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Por Rosina de Armas
Valeria Ripoll tuvo custodia policial las 24 horas del día en su casa. Esta fue una “orden expresa” del exministro del Interior Eduardo Bonomi cuando denunció episodios violentos vinculados a su desafiliación del Partido Comunista, según la dirigente sindical.
Si bien al día de hoy no se determinaron responsabilidades sobre los hechos, que van desde pintadas en un muro hasta un incendio intencional, Ripoll está convencida del nexo con su dimisión.
“Te vas y sos un traidor. Genera que algunos realmente te odien”, aseguró a El País.
La secretaria general de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (Adeom) también lo planteó recientemente en Esta Boca es Mía, el programa del que es panelista. Al tratar la renuncia de Gerardo Núñez a su banca en Diputados, el 10 de marzo, aseguró que el Partido Comunista es “sumamente violento”.
¿Qué llevó a que hiciera esta denuncia?
Cronología
Según Ripoll, todo comenzó en la mesa chica de negociación de los empleados municipales afiliados al PCU, durante la administración del exintendente de Montevideo Daniel Martínez (2015-2020).
A este ámbito llegaban “lineamientos” sobre cómo debían realizar los reclamos sindicales ante una gestión que era “desastrosa”, según Ripoll. “Para cuidar al Frente Amplio a veces se le quería bajar el perfil a los conflictos de Adeom, que eran totalmente válidos”, aseguró.
Afiliada al partido desde 2011, tomó la decisión de dar un paso al costado y volcarse de lleno a la actividad sindical. “Entendí que no era mi lugar. Que realmente es incompatible la militancia sindical con la orgánica partidaria, porque a veces los intereses son contrarios”, recordó Ripoll.
Después de desafiliarse junto a otros compañeros comenzaron las supuestas amenazas.
La primera que Ripoll recuerda fue en su anterior casa, en Blandengues y Pando, cuando intentaron forzar la cerradura de la puerta de entrada.
“Me arrancaron la mirilla de la puerta varias veces y podías ver para adentro”, dijo. También aseguró que le pusieron miguelitos cubiertos con hojas de árboles, para pinchar los neumáticos.
El día antes de mudarse a su casa actual, le pintaron el muro frontal de la anterior vivienda con consignas del Partido Comunista.
“Ante las primeras situaciones de violencia ya había hecho la denuncia y el sindicato me respaldó. Terminé teniendo una entrevista con Bonomi, que llevó a que se dispusiera una especie de custodia en mi casa. Yo tenía un patrullero las 24 horas del día parado afuera. Eso se mantuvo durante un montón de tiempo y se calmó un poco la cosa”, dijo Ripoll.
Sin embargo, la custodia no se mantuvo en su actual domicilio. “Un día fui a hacer un mandado con mi esposo, quedaron mis hijos con mi hermana y mi sobrino, y rompieron un vidrio de la ventana de abajo. Prendieron fuego las cortinas”, aseguró.
Ripoll volvió a denunciar, se hizo un relevamiento y tuvo entrevistas con autoridades policiales. “Me llamaban constantemente para ver cómo estaba la situación. Había un seguimiento y me sentía un poco más protegida”, relató la dirigente sindical.
Sin embargo, dijo, la Fiscalía no investigó. Como en ninguno de los domicilios hay cámaras de vigilancia, no se ha probado quién atentaba y si efectivamente había un vínculo con el Partido Comunista.
“Es una forma de dar miedo y creo que eso fue lo que hizo que el propio ministro resolviera ponerme una custodia policial. No lo decidí yo. Evidentemente elementos encontraron, no pudieron probar quiénes eran pero entendieron que algo estaba pasando”, argumentó.
Además aseguró que después de la denuncia en televisión, recibió mensajes críticos de militantes que “no pueden sacarse el chip” y entienden que está “con la derecha”.
Exjerarca la había acusado de “traidora”
“¿Sos cristiana? Si lo sos tal vez sepas dónde terminan los traidores”. Este fue uno de los mensajes de WhatsApp que Juan Canessa, cuarto suplente del intendente Martínez, le envió a Ripoll en 2018 y que motivó diversas reuniones entre la administración y Adeom.
“Ojalá que lo que te paguen por mandadera del enemigo te ayude a cuidar a tu familia por lo menos”, le dijo -también- el dirigente comunista, en un intercambio que divulgaron varios medios entonces.
Canessa se disculpó, pero la administración no dio lugar al pedido de renuncia del gremio municipal. Ripoll recordó el diferendo al argumentar la supuesta violencia que vivió al desafiliarse.
“Yo no sé si es un lineamiento de la cabeza del partido o de los militantes, pero es una impronta que uno cuando está ahí sabe que tienen formación en autodefensa, que no son ningunos tontos. Hay gente que tiene armas, no son improvisados”, valoró.
Sobre este punto, Ripoll precisó que solo algunos afiliados tienen esta capacitación. Y que, en cierto sentido, entiende que es necesario porque son quienes controlan -por ejemplo- el desarrollo de las marchas y manifestaciones.
Sin embargo, cuestionó cómo se dieron los ataques “organizados” en su contra. “ Funciona de una forma muy similar al aparato militar, yo estuve en la Armada”. “Lo que más me preocupaba era que había un seguimiento claro, sabían todos mis movimientos”.