Redacción El País
Si bien sucede en cada elección, el llamativo porcentaje de votos que se le otorgaban al Frente Amplio, al Partido Nacional y al Partido Colorado al inicio del conteo oficial de la Corte Electoral llamó la atención de algunos ciudadanos al final de la jornada de las elecciones nacionales.

Durante los primeros minutos del escrutinio, Álvaro Delgado tuvo más de 40%, Yamandú Orsi menos de 30% y Andrés Ojeda más de 20%: ni los números ni el orden coincidían con lo esperado de acuerdo a las proyecciones de las consultoras. La jornada cerró con 43,94% para el candidato del Frente Amplio y 26,77% para el del Partido Nacional, los dos que pasaron al balotaje, y con 16,03% para el del Partido Colorado.

Esta situación tiene una explicación y está vinculada a las zonas cuyos circuitos de votación envían primero los resultados al centro de cómputos.

En primer término suelen llegar al centro de cómputos los resultados de circuitos ubicados en el interior del país, y algunos puntualmente en el área rural, donde en general, aunque con matices, suele predominar el Partido Nacional. Con el avance del escrutinio, sobre el final es cuando llegan la mayoría de los resultados de circuitos ubicados en Montevideo y el área metropolitana, en donde el Frente Amplio tiene mayor arraigo.

Foto: Estefanía Leal.

El ministro de la Corte Electoral José Garchitorena indicó a El País que el organismo "a través de su página web no ofrece proyecciones, exhibe resultados del escrutinio primario de circuitos".

En este sentido, "como no hay un orden de llegada, este domingo pasó que los circuitos de Montevideo fueron los últimos en transmitir" sus votos. Y como allí el peso del Frente Amplio en general es mayor que en algunos departamentos del interior del país, y viceversa para el Partido Nacional, esto hace cambiar los números.

De todas formas, aseguró que esto no tiene un vínculo directo con la cantidad de votantes en cada circuito, lo que podría explicar la velocidad en transmitir los resultados primarios. "Todos los circuitos del país tienen más o menos la misma cantidad de habilitados a votar", señaló, y agregó que la participación "es bastante pareja".

La diferencia, entonces, radica "simplemente el tiempo que le demanda a una comisión receptora de votos el escrutinio".