Redacción El País
A pocos días del próximo llamado a las urnas, el director de Opción Consultores, Rafael Porzecanski, contó las perspectivas para las elecciones nacionales —donde además habrá dos plebiscitos—, y el economista Javier de Heado adelantó cuál será el impacto si se aprueba la reforma constitucional vinculada a la seguridad social que impulsa el Pit-Cnt. El encuentro se dio en el evento Balance Anticipado 2024 que realizó El País en la mañana del jueves.
Porzecanski, el primero de los dos oradores, recordó que, de acuerdo con el sistema de repartición de bancas —que favorece al partido mayoritario—, un "empate matemático” en las elecciones de octubre "podría darle mayoría al Frente Amplio en el Senado pero no así a la coalición". Es más, si la coalición quiere conseguir la mayoría, debe superar en cinco puntos al Frente Amplio, adelantó.
No obstante, marcó que hay "cinco escenarios posibles y plausibles" para la conformación del Senado. Puede que cualquiera de los dos bloques tenga la mayoría; que haya un empate de bancas con una definición de la vicepresidencia —que se resolvería en noviembre—; o que haya un tercer partido, que puede ser Identidad Soberana, con una banca.
Porzecanski, a su vez, destacó la herramienta que generó El País para que los usuarios puedan calcular cómo quedaría el Parlamento con distintos porcentajes de votaciones.
Otro de los temas a los que se refirió Porzecanski es la "interna" dentro de la coalición de gobierno, donde Cabildo Abierto tiene una intención de voto del 2% o 3%. En ese contexto, el director de Opción Consultores indicó que una de las "hipótesis" es que se va a una coalición "más bicolor que tricolor", más parecida a la de 2014 que la de 2019.
Sin embargo, este escenario “no quita” que los liderados por Guido Manini Ríos (que tuvieron el 11%) puedan ser decisivos para la mayoría parlamentaria en un eventual gobierno de coalición.
También sobre la “interna” de la coalición, Porzecanski refirió a la puja entre el Partido Nacional —con Álvaro Delgado— y el Partido Colorado —con Andrés Ojeda. A su entender, hay una “disputa abierta por el liderazgo” de la coalición. Mientras los nacionalistas tienen una “ventaja” en las encuestas, los colorados registran una “tendencia” desde las internas acortando distancias.
El escenario es distinto al que se vivía en 2019 cuando, a esta altura de la campaña, se podía “asegurar” que los blancos serían los más votados dentro del hoy bloque oficialista. Ahora, mientras que la distancia entre el Partido Nacional y el Partido Colorado llegó a 19 puntos en mayo, en setiembre se acortó a nueve. Además, se debe tener en cuenta que hay una “frontera porosa” entre las dos fuerzas políticas, y que ambos candidatos tienen “niveles parejos de simpatía dentro de su bloque” —con 74% a Ojeda y 73% a Delgado.
De cara a un probable balotaje, el director de Opción Consultores planteó el “problema” de los coalicionistas rebeldes dado que, mientras la coalición va con un menú amplio a octubre, en noviembre le va a “costar más consolidar el voto del bloque”. Esta es, para Porzecanski, una situación que no vive el Frente Amplio porque va a las dos instancias con el mismo candidato.
Otro de los puntos que destacó sobre las elecciones es que hay un “10% del padrón que no vota y, además, hay gente que no tiene credencial”. Son dos “puntos importantes en elecciones reñidas”.
La economía.
Por su parte, De Haedo apuntó que hay indicadores que “juegan a favor de la reelección de la coalición” pero que “no solo de la economía vive el hombre”. Algunos de estos factores son que el Producto Interno Bruto crece por varios trimestres y acelera su crecimiento; que el consumo de los hogares sube y se gasta más en el país; que el Índice de Confianza de los Consumidores estuvo en 55,8 en agosto; que sube el empleo; que aumenta el salario real en los últimos 12 meses y que la inflación se ubicó en el 5,3%.
