La suerte de la reforma previsional es una incógnita que tiene en vilo al oficialismo, pues ni el presidente Luis Lacalle Pou ni el senador Guido Manini Ríos han dado alguna señal en las últimas horas que permita vislumbrar si hay posibilidad de acuerdo entre las partes -al menos al cierre de esta edición-.
El líder de los cabildantes ha dicho públicamente que daría una respuesta oficial entre el “martes y miércoles” de esta semana, luego del fallido encuentro del jueves pasado, instancia en la que ambos se mantuvieron en sus posiciones.
En esa reunión, Lacalle Pou le comunicó a Manini Ríos que no era posible atender sus exigencias -entre las que están bajar la cantidad de años a tomar en cuenta para el cálculo de las jubilaciones y no habilitar a las AFAPs a invertir sus fondos en el exterior-. Y Manini Ríos respondió -de acuerdo a la versión que el senador ha dado en los medios- que dado ese panorama o no daría los votos para aprobar la iniciativa o no votaría los artículos polémicos.
Sin embargo, en el gobierno también entienden que, a juzgar tanto por otros mensajes que el legislador dio en las últimas consultas periodísticas como lo que incluso dijo en la reunión en Suárez y Reyes, se espera que Cabildo Abierto analice la posibilidad de ceder en algunos de sus planteos, según señalaron a El País fuentes del Poder Ejecutivo.
“La pelota está en la cancha de Cabildo Abierto”, sintetizó un integrante del gobierno.
En declaraciones de ayer de tarde en la audición semanal que tiene Radio Oriental, Manini Ríos remarcó que lo que pretende es “buscar las mejores soluciones posibles para el ciudadano de a pie, aunque esto toque algunos intereses creados y genere malestar en mucha gente”, y que el objetivo último en este caso es no aprobar una ley que luego pueda ser “derogada porque tiene muchas falencias”.