Posturas y entretelones del acuerdo histórico que el Mercosur y la UE alcanzaron este viernes en Montevideo

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó ante los mandatarios el fondo de cooperación de unos € 1800 millones que su bloque ofrecerá cuando entre en vigencia el tratado.

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Los presidentes del Mercosur y la comisionada europea Ursula Von der Leyen cerraron el acuerdo.
Los presidentes del Mercosur y la comisionada europea Ursula Von der Leyen cerraron el acuerdo.
Foto: Ignacio Sánchez

El clima era de optimismo desde hacía días: las intrincadas negociaciones por un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea estaban dando señales positivas por doquier, y lo que ocurriría en la jornada de este viernes, en la previa de una nueva cumbre del bloque regional en Montevideo, sería una mera formalidad. Pero una formalidad cargada de peso simbólico, porque si bien todos los países sudamericanos habían dado su aval este jueves con las voces de los cancilleres -además del encuentro que protagonizaron el presidente Luis Lacalle Pou y Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea que cruzó el Atlántico para sellar este acuerdo-, faltaba que lo hicieron sus presidentes.

Y entre los jefes de Estado estaba el argentino Javier Milei, que en las horas anteriores había insinuado que su aceptación podía estar condicionada a que se atendieran sus reclamos por una mayor flexibilidad del bloque, aunque eso ya había perdido fuerza en la jornada de este jueves.

Ursula von der Leyen en Torre Ejecutiva con el presidente Luis Lacalle Pou y el canciller Omar Paganini
Ursula von der Leyen en Torre Ejecutiva con el presidente Luis Lacalle Pou y el canciller Omar Paganini
Foto: @vonderleyen vía X.

Todo transcurrió con normalidad en el edificio Mercosur, en un ambiente fraterno que volvieron a destacar los diplomáticos que participaron de la instancia, y que pareció dejar atrás las diferencias que en su momento hubo respecto a cómo pararse ante las exigencias de los europeos y con la prioridad que debía tener este objetivo comercial en la agenda del Mercosur.

Tras recibir uno a uno a los mandatarios que fueron llegando entre las 8 y las 9 de la mañana, cuando la lluvia que cayó toda la noche sobre Montevideo empezaba a parar, Lacalle Pou dio comienzo a una reunión que duró menos de una hora y que no tuvo mayor complejidad.

Fuentes oficiales consultadas por El País aseguraron que todos dieron un breve mensaje, cada uno con su impronta y estilo. Milei, por ejemplo, leyó “muy formal” una breve exposición en la que volvió a defender la importancia de la libertad de comercio. El paraguayo Santiago Peña, en tanto, y como lo citaría luego Lacalle Pou, aseguró que “no estaba satisfecho, pero sí “entusiasmado”. Y Luiz Inácio Lula da Silva argumentó en la reunión que la concreción de este acuerdo solo podía tener lugar porque el Mercosur estaba “funcionando”, algo que en círculos diplomáticos fue leído como un “mensaje hacia adentro” del bloque, en respuesta a los cuestionamientos por su falta de dinamismo y apertura al mundo. Pero además resaltó que Brasil continuaba comprometido con el cuidado de la Amazonia, y que el objetivo de lograr un texto “balanceado” entre las partes de había alcanzado.

Javier Milei, Luis Lacalle Pou, Ursula Von der Leyen, Lula da Silva y Santiago Peña.
Javier Milei, Luis Lacalle Pou, Ursula Von der Leyen, Lula da Silva y Santiago Peña, luego de la firma
Foto: AFP

Lacalle Pou, a su vez, volvió a recibir agradecimientos por la disposición de Uruguay a favor del cierre de este acuerdo, y en su breve mensaje puertas adentro reconoció el “impulso” que le dio Lula da Silva a este proceso en este último tiempo, particularmente el año pasado, durante la Presidencia Pro Témpore de Brasil.

Por último, Von de Leyen remarcó ante los mandatarios la dimensión del “impacto” que tendría, y destacó especialmente el fondo de cooperación económica que brindará la Unión Europea a los Estados parte del Mercosur a raíz del nuevo lazo comercial, y que está estimado en unos € 1800 millones.

“No es una solución”

Los presidentes dieron un mensaje escueto cada uno luego de la reunión, en una sala de prensa atiborra con periodistas de todas partes. El primero en hablar, por ser el anfitrión, fue nuevamente Lacalle Pou, que recordó el escepticismo con el que siempre miró la posibilidad de concluir estas negociaciones, que llevan casi 25 años y que muy probablemente, si todo marcha bien y no se vuelve a estancar en las siguientes etapas burocráticas por las que deberá pasar el acuerdo -como la ratificación del Parlamento Europeo y los de los países del Mercosur, entre otras instancias-, le queda todavía un año y medio antes de entrar en vigencia.

Foto de familia Mercosur
Foto de familia luego de la Cumbre del Mercosur.
Foto: AFP.

“Hoy vuelvo a casa un poco más tranquilo”, dijo el presidente uruguayo, que luego resumiría en una frase los conceptos volcados por cada uno de sus colegas -de Lula aludió su referencia a que este día era “histórico” y de Milei la “trascendencia e importancia de este día”.

No obstante, recordó que lo que hay por delante es una “oportunidad” y que no existen las “soluciones mágicas”. “Estará en cada uno de nosotros la velocidad que le damos a este acuerdo”, valoró en lo que probablemente será su último discurso en un ámbito internacional antes del fin de su mandato.

Quien dio un mensaje de un optimismo prácticamente que sin matices fue la presidenta de la Comisión Europea, que mientras hablaba en la sala de prensa en su cuenta de X afirmaba que se habían “concluido las negociaciones” entre los bloques y que ahora iniciaba una “nueva historia”. Tras reconocer que se venía de aquí en más una etapa de diálogo interno en su continente, pasó a describir en esa red social que el acuerdo “funcionará para las personas y las empresas” y que traerá “prosperidad compartida”.

En su discurso, en tanto, Ursula von der Leyen resaltó la importancia de un “hito verdaderamente histórico” y que los lazos entre el Mercosur y la Unión Europea estaban ahora más fortalecidos que nunca, y que de esa manera se enviaba “un mensaje claro y poderoso al mundo”. “Este acuerdo no es solamente una oportunidad económica, es una necesidad política. Somos socios con mentalidades comunes, que tenemos raíces comunes, una cultura entrelazada. Sé que soplan fuertes vientos en sentido contrario, hacia el aislamiento, pero este acuerdo es nuestra clara respuesta ante ello”, concluyó la diplomática alemana.

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