CENTRO PENITENCIARIO
El ministro del Interior se llevó sensaciones ambiguas de su recorrida. Reflexionó sobre un punto que le "preocupa" y otro que le genera "satisfacción".
Hubo tiempo para todo. Para tomar un café con reclusos que están próximos a salir a la sociedad, para recorrer las partes que “da más pena ver” y las otras, esas que han mejorado en el marco del Plan Dignidad impulsado por el exministro del Interior Jorge Larrañaga. Ayer el actual titular de la cartera de seguridad, Luis Alberto Heber, visitó por primera vez las instalaciones de la cárcel con más reclusos en el país: la Unidad Nº4 (exComcar), donde hay alojadas 3.950 personas privadas de libertad.
Acompañado por su asesor en materia de cárceles, el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana Santiago González, y por el director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) Luis Mendoza, Heber recorrió varios módulos del penal. Primero comenzó por las zonas más complejas del centro penitenciario, el módulo 11 y el 3; luego fue subiendo y conoció la Comunidad Educativa, inaugurada hace un año. Después fue el turno del Polo Industrial, donde se realizan talleres, y siguió por la policlínica de ASSE. La última parada fue el centro de preegreso, inaugurado a principios de mayo de este año.
En este último lugar, donde hay capacidad para 84 reclusos que tengan un mínimo de 10 meses y un máximo de 18 meses para recuperar su libertad ambulatoria, el ministro se sentó a compartir un café con dos personas que se alojan ahí. Los reclusos le contaron que habían podido vencer las adicciones y que aprendieron un oficio dentro de la cárcel. Uno de ellos le contó que ya consiguió un trabajo para cuando, dentro de unos meses, le toque recuperar su libertad e insertarse nuevamente en la sociedad. El otro recluso, en tanto, le dijo que estaba estudiando.
“Fue una charla excelente”, comentó el secretario de Estado en rueda de prensa al finalizar la visita. Heber recordó que el centro de preegreso no lleva un año de construido y que es un lugar distinto, donde no hay celdarios sino habitaciones con cuchetas. “Uno ve esperanza de recuperación de la gente”, comentó. Actualmente, además de los dos reclusos con los que compartió conversaciones y café, hay otras 11 personas alojadas en el centro.
Pero durante la visita del secretario de Estado al centro carcelario más poblado, Heber reflexionó sobre dos puntos. Uno que le “preocupa” y otro que le genera “satisfacción”. “Estuvimos en lugares donde da mucha pena ver cómo están, y otros lugares donde es un ejemplo”, comentó sobre sus primeras impresiones del exComcar. Heber destacó el trabajo que se viene realizando en el marco del Plan Dignidad y elogió el centro de preegreso, además de los talleres que hay en el Polo Industrial ya que desde allí los reclusos pueden aprender oficios para aplicar cuando salgan en libertad. “La gente que trabaja y estudia es la gente que sale adelante. Ese es el mejor antídoto a la delincuencia”, afirmó.
Pero también hizo hincapié en el mal estado de algunos sectores y la violencia entre reclusos. En entrevista con El País, semanas atrás, Heber indicó que la “gran debilidad” del Ministerio del Interior eran las cárceles. Ayer, luego de conocer la Unidad Nº 4, el ministro insistió en que se debe hay “una tarea muy larga por hacer en los módulos complejos”. También apuntó contra la gestión del Frente Amplio y sostuvo que hay “módulos (en el exComcar) que se hicieron en la administración anterior y fueron mal hechos”.
Habiendo visto el contraste de cosas que faltan y cosas que se han hecho, Heber culminó la visita con un almuerzo junto con las autoridades que trabajan día a día en esa cárcel.