Qué hay detrás de la estrategia del FA de ir por aquellos que votaron por el Sí a la reforma de la seguridad social

Se entiende que la papeleta no se votó porque incluía demasiados temas y se apuesta quienes la votaron pero no pusieron ninguna lista, o sufragaron por otros partidos.

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Conferencia del Pit Cnt por plebiscito contra la reforma jubilatoria
La iniciativa del Pit y parte del FA no salió; blancos no prevén cambios; oposición apunta a un "diálogo social"
Foto: Ignacio Sánchez

Nuestro Frente Amplio lo que establece es bajar a los 60 (la edad de jubilación) y generar la posibilidad de trabajar más años, pero generando incentivos para que esto ocurra”, declaró el pasado jueves Yamandú Orsi, tras una reunión de coordinación de la coalición de izquierda rumbo al balotaje. Durante la semana ya había señalado que con “la actual normativa al barrer se mandó a todo el mundo a los 65 años” y que pretendía revisar el sistema. Y había expuesto dos motivos para esto: primero, que así lo establece el programa de gobierno frenteamplista; y, segundo, que entendía que era necesario escuchar a casi el 40% de los electores que pusieron la papeleta blanca del Sí en las urnas el pasado domingo. ¿Pero qué hay realmente detrás de las palabras de Orsi? ¿Cuál es la estrategia?

Claro que estas declaraciones le costaron al presidenciable un maremoto de críticas por parte de varios actores de la coalición de gobierno. Por referirnos a algunas, el senador nacionalista Javier García dijo en una conferencia esta semana que revisar el sistema jubilatorio tras lo que votó la ciudadanía “sería una enorme trampita antidemocrática”. Lo mismo señaló el líder del Partido Independiente y exministro de Trabajo, Pablo Mieres, al tuitear: “La propuesta plebiscitaria del Pit-Cnt fue rechazada por la ciudadanía. Sin embargo, Orsi destacó el voto a favor del 40% e insiste en impulsar cambios (...) ¿Eso es democrático?”.

En tanto, Pedro Bordaberry, en una entrevista que será publicada este domingo en El País, dijo: “En los allanamientos nocturnos la gente dijo que no. Lo aceptamos y no insistimos. No hacemos lo que algunos en el Frente Amplio quieren hacer en el tema de las AFAP, que ahora quieren nacionalizarlas y meter mano. ¡Pará, y entonces para qué hacés un plebiscito y le preguntás a la gente qué quiere hacer!”.

Por ahora, tras el balotaje, Orsi no ha hablado directamente de cambios en las AFAP, pero Bordaberry se refirió a las declaraciones realizadas por Alejandro Sánchez, senador por el Movimiento de Participación Popular (MPP) y jefe de campaña del Frente Amplio, que poco antes de las elecciones del domingo pasado dijo que las AFAP “tienen una lógica muy perversa” y que “hay que nacionalizarlas”.

Las bases programáticas del Frente Amplio, en tanto, lo que establecen es que, en caso de ganar el gobierno convocarán, a partir de marzo de 2025, a un “amplio, democrático y genuino diálogo social” sobre el sistema jubilatorio, en el que podrán participar todas las organizaciones políticas y sociales del país. El objetivo es una nueva reforma del sistema.

Las premisas para este diálogo establecen impulsar un sistema que se base en tres pilares: uno solidario no contributivo, otro de reparto intergeneracional contributivo y otro de ahorro no lucrativo, o sea público y no privado como son ahora las AFAP. También se establece una reforma de las cajas que lleve a un “acceso igualitario a la seguridad social” y generar condiciones para que el acceso a la jubilación sea a partir de los 60 años, como lo era antes de la reforma del actual gobierno, “manteniendo los estímulos y la capacitación necesaria para quienes quieran seguir trabajando” luego de esa edad.

Orsi, por ahora, ha hablado solo de este último punto, puesto que muchos en el Frente Amplio entienden que es el que llevó a muchos a votar el Sí y que, incluso, si la reforma solo hubiera propuesto esto, la cantidad de sufragios obtenidos por sus impulsores hubiera sido mayor.

Entrega de firmas para plebiscito por la seguridad social
Entrega de firmas de la campaña para llevar a plebiscito la nueva reforma de la seguridad social.
Foto: Leonardo Mainé

Por los del Sí

Habiendo votado por encima de las encuestas, la noche del domingo para los nacionalistas fue una fiesta, y el candidato Álvaro Delgado consiguió mostrar una coalición unida, para al otro día ya iniciar las reuniones para la elaboración del nuevo “Compromiso por el país”, que en las próximas horas sería presentado -ayer hubo una reunión clave de los equipos técnicos de los partidos. Así, se mostró capaz de lograr acuerdos a máxima velocidad, teniendo en cuenta que en la elección pasada la foto de todos los líderes juntos se hizo esperar. No pudo evitar, no obstante, algunos chisporroteos internos. El planteo de Andrés Ojeda de crear un “cogobierno”, dada la magnitud de votos conseguidos por el Partido Colorado, generó molestia tanto en el Partido Independiente (Mieres declaró: “Se le nota (a Ojeda) mucho la falta de rodaje en política, porque no reconocer que en este momento y para adelante en un nuevo gobierno de la coalición se necesitan todos los votos… Me parece que está un poquito mareado y que tendría que bajar un poquito de revoluciones”) como en Cabildo Abierto (el senador Guillermo Domenech habló de “insensatez”, “falta de sentido político” y “sabotaje a la candidatura de Delgado”).

