ENTREVISTA
"El Pit-Cnt pasa por alto un conjunto de nuevos derechos y ampliaciones que prevé la reforma”, dijo uno de los redactores de la nueva reforma jubilatoria.
Quien encabezó la Comisión de Expertos y es uno de los redactores de la nueva reforma jubilatoria, Rodolfo Saldain, respondió a El País algunas de las principales críticas al articulado, que surgieron tanto desde la interna de la coalición de gobierno como desde la oposición y el Pit-Cnt, que anunció un paro general para el 18 de agosto. Saldain también cuenta cómo surgió el vínculo con Luis Lacalle Pou y explica qué pretenden modificar del sistema actual.
-El presidente prometió durante la campaña no aumentar la edad jubilatoria para quienes ya estuvieran trabajando. Después reconoció que no pudo cumplir porque los técnicos le advirtieron que no era posible saltearse ese cambio. ¿Qué sucedió?
-A raíz de ese anuncio llamé a Pablo Da Silveira y Hugo Odizzio para comentarles: “Miren que lo que dice el candidato no es tan así”. Incluso en esos días el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) publicó un trabajo que decía que, hasta 2040, el nivel de gasto bajaba fuerte, que también era lo que decía el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). Me invitaron a almorzar, ahí conocí a Lacalle y le dije: “Ojo porque es fuerte la afirmación que has hecho y lo que estamos viendo es que los números van en el sentido contrario”. Y más o menos le comenté que no lo dijera más, que no vaya por ese camino. Hablamos, me preguntó si estaba dispuesto a trabajar con él en el tema y le respondí que sí.
-¿Y cómo siguió?
-Después, cuando empezamos con la Comisión de Expertos en Seguridad Social le dije a Lacalle: “La mala noticia es que vas a tener que revertir lo que dijiste”.
-¿Hay otra forma de reducir el déficit? ¿La edad es el único parámetro?
-Hay otros pero no son muchos. Es una ecuación de equilibrio. Está la ecuación demográfica que tienen los activos, que no los podés subir por decreto, y los pasivos, que los podés manejar. Lo otro es la relación económica de la ecuación, que es cuánto le pagás a la gente. Ahora, bajar eso… Entonces, el combo un poquito te lleva al tema edad.-Guido Manini Ríos dijo la semana pasada que algunas compensaciones que reciben policías disminuyen con la reforma. ¿Qué tanto hay de verdad en eso?
-No es una interpretación adecuada. Hoy a los policías ejecutivos, por cada cinco años de trabajo, se les computa siete. La Policía tiene aproximadamente 31.000 efectivos, de los cuales un 15% no son ejecutivos. Ese porcentaje tiene que llegar a 35 años, al igual que la policía ejecutiva con la bonificación. ¿Qué es lo que puede llevar a error? Se propone en el anteproyecto bajar la bonificación. En vez de ser cinco por siete, que les daría los 35 años, pasa a ser cinco por seis. Pero no es que los perjudique porque también se baja para todos la cantidad de años activos a 30. Son cinco años menos de trabajo. Pero también se incorpora el cómputo adicional por hijo con un máximo de cinco años, algo que hoy la Policía no lo tiene, y si el hijo tiene discapacidad severa, ahora se está proponiendo llevarlo a dos años. Otro planteo bien importante para ellos y la población en general, es el tratamiento que se le da al tiempo de trabajo posterior al retiro. Ahora tienen que llegar a tener 30 años de trabajo para acceder a una segunda jubilación. De acá en adelante, no importa la cantidad de años que el organismo recibió aportes y va a pagar en proporción. Justo ayer de mañana (N.d.R: por el jueves) tuvimos una reunión con la plana mayor de la Policía de todo el país. Sentí que quedó muy satisfecha con el planteamiento.
-¿Cree que algunas críticas se han adelantado un poco al análisis del anteproyecto?
