ENTREVISTA
Adelanta que ejercerá la tarea como el liberal que es, con confianza en un partido que cuenta con gente joven y con ideas vinculadas a desafíos del futuro, como los que ya se le avecinan a Ancap.
La obligada renuncia al Ministerio de Turismo por parte de Germán Cardoso produjo una ola de enroques en cargos colorados que llevaron a que el hijo del expresidente Jorge Batlle asuma por primera vez la titularidad de una banca en el Senado.
-¿Se esperaba un fin de semana tan movido como el pasado?
-El viernes 20 me iba para afuera con mi señora, y era un día normal más. Me llamó Julio (María Sanguinetti) para comunicarme que Germán (Cardoso) no seguía en el ministerio y que el elegido era Tabaré Viera. Me preguntó qué iba a hacer, para ver si asumía el lugar de Viera, y me tomó por sorpresa, porque la verdad eso nunca estaba en mis cálculos.
-La intención de Batllistas era que usted no asumiera la banca.
-No fue así. A mí por lo menos lo que Julio (María Sanguinetti) me preguntó fue qué era lo que yo quería hacer. Yo le pedí que me dejara pensarlo, pero decidí que era un momento para estar presente. Si bien es otro trabajo más que se agrega, estoy dispuesto a sacrificar tiempos familiares.
-Estos cambios se dan luego de un diferendo entre colorados en el Ministerio de Turismo. ¿Sale fortalecida la 15?
-Yo creo que sí, pero básicamente por el respaldo que se le dio a Martín Pérez Banchero con el comunicado, porque en definitiva él había actuado bien. No creo que haya una ruptura entre la 15 y Batllistas. Primero porque tenemos una relación, o yo tengo una buena relación con Julio. Nosotros lo que hicimos fue respaldar a Pérez Banchero por lo actuado en el ministerio.
-¿Qué opinión tiene sobre la gestión de Germán Cardoso?
-Y bueno, tuvo la pandemia y eso trastocó todo el turismo externo, porque el turismo interno iba a funcionar de todas formas.
-¿Con eso está diciendo que quizás no era necesaria esa inversión en publicidad para fomentar el turismo interno que ejecutó Cardoso, y que fue el foco de la salida del misterio?
-Yo invierto la pregunta: ¿qué apresuramiento tenés sí está el mundo entero cerrado? Acá en el turismo lo que había que hacer era cerrar o abrir y mirás otros países que decidieron abrir, como Estados Unidos, por ejemplo, con un Miami que hoy explota. Porque ellos tomaron una decisión agresiva en cuanto a abrir las puertas, y vos en plena pandemia con un test negativo podés entrar.
-Usted justamente fue muy crítico en publicaciones en Facebook sobre el cierre de las fronteras.
-Fui crítico porque creo que la inversión tendría que haber sido ahí. Darle al turista, sobre todo al turista argentino que es nuestro principal turista estival, la seguridad de que pudiera venir, porque la chance de contagiarse acá o en Buenos Aires era la misma.
-¿Fue un error cerrar las fronteras?
-Yo no digo que eso fue un error, porque cuando vos estás en una posición donde la gente está temerosa por la salud, no se puede hacer mucho más de lo que la gente te pide. Creo que había una forma de hacer venir un turismo seguro.
-También fue crítico con el gobierno cuando decidió reglamentar el artículo 38 de la Constitución para prohibir las aglomeraciones.
-Es que al final te pregunto: ¿hubo alguna necesidad de aplicarlo así rigurosamente? Me parece que legislar para no hacer no tiene mucho sentido.
-¿Cree que Uruguay tuvo suerte?
-No. Las cosas se trataron de forma segura y fue abriendo de forma correcta mirando a ver qué cosas pasaban. Mi único diferendo fue con esas dos cosas. Y porque el turismo es una industria muy fuerte en Uruguay.
-¿Cuánto tiene de parecido esta crisis con la que usted vivió muy de cerca en 2001, cuando su padre fue presidente?
-Son crisis diferentes. La de 2001 fue una crisis del sector financiero, y el problema no fueron solo los bancos, sino también la aftosa.
-En este momento hubo un cierre como nunca hubo.
-Sí, y el impacto en la salud, pero con la economía en parte funcionando. Claramente tuvimos muchos sectores golpeados, pero la economía fluyó a unas semanas del primer encierro voluntario.
-Como senador de la coalición, ¿entiende que el gobierno tiene que hacer ajustes en su gestión?
-Yo creo que la gestión viene siendo buena; no solo lo digo yo, lo dicen los números de las encuestas aunque ahora dicen que cayó un poco la aprobación.
-¿Las subas de combustible, mediante el nuevo mecanismo de paridad de importación, le parecieron correctas?
-No he mirado de cerca esos números, lo que sí digo es que el petróleo subió en el mundo entero, y está en niveles máximos desde la precrisis de 2009. A Ancap, sin duda, le está saliendo mucho más caro comprar petróleo crudo ahora que antes. Y seguramente no quedaba otra que subir. No hay que olvidarse de que las finanzas de Ancap fueron muy castigadas por el gobierno anterior. El agujero de Ancap, para hacernos una idea, en términos de proporción es más grande que el agujero que tuvo Petrobras. O sea que no es que estemos solamente pagando el precio del petróleo sino que también hay un agujero para atrás.
-¿Y cree que es una alternativa positiva desmonopolizar Ancap? El senador Sebastián Da Silva ya escribió en Twitter que espera que usted defienda esa iniciativa espalda con espalda con él y Germán Coutinho.
-Lo vi (se ríe). No tengo Twitter. Me hice uno para leer las noticias y vi el de Da Silva.
-¿Y qué le contestaría?