Por otra parte, el economista marcó las similitudes y diferencias de los bloques.
Dentro de las semejanzas están las “mismas políticas económicas y los mismos resultados”, un “país caro donde se debe subsidiar la inversión para que tenga rentabilidad y esto está en peligro por la nueva fiscalidad internacional”, y un “mismo ADN social estatista batllista que lleva al país al ‘lucro cesante’”.
De las diferencias, De Haedo destacó el “énfasis del Frente Amplio en la redistribución del ingreso y de la riqueza, tocando impuestos”. En esa línea, aseguró que, de ganar este partido, “se va a subir impuestos” como el IRPF a las rentas más altas y la renta del capital. Además, con este bloque “va a haber una mayor injerencia de los gremios en la educación” que van a intentar revertir la reforma educativa.
Sobre el plebiscito de la seguridad social, que impulsa el Pit-Cnt y algunos sectores del Frente Amplio, opinó que “no es materia constitucional”. Y en relación a qué consecuencias traería su aprobación, citó al presidente Luis Lacalle Pou cuando dijo “brillantemente” que significaría “más impuestos, menos prestaciones y una presión a la baja del Salario Mínimo Nacional”.
De Haedo consideró que si se aprueba esta iniciativa sería un “golpe en el estómago de la institucionalidad”. Y, ante la pregunta de cómo se podrían enfrentar los efectos fiscales, aseguró que las medidas “deberían afectar a sus beneficiarios y no al resto de la sociedad”.
“Si es una reforma que se impone sin consenso en el sistema político, hay que respetarlo pero, a la hora de implementarlo, debería afectar a sus beneficiarios y no al resto de la sociedad. Teniendo en cuenta, además, que la franja etaria de 65 años y más años es la que presenta menor índice de pobreza”, sostuvo.
También vinculado al plebiscito, dijo que la “edad de retiro no debería ser un problema” ya que es una “cuestión matemática” dado que el “haber jubilatorio debe definirse en función de años trabajados y aportes realizados”. Al mismo tiempo, señaló que “quien se retira antes de los 60 no tiene derecho al pataleo e ir al Estado para una pensión”.
Por su parte, Porzecanski planteó en relación a los dos plebiscitos que en el caso del de seguridad social existen “perspectivas muy desafiantes para ser aprobado” y sobre el que promueve la habilitación de los allanamientos nocturnos indicó que su intención de voto “viene en caída”.
El evento, producido y presentado por El País, cuenta con el auspicio de Jeep, Latin Securities, Katoen Natie - TCP, La Banca Juegos Oficiales, Fiserv, Fábrica Italiana y el apoyo de Abitab.
Ante los indicadores positivos como el aumento del salario real, el director de la Redacción de El País, Martín Aguirre, consultó a Porzecenski cómo se explica que la oposición tenga más posibilidades de ganar. En resumen, contestó que “no hay una traducción automática de los indicadores objetivos en los indicadores subjetivos”. Un tercio del porcentaje de los uruguayos dice que la situación económica en el país es buena o muy buena, lo que “no es un gran porcentaje para un escenario de continuidad pura o de entusiasmo de continuidad”. Pero, además, hay otros componentes que juegan un rol a la hora del voto, y la “gente tiene una mirada muy negativa sobre la seguridad”.
De Haedo se refirió a una diferencia que plantearon los posibles ministros de Economía del Partido Nacional (Diego Labat) y del Frente Amplio (Gabriel Odonne) en un evento este miércoles. Mientras el nacionalista entiende que en las elecciones se presentan “dos modelos”, el frentista cree que hay uno solo, que es Uruguay. Para De Haedo en Uruguay “no hay grieta” ni “dos modelos”, y que lo “otro es relato electoral”. A modo de ejemplo marcó que en Uruguay la última inversión de UPM se inició en el gobierno del frentemaplista Tabaré Vázquez y se terminó en el actual del nacionalista Luis Lacalle Pou.
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