-El anteproyecto, como toda obra, merece o admite la posibilidad de mejora y, de hecho, es en lo que estamos, ¿verdad? Hemos recibido ya comentarios. Ahora bien, parece bastante claro que ya desde antes había un posicionamiento del Pit-Cnt en un sentido contrario. Hubo declaraciones y Marcelo Abdala también había anunciado la posibilidad de hacer un referéndum. Todo eso sin conocer el anteproyecto. Me gustó la declaración de uno de los miembros del Pit-Cnt (N.d.R: Martín Pereira) que fue a la reunión que convocó el MTSS. Dijo que se habían ido con más dudas que certezas. Me pareció muy buena porque habían llegado con demasiadas certezas. También creo que pasan por alto un conjunto muy, muy amplio de ampliación y de nuevos derechos que prevé la ley. Tenemos claro que el tema de la suba de la edad jubilatoria, en general, nadie lo aplaude. No es una situación feliz. Ahora, sí creo que la sociedad está bastante más madura como para entender que, si tenemos una esperanza de vida en el orden de 20 o 25 años desde la edad jubilatoria, con 30 años de aportaciones es imposible sustentar eso. Creo que en materia de derechos, por ejemplo, se están salteando puntos.
"El Pit-Cnt pasa por alto un conjunto de nuevos derechos y ampliaciones que prevé la reforma”.
"Hay un procedimiento en el proyecto para que más sectores pidan exclusión al aumento de edad”.
-¿Cómo cuáles?
-Uno es la generalización del cómputo por hijo, y la innovación de la duplicación en caso de incapacidad severa. Otro es la posibilidad para las mujeres de que puedan sacar de la base de cálculo para la jubilación hasta dos años en el entorno del nacimiento de un hijo si hay una caída en el salario. También cambia el régimen de acumulación de servicios entre diferentes cajas. Hoy el régimen tiene un diseño muy, muy malo que lleva a que, si trabajas más, puedes cobrar menos. Y, si tienes dos trabajos, eso puede bajarte la jubilación en los dos lados. Eso lo cambiamos. A su vez, vamos hacia un esquema de universalización progresiva de un ingreso mínimo en la vejez. La idea es que reciban un adicional a la pensión a la vejez, que es prácticamente un 2% por cada año que pagaron. Otro punto es el suplemento solidario, que es muy importante porque quienes tengan jubilaciones de hasta $ 52.000 van recibir un adicional. Va a ser muy fuerte para personas de ingreso bajo y va a ir decreciendo a medida se llega a ese monto. Después está el retiro parcial flexible. Hoy hay alguna norma de retiro parcial pero que ha sido un fiasco. Planteamos que haya una reducción en la cantidad de trabajo en la jornada o en las horas semanales. Además, se autoriza al Poder Ejecutivo a que no necesariamente la pérdida tenga que ser exactamente la mitad.
-También se innova en lo que se conoce como jubilación activa, ¿no?
-Sí, se propone el envejecimiento activo: ¿por qué si la gente quiere trabajar no va a poder? En materia pensionaria estamos planteando que haya una equiparación de hombres y mujeres en las pensiones de sobrevivencia. Hoy en el ámbito del BPS, que es el mayoritario, la distinción es enorme. La situación del hombre está totalmente subprotegida en relación a la mujer. Después hay algún detalle más, pero que es muy menor, como que si el hijo beneficiario de pensión está haciendo estudios terciarios, se le mantiene la pensión hasta los 23 años. Alguien me decía que es discriminatorio para los sectores más humildes. Puede ser, la idea es destacar un poquito al que está haciendo estudios terciarios. Pero alguien lo leyó contra reloj.
-Dentro de la coalición el diputado Daniel Peña planteó correr de 1967 a 1974 el primer año de las generaciones afectadas. ¿Es posible? ¿Hay margen para cambiar ese parámetro?
