El plan de vacunación contra el COVID-19 se actualizó y ahora no tiene plazos

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La actividad en Montevideo se realiza con cierta normalidad pese a la pandemia del COVID-19. Foto: Leonardo Mainé

LA POLÉMICA CARRERA POR LA INMUNIDAD

El presidente Luis Lacalle Pou dijo en conferencia que Uruguay busca "colarse" en la "feroz competencia" por las dosis contra el nuevo coronavirus.

Las negociaciones con las farmacéuticas en la “feroz competencia” por las vacunas contra el coronavirus están en pleno desarrollo. Por eso, el gobierno está detrás de cada detalle para no entorpecer las conversaciones con las multinacionales.

En conferencia de prensa, el presidente Luis Lacalle Pou pidió ayer a la población “comprender el silencio” por lo exigente de las negociaciones con los laboratorios. El mandatario aseguró que Uruguay busca “colarse entre los grandes” países que también están detrás de las dosis.

“Imagínense la presión que están sintiendo los distintos gerentes de los laboratorios en el mundo. No que los llama Luis Lacalle Pou, porque los llama el primer ministro inglés, el de Canadá, el presidente del gobierno español. Estamos en una carrera, estamos en una competencia, y lógicamente cada gobernante va a querer arrimar agua para el rancho”, aseguró el mandatario.

Horas antes de las declaraciones del mandatario, las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) salieron a aclarar que se había actualizado el plan de vacunas y que a diferencia de lo que había informado en el Parlamento la directora de Inmunizaciones, Teresa Picón, el cronograma previsto ahora no incluye los plazos de inmunización.

Tras la difusión en El País de los datos arrojados por Picón, el subsecretario de Salud Pública, José Luis Satdjian, dijo en una rueda de prensa en Torre Ejecutiva que se trabaja para suministrar entre 600.000 y 700.000 dosis por mes y que se espera poder inmunizar en un escenario de máxima a 2.836.000 personas. El número dos del MSP dijo a El País que actualizan “constantemente” el plan y que en cuanto se adquieran las vacunas, se espera “tener una capacidad de por lo menos de 600.000” dosis por mes.

Si bien por el momento las autoridades prefieren no referirse a los plazos, la aspiración del gobierno es poder duplicar la cantidad de dosis que tradicionalmente se suministran cada año en las campañas antigripales. Fuentes del MSP explicaron a El País que tradicionalmente, durante los primeros días de estas campañas suelen vacunarse alrededor de 80.000 personas por día.

La “actualización” del plan de vacunación que tanto venía reclamando el Frente Amplio fue dada a conocer el martes en el marco de la comparecencia del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y del ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y su equipo a la Comisión de Salud del Senado. Allí Picón informó que el cronograma de vacunación se aplicaría entre siete y ocho meses.

En el plan de tres etapas, el MSP había indicado que en 32 semanas, es decir, unos ocho meses, se vacunaría a 1.500.000 personas con dos dosis cada una. Picón sostuvo en la comisión: “Estaríamos terminando el escenario uno a las 16 semanas, con las dos dosis al personal de salud. En forma concomitante, estaríamos en la semana 14 empezando el escenario dos, con las primeras dosis, y terminaríamos con las segundas dosis, es decir teniendo a la población bien vacunada, en la semana 32”. De acuerdo a sus cálculos, se inmunizaría con un promedio de 80.000 dosis por semana, algo que el propio MSP ahora pretende duplicar.

Una enfermera prepara una dosis de la vacuna contra el COVID-19. Foto: AFP
Una enfermera prepara una dosis de la vacuna contra el COVID-19. Foto: AFP

Durante la primera etapa que comprende al personal de la salud y trabajadores esenciales, personas mayores de 65 años y a aquellos pacientes con comorbilidades, el gobierno estima que podrá vacunar a 600.000 personas con 1.200.000 dosis (dos por persona).

Mientras tanto, en el segundo escenario, etapa en la que se buscará vacunar a otros trabajadores esenciales y a la población entre 45 y 65 años, el gobierno informó en el Parlamento que pretende inmunizar a 900.000 personas, totalizando así 1.500.000 habitantes y 3.000.000 de dosis, de acuerdo a la versión taquigráfica en la que se ratificó lo informado por El País este miércoles.

Picón también se refirió a un eventual tercer escenario en el que entrarían las personas entre 15 y 45 años, pero en donde se priorizaría a aquellas plus 35. “Si finalmente encontráramos todas las limitantes abiertas, llegaríamos a un tercer escenario para 2.836.280 personas, que son los uruguayos mayores de 15 años -puesto que no se ha demostrado que para los menores de 15 años haya una vacuna-. Se requerirían en total 5.672.000 dosis, si habláramos de dos dosis por persona”, explicó la jerarca.

El camino para conseguir la vacuna.

Desde agosto que en el MSP funciona una comisión encargada de estudiar cada una de las vacunas. Sin embargo, la preocupación del gobierno en la “carrera” por las dosis es previa.

Durante su comparecencia en la Comisión de Salud de Senadores, Delgado detalló al Frente Amplio cada uno de los pasos dados por Uruguay tras las inmunizaciones. Incluso repasó lo que en su momento fue la estrategia del gobierno, que se aseguró 1.500.000 dosis en una canasta de vacunas a través del fondo Covax de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En agosto, cuando se creó el grupo ad hoc que estudia las vacunas, integrado por autoridades del MSP y representantes del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), Delgado señaló que “no había ninguna razón que determinara la necesidad de adoptar una política de avance. Obviamente, en esa oportunidad se trabajó con la OMS, utilizando el mecanismo Covax, que es un pool de compras que patrocina esta organización e implica una prevalidación de la vacuna por parte del organismo especializado de las Naciones Unidas”.

Contó que el gobierno se reservó en octubre las dosis en Covax cuando desembolsó US$ 2.500.000 para la compra de las vacunas, estimadas para más o menos un 20% de la población.

Sin embargo, ya a finales de octubre y principios de noviembre, el gobierno comenzó a “recorrer caminos alternativos” además del Covax que se fueron sustanciando en negociaciones con diferentes laboratorios. Delgado aseguró que “no necesariamente es una vacuna para toda la población, sino más para la población de riesgo. Dicha decisión es científica y no política”, remató. También destacó que el país cuenta con una tradición en vacunas y que “Uruguay optó por el camino más seguro a los efectos de conseguir el resultado sanitario más eficaz y eficiente”.

Por estas horas algunos en el gobierno aseguran que están cerca de alcanzar un acuerdo. Por eso prefieren el “silencio” en esta “feroz competencia” tras las dosis.

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