Consejo de Ministros
El gobierno recibió críticas desde votantes del Frente y les advirtieron que pueden perder.
Igual que en el Estadio Centenario cuando se juega el clásico Peñarol-Nacional. La “hinchada” del gobierno -con las banderas del Frente Amplio- aplaudiendo al presidente de la República Tabaré Vázquez, de un lado, y la “barra” de “Un Solo Uruguay” del otro lado, insultando al mandatario. “Coimero”, le gritaron los manifestantes cuando el jefe de Estado se retiraba de Pueblo Centenario, en Durazno, luego de celebrar ayer un Consejo de Ministros abierto con los vecinos.
Vázquez se acercó a unos metros de las vallas donde se reunieron los “autoconvocados”. Los miró. Los aplaudió y levantó la mano con el típico gesto de la “V” de la victoria; ese clásico saludo que los políticos suelen usar en las campañas electorales, o cuando ganan una elección. Una de las manifestantes gritó a través de un megáfono la recordada frase: “Nos vemos en las urnas”, que tomó Vázquez el año pasado cuando integrantes de ese movimiento se enfrentaron al mandatario.
Ayer fue la vuelta al ruedo de Vázquez en el interior después de 287 días. El objetivo era bien concreto: hablar cara a cara, mano a mano, con los vecinos que se verán afectados positiva o negativamente por la llegada de la segunda planta de UPM.
Unos aplaudieron el emprendimiento porque dará trabajo. Otros criticaron al presidente y lo acusaron de “vendepatria” por dejar entrar a “los gringos”, en referencia a la empresa finlandesa.
Pero Vázquez mantuvo su discurso claro: la llegada de la segunda planta de UPM, y el Ferrocarril Central -necesario para el emprendimiento- son una muy buena noticia para el Uruguay. Por eso defendió la inversión a capa y espada, a pesar de las duras críticas.
El primer vecino en pedir la palabra fue un joven que agradeció al presidente por los logros que dijo el Frente Amplio generó para el Uruguay. Por eso aclaró que vota al partido de gobierno desde hace 20 años.
Pero de inmediato dijo que hay un tema que lo preocupa mucho: la calidad del agua del Río Negro. “El río está enfermo, y la llegada de UPM es matarlo”, dijo y pidió al gobierno rever el contrato con la finlandesa. Para él, el gobierno frenteamplista le ha otorgado demasiados bene-ficios fiscales a la empresa extranjera.
Queja
“Somos de la Escuela 109 de Paso de los Toros. De 6 salones se llueven 5. Cuando llueve tenemos que usar un paraguas para llegar al comedor. Pedimos que nos den una mano”, comentó una vecina al pedir la palabra. “Completamente de acuerdo. Estamos con usted”, le respondió el presidente Vázquez y pidió que se solucione el tema.
Vázquez tomó la palabra y dedicó varios minutos para hablar del tema. Primero le pidió al ministro de Economía, Danilo Astori, que explicase la parte económica. “No hay un solo instrumento de estímulo a UPM al que no tenga acceso la producción uruguaya”, enfatizó el jefe del equipo económico.
Después el presidente fue firme en defender la inversión. Admitió que la contaminación del Río Negro viene de años atrás, que no es solo culpa de químicos vertidos a nivel local, sino también de ríos afluentes de otros países y aseguró que la nueva fábrica tendrá los más altos estándares para garantizar la seguridad ambiental.
Incluso recordó que el país tiene una larga experiencia en plantas de producción de pasta de celulosa. “Para nosotros primero está la salud de la gente y el cuidado del medio ambiente”, enfatizó en relación a la instalación de una tercera planta de celulosa en el país. “Recuerdo que decían que iban a nacer niños con dos cabezas, que iban a aumentar los casos de leucemia. Y pasaron 13 años, la incidencia de cáncer en la región sigue siendo la misma y yo no conozco hasta el momento que haya niños con dos cabezas”, comentó el mandatario logrando el aplauso de todo el gimnasio. “Así que UPM2 se va a instalar”, concluyó.
Minutos antes, el prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, a través de sus “historias” en la red social Instagram había mostrado a los militantes del Frente Amplio que llegaron a Pueblo Centenario para apoyar al gobierno.
La vicepresidenta del partido de gobernó, Blanca Elgart, asistió al lugar. Y fue la encargada de pedirle a los militantes que ingresasen pero dejando sus banderas partidarias afuera. Lo mismo hizo la seguridad presidencial con los manifestantes de “Un Solo Uruguay”.
Los autoconvocados escucharon la sesión por los altoparlantes y abuchearon a las autoridades en varias oportunidades.
Pero sí aplaudieron una de las críticas que llegó para el gobierno: fue la de un militante fundador del Frente Amplio que llegó al local con su remera de la organización de familiares desaparecidos en la pasada dictadura militar.
“Quiero mostrar mi profunda decepción con ustedes”, le dijo a Vázquez. Opinó que los informes ambientales son solo realizados por la empresa UPM y la Dirección Nacional de Medio Ambiente no está haciendo bien su trabajo. “El riesgo que se corre políticamente es enorme (…) Aceptan el hecho posible de una derrota del Frente Amplio, saben que se han hecho cosas muy buenas, pero (también) errores enormes, entre ellos esto de UPM”, cerró su intervención.
Vázquez le respondió con dos puntos. Primero le aclaró que su planteo lo puede hacer porque hay un gobierno democrático, como no había tiempo atrás. Segundo lo criticó por decir que los estudios están basados en “supuestos”, punto que interpretó como una falta de respeto al trabajo del gobierno.
En la industria manufacturera, al menos, la reducción en la cantidad de empresas ha sido constante en los últimos años. El presidente de la Cámara de Industrias, Gabriel Murara, comentó a El País que si bien el presidente Tabaré Vázquez tiene razón al decir que las empresas cumplen un ciclo y cierran “acá y en todos los mercados” en la industria uruguaya “son muchas más las que cierran que las que abren”. “Es nuestra obligación decirlo. En cuanto a nivel de producción física estamos en el nivel de 2007 y en cuanto al empleo estamos en el nivel de 2004”, dijo Murara.
Refiriéndose a la situación de Fleischmann y Colgate (empresas que dejarán de producir en Uruguay) el presidente había dicho que “es la evolución natural de cualquier país, hay empresas que terminan su vida útil y cierran”. “Y otras que abren, pero a veces es más noticia que se cierra una empresa que se abren tres”, agregó.
El ministro de Economía, Danilo Astori, había dicho que los mismos beneficios que se le otorgarán a UPM para invertir están a disposición de todas las empresas locales. Murara dijo que es cierto que la ley de Zonas Francas puede ser utilizada por las empresas locales pero consideró que “no sería lógico” que se le conceda a UPM un marco laboral diferente al general. UPM pretende que los sindicatos no puedan ocupar sus instalaciones ni realizar piquetes en sus inmediaciones. Murara recordó que es el mismo reclamo que las gremiales empresariales formularon hace 10 años a la Organización Internacional del Trabajo que consideró correcto su planteo, dijo Murara.