Un plan presupuestal ajustado que abre frentes de discusión al gobierno

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Argimón, Lacalle Pou y Arbeleche en conferencia de prensa. Foto: Leonardo Mainé (Archivo)

La idea central es reducir 15% el gasto sobre lo ejecutado en 2019. El equipo económico y los ministerios ya identificaron “oportunidades de ahorro”.

Motosierra es mala palabra entre los blancos. Esa imagen impactó duro en la campaña de 2009 cuando Luis Alberto Lacalle compitió por la presidencia contra José Mujica, quien terminó triunfando. Por eso Luis Lacalle Pou, hijo del expresidente, se ha despegado en todo momento de esa idea de cortar con esa herramienta el presupuesto. Pues desde el Frente Amplio se lo ha intentado presentar como una estrategia de ataque al joven líder blanco, hoy presidente de la República.

Pero recorte va a haber. El proyecto de ley de Presupuesto Quinquenal que el gobierno está diseñando tendrá un recorte, ajuste y redistribución del gasto para intentar ordenar las finanzas públicas, que heredaron del gobierno del Frente Amplio con un déficit fiscal que en 12 meses a junio alcanzaba a 5,5% del PIB.

Ese recorte que la ministra de Economía, Azucena Arbeleche y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Isaac Alfie, vienen trabajando con el equipo económico, quedó plasmado el viernes con una expresión clara del nuevo canciller Francisco Bustillo.

Hoy la ministra de Economía me hizo pelo, barba y depilación”, dijo el ministro en alusión a la previsión de cerrar embajadas y consulados para cumplir la necesidad de ajustar el presupuesto.

El gobierno tiene claro que el margen de maniobra es corto, y por eso el presidente de la República Luis Lacalle Pou le ordenó a todos sus ministros detectar los lugares de donde generar “ahorro”. Esa es la palabra que el presidente eligió para explicar la intención de recortar.

La idea es reducir 15% el gasto sobre lo ejecutado en 2019. Si bien hay realidades muy distintas y no en todos los incisos presupuestales se puede lograr esa magnitud de recorte, el objetivo es que en el período todos terminen gastando menos que en 2019, indicaron a El País fuentes del gobierno.

Luis Lacalle Pou junto a Azucena Arbeleche. Foto: Leo Mainé.
Luis Lacalle Pou junto a Azucena Arbeleche. Foto: Leonardo Mainé.

De hecho, en el trabajo del equipo económico con los ministerios ya se han identificado oportunidades de ahorro, aunque no todos tendrán la misma velocidad. A eso se suma que en la ley de Presupuesto se van a incluir mecanismos de mejora de gestión que van a traer nuevas oportunidades de ahorro, indicaron en el gobierno.

El pedido de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto es detectar sectores donde se definió gasto y no ha cumplido su objetivo, o que se superpone con otras áreas, o que a entender de las nuevas autoridades se debe redireccionar. De esa forma se pretende generar el ajuste y cortar proyectos que no tienen eficiencia.

De todos modos ese ajuste no afectará las políticas sociales; es el compromiso del Poder Ejecutivo. Es por eso que dentro de ese compromiso global, pueden definirse excepciones para algunos ministerios. Uno de los casos que ha solicitado quedar al margen del pedido de “ahorro” es el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), que se ha visto recargado en su tarea producto de la emergencia sanitaria por el coronavirus.

Mañana lunes y el martes el presidente de la República, junto al equipo económico trabajará en la Residencia de Suárez y Reyes para empezar a delinear el presupuesto quinquenal.

Los incisos de la Administración Central (ministerios y Presidencia de la República) están bastante alineados en cuanto al ahorro y también las empresas públicas. Todavía restan reuniones con varios del “artículo 220 (de la Constitución)” que comprende al Poder Judicial y organismos como la Administración Nacional de Enseñanza Pública.

En el caso de las empresas públicas, las fuentes dijeron que “al menos” reducirán sus inversiones y gastos operativos en un 15% respecto a lo ejecutado en 2019 y en el último caso deberán añadirle otro recorte de 5% en 2021 sobre lo ejecutado en 2020. Además no se llenarán las vacantes existentes al 31 de diciembre de 2019 y de cada tres que se generen a partir de esa fecha, solo se llenará una. También se reduce en 40% la partida para contratación de pasantes, becarios y otros.

Lo que se busca es una mejor eficiencia en el gasto; una consigna que persiguen todas las administraciones. De todos modos el nuevo gobierno tiene presente que durante la discusión presupuestal se le disparará la conflictividad: tanto a nivel sindical, como con los actores políticos.

Pero el gobierno también tendrá el llamado “fuego amigo”. Pues uno de los integrantes de la coalición, el debutante Cabildo Abierto que lidera Guido Manini Ríos, ya marcó prioridades presupuestales que marcarán la discusión. Ese partido pretende que se definan aumentos salariales significativos a las fuerzas castrenses.

Ferreri: “Preocupa la motosierra de Alfie”
Pablo Ferreri. Foto: Darwin Borrelli

El principal frente de batalla que tendrá el gobierno será en el principal partido de la oposición: el Frente Amplio. Es que los exintegrantes del equipo económico, que secundaron a Danilo Astori, entienden que el actual gobierno no ha definido una política económica clara.

“Veo con mucha preocupación el recorte indiscriminado y feroz del presupuesto público. Pero lo más preocupante de eso es que demuestra que no hay rumbo de política económica. Alfie (director de la OPP) con una motosierra no demuestra tener un rumbo, sobre todo porque cuando se recorta al barrer no hay prioridades establecidas”, opinó el exsubsecretario de Economía, Pablo Ferreri al ser consultado por El País.

En ese sentido opinó que el país sí necesita acciones para corregir los desajustes en el déficit, pero que los “ajustes de cinturón” anunciados por las autoridades del Poder Ejecutivo a grandes rasgos, no se orientan en la línea de atacar el déficit fiscal.

“El déficit debe ser atendido. Uruguay debe mejorar su situación fiscal pero eso tiene que hacerse en las cuestiones que mueven verdaderamente la aguja. Y en Uruguay el principal factor de contribución al déficit fiscal es la seguridad social. Eso no se trata en el presupuesto”, declaró el dirigente del Frente Amplio.

Por otro lado discrepó con el senador de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, sobre la atención que en los gobiernos del FA se le dio a los salarios militares. “Los salarios de la tropa son bajos pero no es cierto que han sido desatendidos. En los gobiernos del Frente Amplio hubo, en el período pasado, aumentos diferenciados a favor de la tropa”, recordó.

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