Por Fabián Cambiaso
El día en que finalmente se vote en Cámara de Diputados el proyecto de ley sobre la reforma del sistema previsional habrá un paro convocado por el PIT-CNT. Hasta ahora es prácticamente la única certeza que existe en torno a la definición de un tema que mantiene en vilo al oficialismo. La fecha concreta de la votación -y de la movilización de la central- dependerá de la respuesta que el Partido Colorado le presente al Poder Ejecutivo en las próximas horas. Y hablando de certezas, la única que puede ofrecer a esta hora ese partido es que habrá una respuesta. Su contenido, sin embargo, está lejos de definirse.
Durante tres horas este viernes, delegados de los sectores partidarios con representación parlamentaria siguieron con el "intercambio" de opciones en procura de definir una respuesta común al acuerdo que el presidente Luis Lacalle Pou alcanzó con el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Rios, que garantizó los votos de esa formación al proyecto y que a la misma vez puso en duda los de los colorados.
En el encuentro estuvieron representados todos los sectores con representación parlamentaria del partido. Por Ciudadanos, el senador Adrián Peña y el diputado Jorge Alvear. Por Batllistas, el senador Germán Coutinho y el diputado Conrado Rodríguez. Por Tercera Vía, el diputado Gustavo Zubía. Junto a dos asesores. Allí cada grupo puso en conocimiento de los otros las "ideas" que venían manejando y que será unificadas el próximo lunes en un solo documento, que será presentado luego al Poder Ejecutivo.
Los colorados tienen allí un menú con diez opciones entre las cuales deberán elegir para presentarle al presidente, con el que pretenden reunirse el próximo martes en la Torre Ejecutiva. Participantes en la reunión señalaron a El País que algunas de ellas habían sido manejadas en su momento por los colorados, pero fueron desechadas porque, según se les había transmitido desde el Poder Ejecutivo, irían a afectar algunos de los "pilares" que sustentan económicamente a la reforma.
Ahora los colorados interpretan que como una de las concesiones que el presidente le hizo a Cabildo Abierto a cambio de sus votos -bajar de 25 a 20 los años para el cálculo de la tasa de reemplazo de las futuras jubilaciones- movió justamente uno de los elementos que el propio gobierno había considerado inmutables, esos "pilares" pueden alterarse. En esa plataforma también se incluyen algunas ideas que los colorados manejaron pero nunca concretaron y otras que representan una novedad. "No vamos a presentar ninguna locura", aclaró uno de los delegados.
Zubía, por ejemplo, pretende que el partido le reclame a Lacalle Pou que el proyecto incorpore la eliminación del IASS y ya había adelantado que la reforma no contará con su voto si no se contempla este planteo. "El partido tiene que dar una respuesta fuerte", reclamó Zubía, ante lo que consideró fue una negociación entre Lacalle y Manini "a nuestras espaldas". El diputado insistió. "La respuesta debe ser firme, sino quedaremos como el tren de cola del Partido Nacional", reclamó.
Hay dos acuerdos que no se cumplieron
En paralelo, los colorados procuran dar por superada la sorpresa que les significó el acuerdo entre Lacalle Pou y Cabildo Abierto, aunque no dejan de señar su incomodidad ante la nueva realidad. "De algún modo fue inesperado", admitió este viernes en rueda de prensa el expresidente Julio María Sanguinetti, horas después de haber retornado al país. El secretario general colorado estuvo casi toda la semana en Buenos Aires, a donde viajó junto a José Mujica a presentar un libro que reúne conversaciones con ambos.
En diálogo con El País, Sanguinetti señaló que el presidente lo mantenía informado de las negociaciones con Manini Ríos. Lo que le sorprendió, dijo, fue el "criterio" que se eligió para cerrar esa negociación.
Sanguinetti recordó que los cabildantes incumplieron dos acuerdos previos en torno al proyecto. El primero, suscrito el 17 de octubre por los líderes de toda la coalición ante el presidente de la República. El segundo, luego de votar el proyecto en el Senado. En ambas ocasiones, señaló el líder colorado, el compromiso era votar la ley sin cambios significativos. "No quiero aplicar adjetivos, pero hubo dos acuerdos que no se cumplieron", remarcó el exmandatario.
Consultado, Sanguinetti dijo tener un "vínculo político respetuoso" con Manini, aunque volvió a criticar su postura. "Nosotros aceptamos en el proyecto muchas cosas que no nos gustaban", indicó.