-Vamos a esperar a ver cuál es el planteamiento que se haga en ese sentido. En verdad, son muy pocas las personas que están comprendidas en el cambio de edad propuesto. En 2027 son 5.400 individuos que van a tener que esperar un año. En 2028 son 5.500, en 2029 son 7.000, y me voy al final, en 2035, son 8.900. Después, de 2023 a 2035 va a haber unas 260.000 nuevas jubilaciones por vejez. De ese número, tres de cada cuatro no tienen nada que ver con esto. Se van a jubilar a las edades que se venía haciendo. Es muy poca la incidencia que tiene. Si dilatáramos empezar a mover hasta el año 74, es un cambio muy fuerte dentro del diseño.-Usted estimó que, si todo salía bien, la reforma se debería aprobar el año que viene. El expresidente Julio María Sanguinetti salió a su cruce para decir que tiene que ser este año. ¿Entiende que va a costar más tiempo?
-No hay discrepancia. La idea es la siguiente. La idea es que en agosto, capaz que alguna semana más, según cómo venga, se pueda cerrar esto; y en septiembre formular el anteproyecto y mandarlo al Parlamento. En la reforma del ’95 se envió en abril y la ley se promulgó el 3 de setiembre. Si hay un acuerdo político va a ser fácil.-Se criticó que la reforma no se encarga de la financiación y que no se propone una base redistributiva más justa.
-Esta reforma no se basa en que haya un déficit en el sistema y en la necesidad de que sea cubierto. Tiene el fundamento en la demografía y en cómo viene evolucionando el nivel de gasto que tenemos. Estamos con un nivel de gasto público de 11 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), que es el mismo que tiene España con una sociedad muchísimo más envejecida. Entonces, nuevos recursos al sistema parecen estar indicando que pensamos en otra cosa, en que lo que hay que cubrir es un desfinanciamiento. Y no es la idea. La estructura de financiamiento de la seguridad social que está planteada hoy es la misma que surgió de la reforma tributaria del 2008. Por supuesto que podrá haber oportunidades de cambiar, pero iría aparte.
-Se excluye al sector rural y el de la construcción en el aumento de la edad jubilatoria. ¿Se estudiaron otras actividades que se puedan sumar a ese grupo? Manini Ríos comentó la semana pasada que se le acercaron de la Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines.
-Está previsto que pueda haber más. Hay un procedimiento pautado en el anteproyecto: se establece un año de plazo para que se presenten y otro plazo para que la agencia reguladora evalúe el pedido y eleve una recomendación al Poder Ejecutivo. Ese período termina dos años antes de que empiece a regir el cambio en edades. En la ley se podría llegar a plantear nuevos casos pero hay que ser muy cuidadoso con eso. Tenemos las malas experiencias de leyes de bonificación que fueron a los sectores enteros, hasta los contadores y los gerentes. El Poder Ejecutivo entendió que son estos dos.
"La demagogia cruda no siempre paga"
-¿Lo desvela que no se apruebe la reforma?
-Existe esa posibilidad. Es un tema que siempre cuesta. Tengo toda la impresión de que nuestra dirigencia política y la de todo el país vienen percibiendo que hay un estado de ánimo más bien afín a que se apruebe y que la demagogia cruda no siempre paga. Tenemos un ejemplo bien reciente en el balotaje en Francia con la postura de Marine Le Pen. Además, hubo algunos pronunciamientos muy interesantes que hacen pensar que puede estar habiendo algún nivel de reflexión.
-¿A quién se refiere?
-Me refiero a los dichos de Danilo Astori, (Gabriel) Oddone, Fernando Filgueira, Gonzalo Zunino de Cinve. También (José) Mujica tuvo una intervención interesante. Sabemos que ha habido algunos pronunciamientos del Partido Comunista y el Partido Socialista, pero bueno.
Me parece bien que el Frente Amplio esté estudiando con detenimiento el anteproyecto, con un grupo de 25 personas abocadas a analizarlo. También es perfectamente comprensible que pregunten: “¿Qué van a hacer los socios de la coalición?” Creo que van a apoyar el anteproyecto. Darán sus aportes, normalmente.