Pese a esto, en el Frente Amplio se comprende que la fuga de votos en la coalición no será la misma que en elecciones anteriores. Es sabido, sin embargo, que quien elige a la coalición de izquierda en primera vuelta no tiene razón ni incentivo para no hacerlo en un balotaje; y que con la coalición esto no suele ser tan lineal y que entonces el desafío de Delgado está en convertir los 644.000 votos obtenidos por el Partido Nacional, en 1.142.000, que es lo que se genera con la suma de los sufragios del Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido Constitucional Ambientalista, del excabildante Eduardo Lust -según las cifras preliminares actualizadas al pasado viernes.

“Han quedado atrás los tiempos en que un colorado no podía votar a un blanco. Las identidades históricas están vivas hoy como sensibilidades distintas, pero bajo el paraguas de una nueva realidad coalicionista. Hace 30 años que venimos hablando de dos familias ideológicas”, declaró a El País al respecto el expresidente colorado Julio María Sanguinetti.

Eduardo Bottinelli, de la consultora Factum, en tanto, confirmó esta semana a El País que no es esperable una fuga de votos como las que hubo en otras elecciones. Aunque la consultora Opción tiene una medición del mes pasado que advierte que el 16% de los que iban a votar por la coalición decían que en una segunda vuelta entre Delgado y Orsi, lo preferían a Orsi.

Como sea, ante la posibilidad de que la fuga de votos sea mínima, es que en Frente Amplio apunta a conseguir dos tipos de votos con la promesa de revisar el sistema jubilatorio llamando previamente a un “diálogo social”, como se establece ya en sus bases programáticas: primero, ir por los que eligieron el Sí, pero votaron a otros partidos o en blanco; y, segundo, captar a aquellas personas que no votaron la papeleta, pero tampoco se sienten conformes con el cambio impulsado por el gobierno.

En cuanto a los primeros, un estudio de Opción Consultores, realizado en base a su proyección de escrutinio, marcó que el 66% de los frenteamplistas votó la papeleta, pero también lo hizo el 63% de Identidad Soberana, el 18% de Cabildo Abierto, el 13% del Partido Colorado, el 9% del Partido Nacional y el 8% del Partido Independiente. Tanto el partido de Salle, que consiguió 64.700 votos, como Unidad Popular, que cosechó 9.900, y el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI), que obtuvo 9.100, se pronunciaron a favor del Sí, e incluso ensobraron.

En tanto, Oscar Bottinelli, de Factum, en una entrevista que dio para M24, dijo que en el “área de captura del Frente Amplio” hay 34.000 votos al Sí de personas que no pusieron ninguna de las listas. “Esta fue una opción muy clara, y mirando nuestra última encuesta encontramos que es una base de sensibilidad frenteamplista, de izquierda, que votó totalmente enojada con un Frente Amplio cuya fórmula presidencial y su mayoría se opuso de forma durísima al plebiscito”, señaló el politólogo, y añadió que sumando estos a los que eligieron a Identidad Soberana, Unidad Popular y el PERI y también votaron el Sí, “tenemos casi 110.000” votos. Y añadió, también, que hay que tener en cuenta que “la gran mayoría” que votó el Sí, sufragó por partidos políticos que recomendaron no hacerlo.

Congreso LATAM Renovables 2024
Yamandú Orsi y Álvaro Delgado: conferencia de los candidatos presidenciales sobre el sector energético.
Foto: Estefanía Leal
camino al balotaje

Puja sobre quién de los dos conversa mejor

Tras la elección del pasado domingo, en que la mayoría votó a los partidos de la coalición de gobierno -sumado se colocó 3,5 puntos por encima de la coalición-, pero el Frente Amplio se quedó con el control del Senado -mientras que en la Cámara de Diputados ninguno de los bloques tiene mayoría-, Álvaro Delgado y Yamandú Orsi mostraron sus cartas en entrevistas y dejaron en evidencia sus estrategias de cara al balotaje.

Hay un atributo que tienen ambos, y que en todos los partidos se suele destacar, que es la disposición para el diálogo. Teniendo claro que en el próximo gobierno, gane quien gane, el nivel de negociación deberá ser mayor, es que ambos buscan mostrarse como los más dialoguistas. En la campaña del exsecretario de la Presidencia se apuesta a destacar su pasado político: como gremialista universitario, como inspector de Trabajo en el gobierno de Jorge Batlle, por su rol articulador en el Parlamento, hasta llegar a la experiencia de gobierno. Orsi ya salió a rebatir esto, al señalar que cuando él quiso votar un fideicomiso en Canelones desde Torre Ejecutiva se dio la orden a los ediles coalicionistas de no acompañar la iniciativa, al mismo tiempo que destacó que con diálogo logró convencer en la Junta Departamental para que acompañaran este y otros proyectos impulsados desde el gobierno de la comuna.

El Frente Amplio, además, al tiempo que reconoce que el diálogo será clave, también destaca que la mayoría en el Senado representa una ventaja, y que no es lo mismo para un gobierno negociar con 16 senadores que poder sentarse a conversar con 51 diputados (los 49 de la coalición más los dos de Identidad Soberana, el partido de Gustavo Salle).

Delgado, por su lado, alerta que lo que marcaron las urnas es un “cambio de paradigma”, que la ciudadanía les pide a los políticos conversar más, y sostiene que las negociaciones en el Parlamento en realidad deberían ser de partido a partido, o mejor aún de un bloque con otro bloque, y no iniciativas a puertas cerradas.

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