Redacción El País
En un país que se vanagloria, justificadamente, de su tradición democrática, uno de los hechos destacados de cada elección es el momento en que votan los expresidentes. Eso se repitió cuando Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle Herrera y José Mujica cumplieron ayer con su deber cívico.

El primero en hacerlo fue Mujica, que como es su costumbre fue a votar a primera hora: tan temprano que debió esperar a que abriera su circuito en la Escuela 149 de Carlos María Ramírez y Turquía en el Cerro. Esperó charlando con la prensa y los encargados de la mesa.

A diferencia de la primera vuelta, cuando llegó en silla de ruedas, esta vez arribó caminando ayudado por un bastón. En los últimos meses, el expresidente ha estado superando achaques de salud, incluyendo un tratamiento contra un cáncer de esófago.

“Estoy vivo de milagro”, dijo ayer. Más tarde diría que su “futuro más próximo es el cementerio”. A la salida, Mujica fue asediado por un mar de preguntas de parte de los periodistas.

Allí dijo que “el gobierno que venga va a tener que tener capacidad de crear un clima que permita acercarse, negociar e intercambiar”. Sin embargo, apuntó: “Si yo te ando relajando y después te pido negociar, no camina”. En los últimos días, el candidato de la coalición, Álvaro Delgado, mencionó la posibilidad de integrar al Frente Amplio en su gobierno.

Mujica también habló del futuro político de la senadora electa Blanca Rodríguez, una figura que él promovió. “No se ha discutido título todavía”, dijo consultado sobre una futura candidatura a la Presidencia de la experiodista. Antes, debe “hacer una buena senaturía”, dijo.

Apuntó, además, que Carolina Cosse es “tremenda candidata” para el cargo, aunque añadió que hay que “tener variedad”.

Foto: Francisco Flores.

También como suele hacerlo, el dos veces presidente Sanguinetti votó poco después del mediodía en el Colegio y Liceo Elbio Fernández; su circuito fue el 108, entrando por la calle Canelones.

El histórico líder colorado ingresó al lugar de votación acompañado por el actor, y excandidato a diputado, Diego Delgrossi, y el prosecretario general del Partido Colorado, Gustavo Osta. Tuvo que esperar porque el circuito estaba concurrido; aprovechó para acceder a unas cuantas selfies y a mostrar su credencial, en impecable estado a pesar de haber sido emitida en 1954; no le caben más sellos, dijo, “pero no hace falta cambiarla”.

Como también es su costumbre, Sanguinetti atendió a la prensa. Comenzó haciendo una reflexión cuando se cumplen 40 años del regreso a la democracia: “No solo hay que recordarlo como evocación histórica, sino como compromiso”.

“Va ser un gobierno de mucha negociación”, especuló. “Yo fui dos veces presidente y no tuve mayoría. El primer período fue muy complejo, nos manejamos con lo que Wilson Ferreira llamó la ‘gobernabilidad’’”. También destacó el papel del por entonces líder del Frente Amplio, Líber Seregni.

Foto: Francisco Flores.

“Esta debe ser la última vez que voto, así que mírenla bien”, dijo el expresidente Lacalle Herrera exhibiendo su credencial cívica a los periodistas poco después de sufragar, a las 17.00 en la escuela de Julio César y Rivera.

El líder blanco, que besó el sobre antes de depositarlo, contó que votó por primera vez en 1962, pero insistió en que esta vez lo hizo “con un poco de tristeza porque a lo mejor no voto más”.

“Así que lo he hecho con algo de nostalgia pero, como siempre, con mucho orgullo de poder ejercer este derecho”. Mencionó que ese derecho no se ejerce en Cuba, ni en Venezuela, ni Nicaragua.

Lacalle Herrera -que se mostró apoyado por un bastón, fue acompañado por su hermana Inés y fue saludado con aplausos- dijo que votó “más que nada pensando” en sus nietos, y “en un país ordenado, donde se respeten los poderes, la ley y haya apertura económica para que haya prosperidad”.

Mencionó, además, a Martín Lema como su preferido como candidato para la Intendencia de Montevideo.

Consultado sobre si era partidario de que se formara un partido único con los socios de la coalición republicana, Lacalle Herrera dijo que no es una decisión para tomar “a la ligera” ya que se trata de partidos con casi 190 años de tradición. “Despacio porque la estructura de partidos en Uruguay es única en el mundo. No hay que cerrarse a lo nuevo, pero tampoco desechar lo viejo”.

Julio María Sanguinetti habló de la diferencia entre las campañas de antes y las actuales, y remarcó la importancia de los medios comunicación tradicionales. “Las campañas son todas distintas, porque los medios de comunicación han cambiado, hoy tenemos las redes sociales, que antes no existían, sin embargo, la televisión sigue siendo decisiva, la radio sigue siendo importante, el diario papel sigue siendo fundamental en la construcción de la agenda”, dijo. “Llegan a la siete de la mañana; la gente mira los titulares”.

“Las redes son fantásticas para alimentar las morbosidades del chisme, o algún ataque de ‘fulano dijo esto del otro’, pero no son tan importantes hoy, a mi juicio, en la construcción positiva de una candidatura o una idea”.

Foto: Francisco Flores.

El expresidente José Mujica habló con la prensa y mantuvo una tensa discusión con un periodista cuando salió el tema de la relación entre Uruguay y Argentina.

Mujica apuntó a que el futuro gobierno uruguayo deberá tratar de tener la mejor relación posible con el gobierno de Javier Milei, pero auguró que eso será “difícil”. “Porque por ejemplo la medida que acaba de tomar en la cuenca del Paraná subiendo los peajes enormemente nos castiga a nosotros, a Paraguay y es bravo”, dijo. Un periodista del medio argentino El Dato Internacional volvió a consultarle sobre el tema: “Con respecto a lo de Milei, usted dijo que subía la pobreza con el gobierno de Milei, sin embargo en el último trimestre en Argentina bajó del 56 al 49%”, planteó. Mujica le preguntó: “Sí, ¿pero cuánto había aumentado?”.

“Bueno, eso por la gestión de (Sergio) Massa, del kirchnerismo que usted apoyó”, le retrucó el periodista. “No querido, no entreveres los tantos. Haga periodismo serio. Me parece que se equivoca, m’hijo, es muy joven”, le respondió el expresidente.

“Primero que lo de Milei es de los argentinos. No es un problema en el que nosotros tengamos que inmiscuir porque cada lechón en su teta es el modo de mamar. Segundo, es un semejante país que no lo vamos a cambiar nosotros, pero como los países no se mudan tenemos que tratar de tener la mejor relación, esté el gobierno que esté”, dijo.

Luego, el periodista le preguntó si esperaba que Yamandú Orsi, de ganar, tuviera una buena relación con el venezolano Nicolás Maduro ya que “no se mostró condenando la dictadura de Maduro”. Ante esto, Mujica fue tajante y dijo que a él no le gusta “el totalitarismo”. “Si estás con la democracia estás con la democracia, no podés estar un poquito y un poquito no”, concluyó.