CAMBIO DE MANDO

El presidente chileno Sebastián Piñera llegó a Uruguay para ser parte de la asunción de mando de Luis Lacalle Pou, y durante su estadía se reunió con el rey Felipe VI de España, con el presidente colombiano Iván Duque, y prevé un encuentro con su par brasileño Jair Bolsonaro.

"Hemos venido a compartir con el presidente Lacalle y le deseamos la mejor de las suertes", dijo Piñera en un breve encuentro con la prensa, en las afueras del Radisson, y contó sobre las conversaciones que mantuvo tanto con el rey Felipe como con el colombiano Duque.

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Piñera dijo que con el rey de España se juntaron para "discutir cómo acelerar el nuevo acuerdo de colaboración económica y política entre Chile y la Unión Europea". Y con Duque, lo que conversaron fue sobre "darle un nuevo impulso a la Alianza del Pacífico y también a Prosur. En la Alianza del Pacífico, que se incorporen los miembros asociados u2014el caso de Canadá, Singapur, Nueva Zelanda, Australiau2014". Además, hablaron de incorporar "la agenda ambiental como parte esencial de esta alianza".

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Por último, Piñera dijo que "vamos a conversar también con el presidente Bolsonaro", con quien tiene previsto hablar sobre "acelerar la aprobación en los congresos del Tratado de Libre Comercio que logramos con Brasil", y "discutir el acuerdo que estamos conversando para construir un cable submarino que permita unir a América Latina con el Asia pacífica", entre otros temas de interés.

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Cuestionado acerca de las protestas y movilizaciones que se preparan en Chile para el mes de marzo, Piñera dijo estar convencido de que "la inmensa mayoría de los chilenos quiere paz, tranquilidad, que se restablezca el orden público, seguridad para poder desarrollar su vida con normalidad. Por eso, la agenda del gobierno en marzo es restablecer en plenitud el orden público, la seguridad ciudadana, combatir la violencia con toda la decisión del mundo, y esperamos que las fuerzas políticas nos apoyen en esta misión".

Para Piñera, frenar el estallido social y denunciar la violencia y a los "violentistas", no solo es una tarea del gobierno, sino "de todos los chilenos de buena voluntad". 

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"Todas las manifestaciones pacíficas son parte de la democracia, y por tanto el gobierno las aprueba, las respalda y las protege. Pero hay que distinguir claramente a las manifestaciones pacíficas, que son un derecho de los ciudadanos, y no la violencia criminal que es la que está destruyendo vida, sueños, empleos", declaró y enfatizó: "Terminemos con la violencia en Chile. La violencia destruye, mata y no conduce a ninguna parte".

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Piñera también dijo que en marzo se dedicarán a impulsar la agenda social en Chile, lo que implica "mejorar las pensiones de la clase media y las mujeres, hacer la gran reforma de la salud" y "aprobar el proyecto de ingreso mínimo garantizado". Y que también se aumentarían las penas de los delitos económicos, "para tener un Chile con menos abusos y mayor igualdad de oportunidades".

Lo otro que espera que el Congreso apruebe es "la ley que permite a las Fuerzas Armadas proteger nuestra infraestructura crítica, para que no incendien nuestros hospitales, plantas de agua potable, centrales de electricidad. Es la gran tares del gobierno para este mes".