LA MIRA PUESTA EN 2019
Lacalle Pou y Larrañaga de acuerdo en buscar coincidencias programáticas.
Se le conoce como el "despacho de los presidentes" y queda en el segundo piso del Palacio Legislativo. A él volvió ayer el dos veces ex-mandatario Julio María Sanguinetti para entusiasmar a los líderes blancos Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga con la posibilidad de armar un gobierno de coalición a partir de 2020.
En una reunión que duró poco más de media hora, Sanguinetti volvió a sentirse cómodo en el despacho que antes ocupó, que también alojara al expresidente Luis Lacalle Herrera y que hoy es el lugar de trabajo de Lacalle Pou. Tan a gusto que les trasmitió a ambos su idea de "construir una alternativa de cambio" en la sociedad desde el próximo gobierno.
En concreto los invitó a apoyar la idea de "sembrar la semilla de un eventual gobierno de coalición", sin "perder perfil ni independencia como partidos". Al final, él se declaró "muy colorado y muy batllista" pero seguro de que hay que trabajar a partir de las "coincidencias".
Para el exmandatario la oposición está "bien" en su postura sobre temas como la seguridad, la educación, la política exterior, mayor libre comercio, una política exportadora o en la crítica al alto déficit fiscal. Y que por ahí hay que transitar. Para él a partir de la sintonía en esos temas —aún no le llama agenda— los partidos "deben ir acordando, buscando caminos para ofrecerle al país la alternativa de cambio que se necesita".
En la reunión se habló de que el crecimiento económico que ha tenido el país en estos poco más de diez años no se ha aprovechado y que "hay decadencia social", por lo cual se debe "ir al rescate".
"Buena intención".
Sanguinetti pidió reunirse con Lacalle Pou y Larrañaga hace algunos días, pero solo ayer se anunció el encuentro. El expresidente volvió a convocar a los medios pocas horas después del lanzamiento del movimiento Batllistas y su enfrentamiento público con el sindicato docente ADES.
Al salir de la reunión aclaró que había participado "simplemente como ciudadano colorado y batllista" ya que hoy no tiene representación formal del Partido Colorado.
"Me pareció que esto era lo primero", respondió Sanguinetti, luego de decir que no tiene previsto reunirse con otros partidos de la oposición. Su planteo se basó en que la "semillita" que dice querer plantar apunta a que la ciudadanía "mire a la oposición como una fuerza constructiva que va siendo una alternativa" en la próxima elección. "La oposición sigue teniendo que ser oposición", enfatizó.
Sanguinetti descartó que hablar de coalición signifique "ir todos juntos". Al contrario, aclaró que "hay que entender que cada partido tiene su perfil y nadie habla de perderlo". "Yo les vine a decir que pienso que tienen que trabajar (los blancos) en esta dirección y que pienso que mi partido tiene que trabajar en la misma dirección", subrayó.
Acerca de la propuesta de Larrañaga para reformar la Constitución para aprobar medidas sobre seguridad pública, y la recolección de firmas en la que el líder de Alianza Nacional está embarcado, Sanguinetti dijo que no ha analizado aún si acompañará con su firma el pedido de reforma. Pero afirmó que "es una buena intención" y que la respeta. "Es la expresión de lo que el país está reclamando. Es un esfuerzo de buena intención. La gente que firme dice que quiere un cambio en seguridad", opinó.
En relación con esto, en Twit-ter el Frente Amplio ya inició su "contracampaña" a la recolección de firmas para reformar la Constitución que se denomina #YoNoFirmo.
Lacalle Pou se reunió ayer con el intendente de Florida, Carlos Enciso, quien apenas algunas horas antes adhirió con su firma a la campaña de recolección de firmas que promueve Larrañaga.
Los líderes nacionalistas tomaron con cautela la reunión con Sanguinetti. Ambos resaltaron la deferencia del expresidente de pedir el encuentro con ellos.
Para Larrañaga se tratará de "buscar caminos para generar entendimientos programáticos que el país necesita en temas como educación, políticas sociales, inserción internacional" entre otros.
Lacalle Pou advirtió que no se trata de elaborar "un programa común de gobierno" porque "a nadie escapa que vamos a competir, cada uno tiene su perfil". Pero sí podrían acordar "algunos ejes fundamentales", adelantó.
Y dijo que "es bueno escuchar la voz de la experiencia".
"Esto no solo tiene que ser Partido Nacional y Partido Colorado, (sino) algo mucho más amplio, con más partidos. Lo que viene no es cambiar una mitad por la otra. Es muy pronto para hablar de procesos electorales. Estas charlas donde ir masajeando estos temas son fundamentales", consideró.
Agenda.
Larrañaga le recordó a Sanguinetti que desde hace varios meses trabaja en lo que se denomina "Agenda para el Progreso" en la que se incluirá una lista de asuntos de interés nacional sobre los cuales luego buscar los acuerdos con el resto de los partidos.
En enero de este año, Larrañaga propuso que sea el Partido Nacional quien lidere la construcción de una agenda común con la oposición. En una carta enviada al directorio blanco y al echar a andar la idea, el líder nacionalista afirmó entonces que se debe comenzar a trabajar internamente en la construcción de una agenda común de "grandes temas nacionales" para luego trasladarla al resto de los partidos opositores.
Para el líder de Alianza Nacional, la agenda debe incluir temas como la educación, la seguridad, el empleo, el desarrollo del interior, la producción, la economía, salud y la inserción internacional. Larrañaga y Lacalle Pou competirán en las internas.
Se fue con un libro de Velázquez bajo el brazo
"Es un muy buen libro", respondió el expresidente Julio María Sanguinetti al agradecer el regalo que le hizo Luis Lacalle Pou tras la reunión en su despacho. Es "La política internacional en el pensamiento de Luis Alberto de Herrera", una obra con varias décadas de editada y que fuera escrita por Carlos María Velázquez, quien fue el representante de Uruguay en el Consejo de Seguridad de la ONU entre los años 1965 y 1966.
Puntos de vista.
"Presentamos hace meses la Agenda para el Progreso. Se trata de buscar caminos para generar entendimientos programáticos que el país necesita en temas que son clave como educación, políticas sociales e inserción internacional, entre otros".
"Hablar de coalición no significa ir todos juntos. Cada partido tiene su perfil y nadie habla de perderlo. Les vine a decir (a los blancos) que pienso que tienen que trabajar en esta dirección y que creo que mi partido tiene que trabajar en la misma dirección".
Esto no solo tiene que ser Partido Nacional y Partido Colorado, (sino) algo con más partidos. No debe ser cambiar una mitad por la otra. Es muy pronto para hablar de procesos electorales. Estas charlas donde ir masajeando estos temas son fundamentales".