Por Matías Garro
El senador del Partido Nacional Juan Sartori siempre se presentó como un outsider de la política. Ingresó a este mundo con una inusual campaña mediática que tenía como lema “¿quién es Juan Sartori?”. Así, con un fuerte impacto comunicacional, el empresario uruguayo se fue abriendo camino y en las elecciones internas de 2019 sorprendió al superar a Jorge Larrañaga en el Partido Nacional y quedar segundo en la contienda nacionalista, detrás del hoy presidente Luis Lacalle Pou.
Pero esa campaña que acumuló expectativas continuó luego en una carrera como senador que, en estos tres años, ha sido cuestionada en la interna de la coalición de gobierno por sus faltas y los pocos días que dedica a estar en Uruguay. Pues la mayoría de su tiempo lo pasa en el exterior, principalmente en Mónaco, en donde vive su esposa, Yekaterina Rybolóvleva, y sus hijos. Su lugar en el Senado usualmente es ocupado por su suplente, Juan Straneo.
A fines de noviembre de 2022, Opción Consultores presentó una encuesta sobre las preferencias presidenciales de los blancos, y allí Sartori recogió un apoyo del 9%. Claro que eso supuso un posicionamiento muy lejos del favorito Álvaro Delgado (44%), y también por debajo de la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón (15%), y la presidenta de la Departamental de Montevideo del partido, Laura Raffo (11%). Pero también había superado el 7% del ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, el 5% del ministro de Defensa, Javier García y del 2% del senador Jorge Gandini.
Fue algo que, entonces, dentro del sector de Sartori no pasó desapercibido. Porque en su entorno analizaron que ese 9% era “demasiado” si se tenía en cuenta que no había dado señales de pretender candidatearse otra vez.
Y no lo hizo por una razón: el senador ya advirtió a su interna que no va a ser candidato en las elecciones de 2024. Pero esto no quiere decir que vaya a dejar la política, porque está decidido a ser senador de la República en el próximo período legislativo.
En la búsqueda de un liderazgo que los represente, fuentes cercanas a Sartori indicaron que han mantenido conversaciones con otros dirigentes nacionalistas que tienen “proyección”, y que esto dejó “abierta” la posibilidad de generar una especie de “coalición intrapartidaria”.
Sería un bloque -tal como se proyecta- que estaría integrado por Sergio Botana (Mejor País), Carlos Camy y Guillermo Besozzi (Alianza Nacional), y Argimón. El objetivo de esta unión sería presentarse como una alternativa a las candidaturas que entienden que ya están definidas, la Delgado y la de Raffo.
Al respecto de esto último, a finales del año pasado Argimón dijo a El País que entendía que el Partido Nacional “crece si hay opciones”; y que aunque le parecía bueno que existieran “compañeros” que quisieran ser candidatos a nivel personal evaluaba que las candidaturas que se han marcado hasta el momento “representan tendencias de un mismo sector”. “No del paraguas, sino de un mismo sector dentro del paraguas”, dijo la vicepresidenta, en referencia justamente a Delgado y Raffo. En esa entrevista, la vicepresidenta opinó también que había “miradas del partido que están faltando” y que esa realidad -propiciada por la muerte de Larrañaga- le “preocupaba”. “Porque yo entiendo que esas miradas tienen que seguir existiendo. Entonces, me parece que no es solo querer ser candidato, sino definir ser para qué. En estos primeros seis meses del año voy a trabajar fuertemente para que esas miradas sean ponderadas”, declaró.
Parlamento
¿Cómo le ha ido a Sartori como senador, experiencia que plantea ahora repetir? No del todo bien, según indica el perfil de este novel legislador en la página oficial del Parlamento. Allí puede observarse que desde el 15 de febrero de 2020 a la fecha presentó 17 proyectos de ley, pero ninguno fue aprobado. De ese total, siete pasaron a la comisión correspondiente para su análisis y dos fueron archivados.
Legisladores del Partido Nacional dijeron a El País que un problema que tiene Sartori es que no cumple con la tarea habitual de todo legislador cuando pretende impulsar un proyecto, que es la de buscar consensos dentro y fuera del partido para lograr los apoyos necesarios. “Varios proyectos los presentó mientras estaba en el exterior”, criticó un legislador nacionalista.
El senador Straneo dijo a El País que esta situación no llega a generar “malestar” en el sartorismo, pero sienten que se hacen diferencias: “No logramos que los proyectos tengan el mismo tratamiento que tienen otros”. Agregó, asimismo, que el exprecandidato dejó desde un principio “muy en claro” cuál iba a ser su forma y su filosofía de trabajo. “Puede gustar o no, pero no se puede decir que no trabaja”, aseguró su suplente en la banca.
Un resumen de lo actuado fue compartido por el propio Sartori en sus redes sociales días atrás.
“El 2022 fue un año de mucha actividad”, destacó el senador.
Y enumeró varias iniciativas. Mencionó, por ejemplo, su propuesta de crear un hospital veterinario público para que puedan acceder “a un tratamiento veterinario de calidad”. También recordó un proyecto de ley para que las empresas estén obligadas a publicar en los llamados laborales el sueldo que van a pagar. y dar, así, “transparencia” en el mercado laboral.
Otra iniciativa destacada fue el proyecto que habilita a las personas a retirar cierto porcentaje de su jubilación generada para poder tener acceso a una vivienda o también abrir una empresa propia. También intentó que por ley se multe a las personas que tiran las colillas de cigarros a la calle.
Por último, el senador incluyó como parte de su trabajo haber levantado su mano para votar unas 40 leyes, entre ellas la de la Rendición de Cuentas, el Presupuesto, además de haber estado en “varias interpelaciones”.