A Lorena Quintana, a quien eligió Guido Manini Ríos para que la acompañe en la fórmula, le cuesta definirse como política. De profesión médica, comenzó su camino como dirigente hace unos cinco meses cuando lanzó el sector Encuentro Nacional Cristiano. Hasta ese momento, poco se sabía de ella, incluso dentro de Cabildo Abierto. Aún no se acostumbra a “muchas cosas” de la política, como el sacarse fotos, y sabe que “quizás mañana” alguien pueda buscar cómo pegarle. Pero destaca que, por ahora, no es “personal” la disconformidad que hay a la interna por su postulación.

El domingo Cabildo Abierto tiene su convención nacionalpara decidir el vicepresidente. Y, a priori, la elegida del senador Manini tiene la mayoría absoluta de los votos. Por lo tanto, todo indica que se materializará la voluntad del líder, pese a que haya otras dos propuestas de posibles candidatos a la vicepresidencia: Rosanna de Olivera (del Espacio de los Pueblos Libres) y Rafael Menéndez (impulsado por diputados).

Quintana, de 47 años, se define como cristiana y llegó a Cabildo Abierto a través de su trabajo en el Ministerio de Salud Pública, donde conoció al exministro Daniel Salinas. De a poco se acercó al partido y se dio cuenta de que se sentía “identificada” con sus principales ideas. Hay varias temáticas que le son de especial interés: la “defensa de la familia” y de la “vida de la concepción hasta la muerte natural”, sobre todas las cosas, dice a El País. Así como también no está de acuerdo con la “ideología de género en la educación en Uruguay”, un punto en el que la doctora hizo énfasis al marcar que Cabildo Abierto es el “único” que se posiciona “en contra”.

Este perfil es el que la hizo interesante para completar la fórmula de Cabildo Abierto, y así se lo hizo saber Manini a Quintana cuando la llamó para decirle que era la elegida. El líder del partido le explicó —según relata ella— que se “complementan” porque ella es la “más capacitada” para hablar sobre adicciones y familia, dos de los cuatro pilares de la campaña del partido. Mientras que, de los otros dos ejes temáticos —la seguridad pública y la deuda de las personas físicas (así como la usura)—, se iba a encargar más él.

“Soy quien complemento la fórmula, no porque soy nena, sino que por mi experiencia y mi trabajo”, dijo Quintana, haciendo referencia a que no hubo un afán paritario a la hora de armar la fórmula, sino que fue elegida por su perfil político. En este sentido, recordó que su partido se posicionó en contra de la ley de paridad —impulsada por la senadora nacionalista Gloria Rodríguez, que no tuvo éxito en el Parlamento— en la votación que se hizo en mayo en el Senado.

Su aclaración es en respuesta a lo que el diputado Sebastián Cal, uno de los disconformes con la postulación de Quintana (y que busca impulsar a su par Ménendez), comentó el lunes a El País: “Tal vez (la elección de Manini) ha sido netamente por un tema de querer caer simpático, por esas estupideces de querer imponer fórmulas paritarias”.

Para Quintana “era de esperar” la repercusión que tuvo su postulación a la interna de Cabildo Abierto. Y entiende que quizá “no es fácil” asimilar la decisión de Manini, ya que hay otros dirigentes que “vienen trabajando ocupando una banca” en el Parlamento. No obstante, tiene la esperanza de que se “subsanen” las diferencias después del domingo, al mismo tiempo que la “deja tranquila” que no son “personales” los problemas que se generaron a partir de la videollamada con dirigentes que hizo Manini el lunes, para comunicar justamente que su elección era Quintana.

Ante la consulta de si está preparada para el “barro” que hay a veces en la política, Quintana elige una metáfora futbolera: “Mira, estoy por salir a la cancha ‘a lo Peñarol’”.

Foto: Estefania Leal/Archivo El País

Quintana no duda en afirmar que “uno tiene que decir lo que piensa, defender los valores que cree que hay que defender”, porque, sostiene, “si las personas están de acuerdo con tus valores, te dan voto". Por eso, cree que es una “tibieza” decir “lo que no se cree para ganarse votos” o “quedar bien con un colectivo”. Y continuó: “Creo que si un día Cabildo Abierto colgara la bandera de la diversidad, yo debería presentar mi renuncia”.

La posición contraria al aborto es una de las que más aparece en los discursos de Quintana, o al menos en aquellos que han tenido mayor notoriedad pública. La doctora argumentó a El País que lo que piensa “no tiene que ver con la religión”, sino con que “hay vida desde la concepción”. Para ella, “por más de que lo quieran pintar de ‘interrupción voluntaria del embarazo’, en realidad es un asesinato”. Y, aunque entiende que “parece” que hace estas afirmaciones te “llenan de enemigos”, recordó que es “médico” y que “la ciencia” también es parte de su “formación”.

Otra de las ideas que repite Quintana es la “defensa de la familia”. Es más, en agosto de 2022 —según una publicación en el sitio de Cabildo Abierto— se la designó coordinadora de la Secretaría de la Familia de su partido. Ya para ese entonces era coordinadora nacional del programa Familias Fuertes del Ministerio de Salud Pública, plan de la Organización Panamericana de la Salud que busca reforzar los vínculos dentro de las familias.

Por otra parte, la posible candidata a vicepresidenta de Cabildo Abierto (si el domingo en la convención se confirma la propuesta de Manini) apuntó contra la educación sexual que se imparte en el país, diciendo que no quiere que a un niño “le digan que no nació hombre o mujer, ya que eso no tiene nada de cierto porque todas tus células son femeninas o masculinas”. Tiempo atrás, en la presentación del Encuentro Nacional Cristiano, ya había criticado que la “ideología (de género) se haya incorporado en la educación”, y ha dicho que, “lamentablemente", estas es algo que "está más fuerte en esta administración”.

Quintana, que además de coordinar el programa Familias Fuertes es directora del Programa de Adolescencia y Juventud del Ministerio de Salud Pública, hizo una alianza con el sector de Guillermo Domenech —la Columna Unidad y Lealtad— en las semanas previas a la interna. Ambos sectores nacionales consiguieron el 48% de los votos en la convención nacional, lo que no les da la mayoría absoluta pero sí los deja muy cerca de poder conseguirla mediante acuerdos.

Cuando se realizó la alianza, que informó en su momento El País, Quintana había dicho que la “mayoría” de los que están en el Encuentro Nacional Cristiano pertenecieron al Partido Nacional y Partido Colorado, fuerzas políticas de las que se fueron “defraudados” porque ya “no defienden” los valores cristianos.