-Mirá. Yo soy liberal en todo. Porque ser liberal muchas veces está como cuestionado, es visto como algo feo. Y a veces digo: ¿cómo puede alguien agraviar a otro que se dice liberal? Porque si sos liberal elegís la religión que querés, elegís la educación que querés, no la que yo te obligo a que tomes; elegís si te querés vacunar o no, qué querés hacer en cuanto a tu profesión, tus estudios.
-Y se puede traducir en pretender un Estado no tan grande...
-Y se puede traducir en eso. Ancap tiene una historia. No hay que olvidarse de que Ancap está creada en una época en que no se conseguía petróleo en ningún lado, después de la posguerra; te habrán hecho el cuento de los autos con carbón. Entonces, hubo ahí una necesidad, y el mundo se posicionó sobre el tema petrolero y fuerte con la crisis de Medio Oriente de los años 70’. Ahora es diferente. Para mí, mi visión a futuro, y estoy diciendo un futuro que por ahí ninguno de nosotros veamos, la energía va a ser gratis.
-Hay todo un tema con Ancap; parece ser un fierro caliente en el que quizás nadie se quiere meter.
-Nadie se quiere meter.
-Porque en campaña habían planteado opciones. ¿Qué es entonces lo que hay que hacer?
-Para mí hay que ir pensando en que a Ancap se le va a hacer cada vez más difícil competir con el resto de las energías.
-Pero Ancap se puede adecuar a ese desafío y ser más competitivo.
-Se puede adecuar y se puede ser más competitivo. Si vos tomás por ejemplo la telefonía, una vez que se desmonopolizó el mercado, la propia Antel en competencia tiene mucho más penetración de mercado en celulares que las otras. Si vos te fijás, cuando se reglamentaron las Afaps y se instaló la competencia, la Afap que más tiene es República Afap. Y todos beneficiándose de un costo menor.
-Hay una argumento hoy que dice que Ancap no está preparada como empresa para salir a competir en el mercado.
-Obviamente hay que tener en cuenta la reconversión de la empresa y la reconversión de las personas que trabajan en la empresa. Porque evidentemente son muchas personas, que pueden quedar en la calle, y eso es inviable para cualquier gobierno, por más que vos digas que sos el tipo más liberal del planeta. Hay un límite cuando decís que vas a mandar a tanta gente a seguro de paro. Pero el límite no viene por el lado filosófico, sino que viene por el lado humano. El batllismo muchas veces fue tildado de comunistas chapa 15, de ser izquierdistas, socialistas o algo parecido, pero es en realidad todo lo contrario. Estuvo siempre en contra del socialismo, en contra del comunismo, pero es un partido esencialmente liberal y humanista. Porque piensa en la gente, piensa en el obrero.
-El fenómeno que generó Ernesto Talvi no funcionó. ¿Sumó o restó al Partido Colorado?
-Fue un intento que dejó mucho. Ernesto (Talvi) trajo un aire nuevo y no solo eso, sino que incorporó a muchas personas que estaban por fuera de la parte profesional, que se sumaron a los equipos, y realmente siguen todavía. Ciudadanos no desapareció y continúa.
-O sea que el fenómeno Talvi para usted, que fue muy crítico cuando renunció y antes también, fue positivo.
-Al fenómeno Talvi yo lo veo como algo positivo. Para mí fue una lástima, y también lo dije, que se haya retirado.
-Dijo que había sido una “aventura”, y que en política no hay aventuras.
-Sí, sí... Son momentos de calentura también (se ríe).
-¿Y qué aspiración tiene en su carrera política?
-Nunca tuve aspiración política, nunca estuve en ningún cargo de ningún tipo. Este es mi primer cargo. Estoy un poco hasta de carambola. Pero bueno, mi intención es poder colaborar y aportar mi granito de arena desde donde toque. Mi padre siempre decía: primero el país, después el partido y después mi familia. Yo soy al revés: para mí primero está la familia, y después todo lo demás. Como buen liberal, creo en la construcción micro, no en la macro.
-¿Qué evaluación cree que haría su padre de esta coalición?
-El viejo era coalicionista desde el momento cero, desde el momento en que hizo una Constitución que habilitó eso. Y en la historia reciente él había dicho varias veces que teníamos que arrancar la campaña con un documento en común, y no hacerlo al final, sino en el arranque. Y creo que hoy estaría bastante de acuerdo en cómo se formó, porque se formó a instancias de un documento base, Compromiso por el país, así que creo que estaría feliz.
El cambio generacional de colorados
-Hay preocupación entre los colorados sobre quién va a ser su líder y la crisis que tienen en esta materia. ¿Cómo ve usted esa situación?
-Estamos en un cambio generacional. Hay una generación que se fue, que fue la de los grandes líderes del partido. Y hay muchos, pero fundamentalmente en los últimos tiempos estos son Jorge Batlle y Sanguinetti.
-¿Hay figuras hoy de proyección?
-Yo creo que hay un cambio generacional, hay mucha gente joven que se ha incorporado a la política.
-¿Algún nombre?
-Entre los jóvenes yo considero a Conrado Rodríguez y Felipe Schipani, que están ahí y trabajando. Esos son los más visibles, porque son chicos que son diputados. Pero está la gente de Ciudadanos, también, como Adrián Peña y Carmen Sanguinetti, porque no nos olvidemos de las mujeres.
-¿Y en ese escenario no siente una responsabilidad de tener que salir y ponerse a la vanguardia de una “barra”?
-Mirá, yo consulté mucho con la 15 y mi familia y terminé decidiéndome por la 15; no es que haya dejado a mi familia de lado pero sé que mi familia va a sufrir porque me va a tener menos en casa. Yo soy muy familiero.