con su principal contrincante interno. Mario Bergara, quien habla de un "nuevo" Montevideo, en masculino. Piñeiro prefiere el femenino. Sea como fuere, coincide en un necesario cambio en una gestión con déficit en varias áreas. Que queda, además, de manifiesto con su otra premisa: "Re-evolucioná Montevideo".

"Supone re-evolucionar la forma en que nos movemos, en que gestionamos nuestros residuos y cuidamos el ambiente", afirmó la candidata, al señalar los ejes centrales de su propuesta, a la espera de que el FA presente a mediados de este mes su programa para la capital. "Tenemos que re-evolucionar la forma en que nos recreamos, la forma en que disfrutamos de los espacios públicos y cómo convivimos en la ciudad", agregó.

Más allá de propuestas -que no describió- Piñeiro consideró fundamental debatir sobre los "dos proyectos" que existen para Montevideo que, a medida que avance la campaña, quedarán cada vez más claros. Uno, el del FA, "el único capaz de acompañar los cambios para una ciudad del siglo XXI". El otro, el de la Coalición Republicana, "piensa en un gobierno para pocos y niega las soluciones colectivas". Además, dijo, propone "soluciones mágicas a problemas estructurales " y cree que la iniciativa privada es la que debe guiar las decisiones".

Piñeiro, que recordó que en noviembre los uruguayos "le dijeron que no al proyecto de los 'malla oro'", dijo estar segura de que en mayo se le dirá que no "al proyecto de una ciudad para unos pocos", que "cree que debemos perseguir a los más vulnerables aplicando la ley de Faltas, en lugar de abordar esas situaciones a través de políticas sociales profundas". Ese, insistió, es "el proyecto de derechas de Martín Lema", un proyecto "excluyente" con "eslóganes vacíos".

La candidata -la única que como gerenta de Gestión Ambiental participó en la administración de Carolina Cosse- afirmó que su proyecto rescata "el espíritu revolucionario y transformador" de la intendencia de Tabaré Vázquez y se inspira en el "legado" de Mariano Arana y su "mirada transformada urbana".

Al igual que otros postulantes del FA, Piñeiro apuesta al cambio de signo en el gobierno nacional para que se termine la política de "ahogo financiero" al que, afirmó, sometió a la comuna la administración del Partido Nacional que, desde la Junta Departamental de Montevideo se opuso además a que la IMM recibiera un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la implementación de un nuevo plan de limpieza.

"Hoy hacen campaña con la situación financiera que ellos ayudaron a producir. Pusieron sus intereses por encima del bienestar de los vecinos. Pusieron a los montevideanos como rehenes de su estrategia electoral", indicó.

Piñeiro, cuyo impulso llega principalmente del Partido Comunista (PCU) y de las Bases, cerró su presentación hablando de sus sueños. "Sueño con un Montevideo de todas y todos", dijo. "Moderno, integrado, diverso". Una ciudad "donde todos podamos desarrollar nuestras potencialidades" en la que "todos podamos movernos fácilmente para acceder a todo".

También aseguró soñar con una "Montevideo más nuestra", en la que el acceso a bienes, servicios e infraestructura de calidad "no sea privilegio para quienes viven en algunos lugares de la ciudad". Una Montevideo, insistió, en la que el acceso a bienes culturales "no sea un un privilegio para quienes puedan pagar una entrada". La candidata concluyó: "sueño con una Montevideo que cuide, que promocione derechos, en particular para los más vulnerables, en los que todos y todas tengamos voz".

La campaña de Piñeiro subraya que el Frente Amplio (FA) necesita hoy un proyecto político que "nuevamente sintonice" con las expectativas de los vecinos de Montevideo y del que todos sientan que pueden formar parte.

Según esta visión ese nuevo proyecto no implica solamente cambios en la gestión de la IMM. "Requiere transformar radicalmente la forma en la que pensamos Montevideo", se afirmó. "Tenemos que asumir el desafío colectivo de re-evolucionar la manera en que vivimos la ciudad y el departamento", se concluyó.