El expresidente Julio María Sanguinetti destacó la capacidad del sistema político uruguayo de generar acuerdos y negociar entre diferentes partidos. En un conversatorio junto al exmandatario José Mujica, el dirigente colorado resaltó a Uruguay y bromeó con Argentina.
“Uno va a Buenos Aires y vuelve hinchado. Parece que somos una raza superior, algo extraño”, dijo Sanguinetti en la charla, organizada por el Semanario Búsqueda. “Además de hablar mano a mano tenemos que hablar en público porque la conciencia pública es fundamental”, añadió mientras Mujica asentía.
Luego dijo que en los momentos difíciles Uruguay “siempre ha sabido acordar y encontrar el camino”, recordando la crisis del 2002. Luego le dio un consejo a Álvaro Delgado, secretario de Presidencia, y a Yamandú Orsi, intendente de Canelones, que estaban sentados en primera fila: “En la política nunca la línea recta es la más corta entre dos puntos. Ese es el desafío del político. Siempre va a haber necesarios zigzagueos que va imponiendo la realidad. El tema es no perder el objetivo final. No perder la mirada en el largo plazo”, apuntó.
También llamó a no tener “esas pasiones refundacionales”. “Nadie se siente continuidad, todos se sienten el inicio de algo nuevo. Y todos somos una continuidad”, subrayó.
Ambos presidentes coincidieron en que Uruguay atraviesa un nuevo bipartidismo y de “grandes familias ideológicas” que se unen. “Por suerte existen”, apuntó Sanguinetti, que señaló que la fragmentación política es un “gran problema que lleva a la ingobernabilidad”.
Mujica advirtió sobre una “crisis de la representación” política e imagino un futuro con “pequeños gobiernos” divididos por área y regidos por un gobierno central. Apunto también que, si bien no cree en los gobiernos unánimes, que en Uruguay el dialogo “siempre dio frutos”.