Redacción El País
El gobierno de Luis Lacalle Pou firmó días atrás un contrato con el Consorcio de Aguas Montevideo para la construcción de una toma de agua y planta potabilizadora en Arazatí, departamento de San José. El proyecto cobró mayor fuerza tras la crisis hídrica de 2023, donde miles de hogares quedaron sin abastecimiento de agua potable.

El ministro de Ambiente, Robert Bouvier, fue consultado este martes sobre si, ante una eventual nueva crisis hídrica de tal magnitud, la nueva planta podría asegurar que los hogares de Montevideo y el área Metropolitana no se quedarán sin agua potable.

"Si hubiera cero agua potable, esta solución no contaría con el volumen suficiente. Pero sí hace un manejo mejor técnicamente de Paso Severino, Aguas Corrientes y da una fuente alternativa de agua", respondió el ministro Bouvier en entrevista con Arriba Gente (Canal 10).

Entre los beneficios para un mejor manejo técnico, Bouvier apuntó que la nueva planta permitiría que se hagan mantenimientos en Aguas Corrientes, algo que a día de hoy no se puede hacer por su funcionamiento constante.

Foto: Pamela Díaz/El País

El directorio de Obras Sanitarias del Estado (OSE) manifestó el pasado viernes a través de un comunicado que este proyecto "constituye el mayor emprendimiento de construcción de infraestructura de agua potable de los últimos 150 años" y garantizará la producción y el suministro público de agua potable a la Región Metropolitana, cubriendo su demanda proyectada hasta el año 2045".

Ya el gobierno, en un comunicado de Presidencia, justificó la iniciativa haciendo mención a "la histórica crisis hídrica que afectó al país en 2023 y su impacto en la calidad del agua".

"En una situación de esa magnitud, los 200.000 metros cúbicos diarios que producirá, permitirán abastecer de agua potable a los 1.750.000 habitantes de la Región Metropolitana, con una dotación entre 80 y 110 litros por persona", apuntó OSE en ese sentido.

Este martes el ministro saliente se reunirá con el ministro designado, Edgardo Ortuño, a fin de resolver dudas y conversar sobre los datos que la cartera puso a disposición, entre ellos sobre el proyecto Neptuno en Arazatí.

La reunión se da un día después que el Frente Amplio emitiera un comunicado de rechazo a la firma, señalando que la iniciativa "ha sido observada y cuestionada por la enorme mayoría de la academia, la sociedad civil y la población local con argumentos muy contundentes".

"De la multiplicidad de informes que se han generado durante el proceso de discusión y la puesta de manifiesto del proyecto, se desprende su inconveniencia como solución a las necesidades de desarrollo de infraestructura para el abastecimiento de agua potable del área metropolitana", añadió el FA.

Foto: Darwin Borrelli/El País

Para el actual ministro, las críticas presentadas por la oposición "han sido muy generales" y "no hablan del estudio concreto" que avaló finalmente la decisión del ministerio para dar luz verde al proyecto.

Bouvier remarcó que desde hace un mes está publicado el informe que da respuesta a los cuestionamientos sobre financiamiento e impacto ambiental. "Capaz les cuesta mucho leer 122 páginas. Las críticas son muy genéricas, todo eso está analizado en el informe y tiene su conclusión", sentenció.