ELECCIONES
Participó el 77% de habilitados y hubo menos votos en blanco y anulados
Fue un chiste que estuvo en boca de varios ocurrentes en las redes sociales: como no podía ser de otra forma, las elecciones de los tres directores sociales del Banco de Previsión Social (BPS) -desconocida y de poco interés para tantos uruguayos- transcurrieron en un domingo gris y lluvioso, que contrastó de manera casi retórica con el sábado soleado y caluroso que lo precedió, y que fue escenario festivo para cerca de 30.000 brasileños que disfrutaron en el Centenario de la final de la Libertadores entre el carioca Flamengo y el paulista Palmeiras.
Porque es una elección que suele tener un alto porcentaje de votos en blanco y anulados y que, por ser obligatoria -tema que una y otra vez vuelve al tapete (ver recuadro)-, son varios los que acuden desganados y, en muchos casos, desinformados. Sin embargo, en principio y de acuerdo a los datos del escrutinio primario de la Corte Electoral, la jornada electoral de ayer fue diferente a la de 2016, en al menos tres elementos: se constató una participación de un punto porcentual superior -77% versus al 76% de hace cinco años-; el padrón fue algo más amplio -más de 1.800.000 habilitados contra los poco más de 1.520.000 que había en 2016-; y además, pese al desconocimiento general sobre esta elección, se registraron notoriamente menos votos blancos y anulados. De hecho, al contrario de 2016, esta vez casi no hubo candidatos -la excepción fue un caso- que tuvieran menos adhesiones que sobres vacíos o votos anulados, como había sucedido en los comicios de hace cinco años y medio; en donde incluso los que no se decidieron por nadie fueron más que el candidato más votado en dos de los tres órdenes.
¿Qué cambió? Tal vez sea pronto para saberlo, pero hay algunas explicaciones fáciles. “En estas elecciones hubo una oferta electoral más amplia que motivó a aumentar la participación”, analizó, por ejemplo, el ministro de la Corte Electoral Arturo Silvera en diálogo con El País. En declaraciones a Telemundo, Alfredo Cabrera, presidente del BPS, opinó que en esta ocasión hubo más prensa sobre los comicios que en otras oportunidades, aunque admitió “se dio el contrasentido” de que se piense lo contrario.
Los ganadores
Esta elección tuvo como novedad al novel movimiento Un Solo Uruguay, que presentó tres candidatos, uno para cada orden, y que en las últimas horas tuvo el respaldo de algunos actores del oficialismo, como los senadores nacionalistas Sergio Botana y Graciela Bianchi, entre otros.
Lograron ganar en un orden: el de las empresas contribuyentes, en donde José Pereyra se impuso ante Marcelo Ríos, que representaba a más de 100 cámaras empresariales y agrupaciones monotributistas. La diferencia fue de 17 puntos porcentuales con 31,7% de los votos válidos contra el 48,9%-, tras el 100% del escrutinio.
“El movimiento (Un Solo Uruguay) logró al menos plantarse y pelear contra varias estructuras que estaban en el poder hace 29 años”, señaló Pereyra a El País.
Pero en donde le tocó enfrentar a los candidatos promovidos por el Pit-Cnt, este movimiento nacido en 2018 perdió. En el orden de los trabajadores fue reelecto Ramón Ruiz, que obtuvo el 54,5% de los votos válidos, contra el 32,3% de Luis Lisboa, tras el 100% del escrutinio.
“Ganamos de una forma muy amplia; vamos a contar con más de 400.000 votos, por lo que crecimos en comparación con la elección anterior”, dijo Ruiz, un dirigente de larga trayectoria sindical. Finalmente obtuvo 426.455 votos.
Anoche ya adelantó parte de las prioridades que llevará adelante en su segundo período: “Estamos en un momento donde se está discutiendo la reforma de la seguridad social, que viene con recorte, es injusta e inhumana, y este resultado nos posiciona bien para dar ese debate”, dijo, y agregó: “Seguiremos trabajando como lo hemos hecho: escuchando las necesidades de la gente y elaborando propuestas para solucionarlas”.
Entre los jubilados y pensionistas el ganador es un conocido, porque es su segunda reelección. Sixto Amaro, de la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas y apoyado por el Pit-Cnt, obtuvo el 46,5% de los votos válidos y venció a la candidata de Un Solo Uruguay Virginia Vaz, que consiguió el 37,9%, y a Héctor Morales, que sin el respaldo explícito de ningún movimiento logró un exiguo 7,6%, con el 100% escrutado.
Amaro -también de vasta carrera como sindicalista- se limitó a pronunciar palabras de agradecimiento. “Felicito a todos los jubilados y pensionistas, porque fue una jornada cívica, democrática, con una enorme participación de los adultos mayores, que tenemos que ponderar por todo lo que ha significado la pandemia”, valoró.
Y aunque esta vez enfrentó a una rival a la que le sacó 10 puntos porcentuales -cuando en 2016 la diferencia con el segundo había sido del doble- de todas formas, aseguró que, en su opinión, “siempre hay competencia”, pero que su organización “siempre da respuesta”.
La emoción que causó Lacalle Pou al votar
Luego de votar ayer por la mañana, el presidente Luis Lacalle Pou protagonizó una anécdota que se hizo viral a nivel de redes sociales, sobre todo a raíz de un video difundido en su propia cuenta de Instagram.
El primer mandatario, que puso su voto en la urna de un circuito del liceo N° 2 de Canelones, dialogó con vecinos de la zona a la salida, como suele hacerlo en cada recorrida. Pero, entre los intercambios que tuvo ayer, hubo uno que se destacó por la consecuencia que desencadenó: fue el que mantuvo con un hombre que se acercó a pedirle que visitara a su esposa, Lidia, que se encontraba en su casa, a dos cuadras del lugar e iba a cumplir 81 años el próximo martes 30.
Lacalle Pou no lo dudó, y ella lo recibió llorando, con las manos en el corazón y luego le dio un abrazo. “¡No te puedo creer, te adoro!”, le dijo Lidia. “Él me fue a buscar y me decía: ‘Vení a darle un beso, vení a darle un beso”, le respondió el presidente, también emocionado por el encuentro.
El debate sobre la obligación de elección
Como ya había ocurrido en los días previos a esta elección, ayer domingo actores del gobierno volvieron a referirse a la pertinencia o no de que estos comicios sean obligatorios. Uno que criticó esto mismo fue el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, líder del Partido Independiente, que a través de su diputado Iván Posada presentó días atrás un proyecto de ley para dejar sin efecto, precisamente, la obligatoriedad de esta instancia. “Estas elecciones solo deberían ser obligatorias para elegir los gobiernos nacional, departamentales y locales”, escribió en su cuenta de Twitter. En declaraciones a Telemundo agregó que lo mismo debería ocurrir con otros comicios, como el de las autoridades de la educación.
En tanto, la vicepresidenta Beatriz Argimón opinó, en diálogo con la prensa luego de votar, que este es “uno de los temas” a debatir en el futuro.