Uno de los principales conflictos que hoy sacude la producción nacional es el del sindicato de la construcción (Sunca) con afectaciones en las construcciones de edificios en Maldonado y Montevideo y en otras partes del país. El 30 de junio pasado, la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, presentó los indicadores tan esperados por la Cámara de la Construcción y la Asociación de Promotores Privados de la Construcción del Uruguay (Appcu) el gremio para afinar sus negociaciones. Arbeleche hizo públicas las expectativas inflacionarias del gobierno para 2022, 2023 y 2024 y con ello se aceleraron las negociaciones bipartitas que llevan adelante la Cámara de la Construcción y el Sunca.
En estas rondas de negociaciones se discutirán mejoras salariales en 200 mesas de negociación que representan a 654.000 trabajadores, según dijo a El País el ministro de Trabajo, Pablo Mieres. “Esta es la ronda de negociación más grande”, agregó el jerarca ministerial.
Afuera de esta ronda quedarán unos 40.000 trabajadores. Se trata de sectores muy afectados por la pandemia de Covid-19 que recibieron mejoras en 2020 y 2022. Estos grupos de trabajadores tuvieron pérdidas muy grandes a nivel salarial cercanas al 9%.
En estas tratativas, denominadas “Décima Ronda de Negociación Salarial”, la pérdida por inflación oscila entre 2% y 2,5%.
Un documento de los ministerios de Economía y de Trabajo, al que accedió El País, se titula “Lineamientos de la Décima Ronda de Negociación Salarial”, recuerda que en la anterior ronda -la novena- la prioridad estuvo puesta en la creación de empleo y el comienzo de la recuperación salarial.
El informe, fechado el 28 de junio pasado, sostiene que durante el 2021 y el 2022, el empleo mostró una “recuperación importante” con la creación de aproximadamente 90.000 puestos. Agrega que sin perjuicio de que la creación de empleo fue heterogénea a nivel sectorial, en algunos sectores “no se ha recuperado” el nivel del empleo prepandemia mientras que en otros sectores se ha superado el nivel de empleo de 2019. El informe no explica cuáles son.
Para 2023, el gobierno espera que el empleo continúe creciendo, pero “a menor ritmo” tanto por la lógica desaceleración del ciclo económico como por un “complejo contexto” de seguía en el país.
“Aún así, el gobierno se propone continuar con la recuperación del salario real conforme lo pactado” con los sindicatos, señala el documento.
Con respecto a los lineamientos específicos para esta ronda salarial, se aplicarán en los convenios que regirán entre julio de 2023 y junio de 2025.
Uno de los ítems más importantes dispuestos por el Poder Ejecutivo es que habrá ajustes semestrales por inflación proyectada más un componente de recuperación. También se procurará la recuperación total del salario real perdido en pandemia o no recuperado en la novena ronda de negociaciones.
La cadencia de la recuperación salarial se propone que sea diferencial según la magnitud de la pérdida pendiente. Con respecto a aquellas mesas en que la recuperación del salario real pendiente sea menor al 2%, se propone que esta se realice en tres cuotas semestrales iguales y consecutivas, comenzando en julio de 2023.
En relación con aquellas mesas en las que la recuperación del salario real sea igual o mayor al 2% se propone que esta se realice en tres cuotas semestrales iguales y consecutivas comenzando en enero de 2024.
Según el documento, los lineamientos de Economía y de Trabajo para la décima ronda salarial también incluyen correctivos anuales de inflación y que cada mesa de negociación tendrá un plazo máximo de 60 días para desarrollar el proceso de negociación que regirá en el período. El documento también exhorta a empresarios y trabajadores a que, de así considerarse, se contemple a las empresas radicadas en zonas fronterizas con Argentina debido a las dificultades por las que atraviesas en materia de competitividad.
El gobierno propone incluir en las negociaciones salariales una nueva dimensión: sectores transables y no transables. Dicha clasificación debe recoger el peso de las exportaciones y de las importaciones de un determinado sector, respecto al valor agregado de su producción.
A pedido de las mesas, el gobierno aportará los datos oficiales para contribuir con dicha clasificación.
Ajustes
Para aquellos sectores con pérdidas salariales menores al 2%, los ministerios de Economía y de Trabajo plantean ajustes en julio de 2023 en base a una inflación proyectada semestral (2,8%) más un tercio de la recuperación pendiente. En enero de 2024, los ajustes serán de inflación proyectada semestral (2,9%) más otro tercio de recuperación pendiente. Y en julio de 2024 se tomará en cuenta la inflación proyectada semestral (2,9%) más el tercio restante de recuperación pendiente. Y en enero de 2025, se ajustará en base a la inflación proyectada semestral (2,9%).
El documento establece que los correctivos anuales por inflación (diferencia entre la inflación efectiva y la proyectada en el período) se harán en julio de 2024 y en julio de 2025.
Los lineamientos para aquellos sectores con pérdidas igual o mayor al 2%, que propone el Poder Ejecutivo son ajustes en julio de 2023 en base a la inflación proyectada semestral (2,8%); en enero de 2024 tomando como base a la inflación proyectada semestral (2,9%) más un tercio de recuperación pendiente; en julio de 2024 en función de la inflación proyectada semestral (2,9%) más un tercio de recuperación y finalmente en enero de 2025 utilizando para el cálculo la inflación proyectada semestral (2.9%) más un tercio de recuperación pendiente.
Al igual que el caso anterior, los correctivos por inflación se harán para estos sectores en julio de 2024 y en julio de 2025.