La asignación de recursos del gobierno nacional a las intendencias vuelve a estar en el tapete. Mientras cada Junta Departamental debate la última Rendición de Cuentas con posibilidad de aumentar el gasto en este período, se reactiva un “reclamo histórico” de Montevideo y Canelones, dos departamentos que desde hace años señalan que son los que menos asignaciones reciben en proporción a lo que aportan a nivel nacional.
A su vez, en el Congreso de Intendentes se debate la aplicación de una normativa -que tuvo varios aplazamientos- que modificó cómo se reflejan los egresos de los fideicomisos solicitados por las comunas. A mitad del período, hay quienes entienden que la nueva disposición podría generar una “distorsión” del resultado acumulado expuesto hasta ahora.
El gobierno capitalino, liderado por la intendenta frenteamplista Carolina Cosse, lo planteó directamente en la exposición de motivos de su propuesta para 2024 y 2025. Allí, la administración hizo una “evaluación comparativa de las finanzas departamentales”, desmenuzando las transferencias del Poder Ejecutivo al gobierno de Montevideo y a los 18 restantes del interior.
Tomando como referencia los datos de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, la Intendencia de Montevideo (IMM) concluyó que, si se analiza la variación real de las transferencias entre 2021 y el promedio de 2019 y 2020, hubo una caída de 18,4% para el gobierno capitalino, mientras que las partidas para el total del interior solo disminuyeron 0,6% en promedio.
Para estar en igualdad de condiciones durante este período, según la comuna, debería haber recibido cada año, en promedio, 664 millones de pesos más. La exposición de motivos desglosa cómo se llegó a este monto.
“Lo pusimos porque entendemos que ha habido un sesgo importante en la asignación de los recursos de origen nacional. El peso relativo de Montevideo ha ido bajando”, señaló a El País el director de Recursos Financieros de la IMM, Mauricio Zunino.
El jerarca indicó que, a su vez, al explicitar la diferencia buscaron dar a conocer que el grueso de las políticas en Montevideo “se generan con recursos propios”. En general, en el resto de los departamentos hay mayor equilibrio entre los fondos propios y las transferencias del Gobierno Central. “En la IMM, aproximadamente 10% del presupuesto global es lo que se obtiene del gobierno nacional”, sostuvo Zunino.
El planteo de la comuna capitalina también es de recibo en Canelones. En el departamento gobernado por el intendente frenteamplista Yamandú Orsi, observan igualmente una diferencia en relación a las demás comunas. En este período, solo un 22,8% del presupuesto corresponde a las transferencias del gobierno nacional, indicó a El País el contador Gabriel Camacho, asesor financiero del jefe comunal canario.
Si bien no lo dice en la Rendición de Cuentas, para esta administración, el mayor revés fue la suspensión de partidas para el Fondo del Área Metropolitana, que se dio en el último presupuesto quinquenal.
“Claramente hay un reclamo histórico. Es difícil entender cómo Montevideo y Canelones reciben en promedio 20% del Presupuesto Nacional, cuando hay intendencias que casi que viven por estos ingresos. Me parece que debería llevar un tiempo corregirlo”, señaló Camacho, y agregó que, en su momento, el fondo se creó como una forma de compensar “mínimamente” a los dos departamentos que más aportan al Producto Bruto Interno del país.
Estudian caso “emblemático”
A casi 20 de años de la aprobación de la Ley de Fideicomiso, República Afisa trabaja en un especial sobre el reperfilamiento de la deuda en Canelones, que Camacho calificó como “emblemático”.
Este instrumento se utilizó en 2011 -cuando Orsi era secretario general de Marcos Carámbula- y permitió reducir la deuda de U$S 159 millones a U$S 30 millones de la época.
“Fue el primero de emisión en la Bolsa de Valores de Montevideo por parte de un gobierno departamental”.
Contracara
Esta visión no es compartida por otras comunas. Reunido con el intendente nacionalista Carmelo Vidalín, el director de Hacienda de Durazno, Sebastián Erviti, planteó ayer a El País que es un reclamo a destiempo. “En este momento no es de recibo, porque hace ya tres años que se aprobó la Ley de Presupuesto. Las partidas que les tocan a todos los gobiernos departamentales se negociaron a través del Congreso de Intendentes antes de que la ley entrara al Parlamento”, valoró el contador.
Además, en consonancia con fuentes municipales de otras comunas gobernadas por el Partido Nacional, descartó que esta administración haya tenido un “sesgo” al disponer de los recursos. “Con ese criterio se podría pensar que en anteriores períodos hubo un sesgo y no lo pensamos. Creo que (en 2020) se negoció lo mejor que se podía negociar para el Congreso de Intendentes, integrado por todos”, dijo.
Ahora, cada Junta Departamental deberá debatir la última modificación presupuestal del período 2020-2025.
Piden acuerdo y diálogo en el Congreso
Un cambio normativo -dispuesto en 2018 por el Tribunal de Cuentas, que se prorrogó hasta 2021 y ahora es obligatorio- es centro de debate en el Congreso de Intendentes. La resolución 1235 de ese año modificó cómo se deben registrar los ingresos y egresos en las rendiciones de cuentas. Los ingresos se anotan de acuerdo a un criterio de caja, incluyendo aquellos efectivamente depositados al 31 de diciembre; y los egresos, “devengados”, adjuntando los gastos en que se ha incurrido pero aún no se han pagado, como los fideicomisos.
A mitad del período, este es un criterio que despierta resistencias más allá del lema que gobierne, y hay quienes buscan profundizar el debate dentro del Congreso. “Un gobierno subnacional puede tener una situación totalmente saneada desde el punto de vista financiero, y aun así, si accede a financiarse con créditos de largo plazo, presentar un abultado déficit acumulado, que puede ser interpretado como un déficit estructural, cuando en realidad no lo es”, señaló la IMM, por ejemplo, en su Rendición. Si bien la crítica es secundada por varios intendentes blancos, el director de Hacienda de Durazno, sin fideicomisos, está a favor del criterio.