PASADO RECIENTE Y DD.HH.

El coronel (r) Gilberto Vázquez relató en 2006 ante el Tribunal de Honor que el comandante en Jefe del Ejército (no aclara si fue Carlos Díaz o su predecesor, Ángel Bertolotti) le ofreció a él y a otros militares procesados por delitos en la dictadura, asumir la autoría de un crimen, a cambio de cumplir ocho años de prisión.

Incluso, Vázquez contó que la propuesta fue presentada luego de que el excomandante mantuviera una reunión con el entonces presidente de la República, Tabaré Vázquez.

Se trataba del caso de la desaparición en 1976 en Argentina de Adalberto Soba, que pertenecía al Partido por la Victoria del Pueblo (PVP). De acuerdo a su testimonio, el coronel retirado debía “hacerse cargo del caso Soba” junto a un grupo de exmilitares, entre ellos, Jorge Silveira, Ricardo Arab y Ernesto Ramas.

En una de las actas del Tribunal de Honor de 2006, a las que accedió El País, Vázquez narró: “Un día nos dicen, mañana o pasado va a haber novedades porque el comandante tiene una reunión con el presidente, tiene una cena con el presidente. Al otro día, después de la cena, al mediodía, estaba Díaz, el general de la División de Ejército I y yo, y dice, bueno, llegó el comandante y dice ‘el problema es que a ustedes los quieren presos sí o sí’”.

En su testimonio, Vázquez señaló que el entonces comandante en jefe había participado de una reunión con el expresidente Vázquez y que se había resuelto que los represores confesaran los hechos porque no había otra solución dado que “a la Argentina no se puede ir porque las condiciones son inaceptables”.

“Yo, la información que tengo es que había tenido la noche anterior una reunión con el presidente. Al otro día, va para allá, y nos dice que la cosa cambió, vamos presos sí o sí, y ocho años como quien dice dos días, no, no, es cadena perpetua”, apuntó en su declaración el coronel retirado.

Por otro lado, el exrepresor contó que Bertolotti le admitió de un acuerdo entre el presidente Vázquez y su par argentino Néstor Kirchner. “Además Bertolotti me decía que esto es un compromiso de Vázquez con Kirchner y no se puede aguantar porque estamos comprometidos por el tema de la energía”, señaló.

Durante su declaración, el coronel retirado, que fue condenado por 28 homicidios especialmente agravados, admitió que sí tuvo que ver “con el caso Soba” pero que no así algunos de los otros militares a los que se les quería relacionar el caso. “Estuve prácticamente dos años trabajando en la Argentina, tengo que ver con el segundo vuelo, con el primer vuelo, con casi todas las cosas que pasaron allá, menos la Gelman, esas porquerías no las hubiera permitido de ninguna manera. No hubiera permitido de ninguna manera esa porquería”, afirmó.

Por ejemplo, explicó que cuando el comandante en jefe les presentó el plan, Ramas contestó que él no tenía responsabilidad alguna en ese caso. “La única solución se ve que es que se hagan cargo del caso Soba, que sean procesados acá, por el caso Soba y sería por ocho años. Entonces Ramas le dice (al comandante), pero tenemos que hacernos cargo de una cosa que no cometimos”, apuntó Vázquez.

En otra de las respuestas al Tribunal de Honor que buscaba esclarecer sobre su reciente fuga, el coronel retirado apuntó contra la familia del expresidente Vázquez.

“Porque ni siquiera el Frente Amplio está jodiendo, porque los tupas no están jodiendo, los grupos moderados no están jodiendo. Es el grupo del hermano de Tabaré, el PVP, que no sacaron ni un diputado, esos son los que están complicando la cosa, y el Ejército me dice que tengo que ir el resto preso por esos tipos. ¿Y quiénes son los que me quieren preso? ¿El hermano de Tabaré, que fue cliente mío?”, remató.

Díaz asumió como comandante en jefe del Ejército en febrero de 2006, sucediendo a Bertolotti en el cargo. Si bien las declaraciones de Vázquez fueron realizadas en julio de ese mismo año, en ningún momento aclara cuándo fue el encuentro entre el entonces comandante en jefe y el expresidente de la República.

En las actas, el exrepresor admite haber cometido asesinatos y torturas. “Que me digan asesino, torturador, fenómeno, pero ni chorro ni traidor, ni ninguna porquería de esas”, apuntó. Vázquez también señaló: “Apremiamos porque no había más remedio. El mínimo imprescindible para sacar la verdad, porque no había otra forma de combatir y estoy orgulloso de lo que hice”.