Redacción El País
El intendente de Canelones, Marcelo Metediera, planteó este jueves que el Batallón de Infantería Paracaidista N°14, donde en las últimas horas se encontraron nuevos restos de un detenido desaparecido durante el periodo de terrorismo de Estado, pase a la órbita de la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) y deje de pertenecer a las Fuerzas Armadas (FF.AA.).
Los restos humanos fueron descubiertos en primera instancia por un funcionario de la Intendencia de Canelones, que trabaja en el lugar con una máquina retroexcavadora. Este jueves, durante el ingreso de la organización de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos al predio, Metediera dijo que la comuna colabora con funcionarios específicamente capacitados para la tarea, además de brindar la maquinaria.
Tras el cuarto hallazgo en este lugar, Metediera planteó si el Batallón 14 "no debe pasar a otro tipo de situación cautelar para que se pueda trabajar con tranquilidad". "No sé si tendría que pertenecer a las FF.AA. o debería pasar a la Inddhh para que tenga total libertad para trabajar".
La respuesta del exministro Javier García
El exministro de Defensa Nacional Javier García, hoy senador del Partido Nacional, salió al cruce de Metediera y, en declaraciones a El País, dijo que "la propuesta del intendente de Canelones no solo es extemporánea sino que agrega un elemento político absolutamente innecesario en un momento tan sensible".
"La política de búsqueda de desaparecidos se ha transformado en política de Estado y las FF.AA. han apoyado, como todos reconocemos y como está a la vista", aseguró García, y agregó que el planteo de Metediera no solo es "improcedente" sino que "refleja un razonamiento antimilitarista con prejuicios e ideología".
"Todos los hallazgos han sido a partir de la protección y de la colaboración logística de las FF.AA.", recalcó.
A falta aún de la identificación de los huesos encontrados en las últimas horas, del Batallón 14, ubicado en Toledo (Canelones), ya se recuperaron los cuerpos de Ricardo Alfonso Blanco Valiente, Julio Castro y Amelia Sanjurjo.
En total, desde el retorno a la democracia se han desenterrado siete cadáveres. Otros dos cuerpos, los de Fernando Miranda y Eduardo Bleier, se encontraron en el Batallón 13, ubicado en Instrucciones y Casavalle, en el barrio Peñarol (Montevideo). En una chacra militar de Pando se encontró el cadáver de Ubagésner Chaves Sosa. El registro oficial de personas detenidas desaparecidas por responsabilidad del Estado es de 197, a los que pueden sumarse los asesinatos de 80 personas entre 1968 y 1973, de otras 122 entre 1973 y 1985.
Cómo es el Batallón 14 y qué rol cumplió en la dictadura
Al ser ya cuatro los cuerpos de detenidos desaparecidos que se recuperaron en el Batallón de Infantería Paracaidista N°14, entre los familiares de las víctimas y los investigadores cobra fuerza el concepto de que este lugar fue un "cementerio clandestino" utilizado por los militares.
Sin embargo, no hay evidencia alguna de que este sitio haya sido utilizado como un centro de detención y tortura, ni de que alguien haya muerto allí. La hipótesis más extendida es que personas asesinadas en otros lugares fueron trasladadas, una vez muertas, a esta zona boscosa y aislada para enterrarlas y que nunca se supiera de ellas.
El fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, quien lleva la mayoría de las causas vinculadas al período de terrorismo de Estado, dijo a El País que "el Batallón 14 siempre fue un objetivo importante de búsqueda", y pese a los hallazgos, aún hay elementos para pensar que ahí hay más cuerpos.
"No tenemos ningún elemento para sostener que el Batallón 14 haya sido utilizado como centro de detención y tortura, sí comprobado como centro de enterramiento", especificó. De hecho, parece haber una conexión entre el sitio de enterramiento con los lugares en donde fueron detenidas las personas antes de morir.
"El maestro Castro estuvo detenido en la casona de Millán e Instrucciones; Blanco Valiente pasó por Millán y por La Tablada; y Sanjurjo por La Tablada", repasó.
En este sentido, el Batallón 14 se diferencia claramente del 13, del cual hay evidencia de que funcionó como lugar de tortura y muerte. "El 13 queda pegado al Servicio de Material y Armamento del Ejército, y en uno de esos galpones funcionaba el 300 Carlos, un centro clandestino de detención", indicó el fiscal.
Errandonea: "Los vamos a encontrar a todos"
Ignacio Errandonea, integrante de la agrupación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, reflexionó en diálogo con El País que este hallazgo, sumado a los otros, podría echar por tierra la hipótesis de que existió una "Operación Zanahoria" por la cual se habrían desenterrado cuerpos para cremarlos y esparcir sus cenizas, para evitar que sean encontrados.
"Se trabajó mucho escavando, buscando dónde fue la Operación Zanahoria y no se encontró", dijo, y aunque señaló que sí se encontraron "remociones de tierra" en el Batallón 14, estas son propias de un predio donde se practica paracaidismo militar.
Errandonea señaló que los desentierros masivos y de manera rápida como habría implicado una Operación Zanahoria, sin mayores cuidados, hubiesen dejado "pequeños restos óseos", y estos "no se encontraron".
Así las cosas, consideró que esa versión "no está probada" y solo fue esgrimida por militares para "desestimular la búsqueda".
"Es indudable que el 14, por las características que tiene, lo utilizaron como cementerio clandestino", señaló y opinó que debe haber más cuerpos allí. "También pueden haber enterrado en cualquier otro cuartel, no lo sabemos porque las Fuerzas Armadas cobardemente siguen ocultando la información", lanzó.
"Los vamos a encontrar a todos, más tarde o más temprano", señaló.
El análisis de ADN de los restos hallados
Una vez que se logre el retiro de todos los huesos, se enviará una muestra a Córdoba (Argentina) para que la analice el Laboratorio de Genética Forense perteneciente al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
"Se manda una muestra chica, de pedacitos de huesos seleccionados, que se estima puedan tener un contenido alto de ADN. Entran en un sobre. Antes de eso hay junta médica y análisis en nuestro laboratorio", especificó el director de la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) Wilder Tayler a El País.
En tanto, dijo que al momento "no se tiene lista de nombres" de posibles víctimas allí enterradas, aunque sí un gran trabajo de campo hecho durante los 11 meses que llevó la identificación de Sanjurjo.
A raíz de muestras de ADN a cotejar con las de familiares de detenidos desaparecidos, podrá saberse a quién corresponde el cuerpo.
En conclusión sobre la situación, Tayler también consideró que "a esta altura esto se está convirtiendo en un cementerio clandestino, en un área relativamente reducida". "Definitivamente esta era un área alejada, muy aislada, puede haber ayudado. Supongo que en esa época era boscoso, un lugar al que se llega por un camino vecinal en un predio militar enorme", sentenció.
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