DEFENSA NACIONAL
El ministro de Defensa Javier García dijo que no había razones humanitarias para autorizar el ingreso del avión Boeing 747 que fue sancionado por EE.UU.
El ministro de Defensa Nacional, Javier García, confirmó ayer que no autorizó el ingreso al espacio aéreo uruguayo del avión venezolano que fue sancionado por Estados Unidos y que quedó retenido el miércoles en Argentina.
“Fue por una información que había recibido el Ministerio del Interior de agencias extranjeras y que se volcaba al Uruguay. El responsable soy yo de tomar esa decisión en virtud de la información y del poco tiempo que había para chequearla, el avión estaba sobre el Río de la Plata”, explicó el secretario de Estado en rueda de prensa.
El lunes pasado, la aeronave proveniente de México y con destino el aeropuerto argentino internacional de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, no pudo aterrizar en su aeropuerto de destino y se tuvo que dirigir al de Córdoba, para luego volver a despegar por la tarde para completar su vuelo hacia Ezeiza, según se desprende de un pedido de informes al Poder Ejecutivo argentino que presentó el viernes el diputado Gerardo Milman, de la principal coalición opositora Juntos por el Cambio.
El miércoles pasado despegó de Ezeiza y, luego de sobrevolar el Río de la Plata, aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino. Se comentó entonces que no se le habría permitido aterrizar en el Aeropuerto de Carrasco. Desde ese momento, el avión fue retenido en el vecino país.
García confirmó que Uruguay negó el ingreso al espacio aéreo tras información obtenida por el Ministerio de Interior. Y reiteró su responsabilidad en la decisión: “(Lo decidí) yo, como ministro de Defensa; la Dinacia (Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica) depende del Ministerio de Defensa. Cuando se recibió esta información de parte del ministro (Luis Heber ordené que retornara si no había una razón humanitaria”.
Retenido en Argentina
Según informó la agencia EFE, diputados de la oposición en Argentina presentaron ayer domingo una denuncia en la Justicia contra los responsables del gobierno de Alberto Fernández que permitieron el ingreso del avión venezolano sancionado por Estados Unidos y cuya tripulación iraní fue retenida en el vecino país .
El gobierno argentino inmovilizó en el aeropuerto internacional de la localidad de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, un avión venezolano sancionado por EE.UU. y les retuvo el pasaporte a cinco tripulantes iraníes, según confirmó el sábado el ministro de Seguridad argentino, Aníbal Fernández.
“Ya presentamos junto al diputado Ricardo López Murphy la denuncia ante el juez federal Federico Villenas para que se investigue a los titulares de todos los organismos involucrados y se obtengan los datos dactilares de la tripulación involucrada” en el caso del avión venezolano/iraní, tuiteó ayer domingo el diputado Gerardo Milman, de la principal coalición opositora Juntos por el Cambio.
La denuncia indica que los funcionarios del Gobierno de Alberto Fernández han dejado ingresar y circular por Argentina el avión Boeing 747, en configuración “cargo”, matrícula YV3531 que fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa).
Se detalla que tanto Mahan Air como Emtrasur son empresas sancionadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros y Sanciones del Departamento del Tesoro de EE.UU..
Además, la denuncia indica que el avión ingresó a Argentina “con un manifiesto de vuelo irregular y presuntamente con el transponder apagado como si quisiera no ser localizado”.
Tripulación "impropia"
La denuncia de los opositores suma la cantidad de pasajeros a bordo “impropia” para un vuelo de “carga” y sus nacionalidades e identidades: eran 19 personas, siete iraníes y el resto venezolanos.
“Los iraníes de la tripulación tendrían presuntamente vínculos con las Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica especializada en operaciones de inteligencia militar, definida por EE.UU. como organización terrorista, según la denuncia”, informó EFE.
La agencia recuerda que Argentina ha sufrido dos atentados terroristas en la década del 90 -a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y a la embajada de Israel en Buenos Aires- y que la Justicia local ha señalado a personas poderosas de Irán y el grupo Hezbolá como responsables.
¿Había más pasajeros?
Esta es la sospecha que tienen los diputados de la oposición en Argentina, que hoy presentarán una batería de pedidos de informes en la Cámara Alta y exigirán, además, una reunión de urgencia de la bicameral de inteligencia. Según informó ayer el diario argentino La Nación, existe la sospecha de que había al menos 10 pasajeros más que los 14 venezolanos y cinco iraníes identificados en el Boeing 747 que aterrizó en Ezeiza.
“La situación de los ‘tripulantes’ y el avión venezolano/iraní es gravísima porque, primero, se da en un contexto internacional en el que el Presidente termina siendo defensor de los países que no respetan los derechos humanos, como Venezuela y Cuba, ante la Cumbre de las Américas, en el mismo momento en que Nicolás Maduro está en Teherán firmando un convenio de intercambio de 20 años con el régimen de Irán y desde donde felicita al presidente argentino”, dijo el diputado Milman.
En 2007, una avioneta proveniente de Venezuela generó otro revuelo político en el vecino país. Ese año, el empresario venezolano Guido Antonini Wilson arribó a la Argentina con una valija con casi 800.000 dólares. Viajaba en un avión contratado por la empresa energética argentina Enarsa y luego declaró que esos fondos eran para la campaña presidencial de Cristina Fernández de Kirchner.
Según informó La Nación, el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena estuvo trabajando activamente durante el fin de semana en el caso del Boeing 747 de la empresa Emtrasur, la división de carga de la compañía Conviasa. El magistrado deberá resolver sobre un pedido de hábeas corpus en favor de los tripulantes, presentado por Rafael Resnick Brenner, abogado de los pasajeros venezolanos e iraníes.