Los basquetbolistas de Peñarol salieron a jugar anoche contra Aguada la quinta final de la Liga Uruguaya de Básquetbol en el Antel Arena con remeras que decían “No al racismo”. Estas finales serán recordadas, entre otras cosas, por la amenaza de Jayson Granger a Santiago “Pepo” Vidal,la acusación pública de racismo del primero contra el segundo, los cánticos de la hinchada de Aguada y el enfrentamiento de hinchas de Peñarol con la Policía. El racismo en Uruguay, que se manifiesta dentro y fuera de estadios vinculado a veces con el deporte, están en el foco por estas horas de organizaciones afro, la Federación Uruguaya de Basketball (FUBB), el Poder Ejecutivo y la Justicia.

La secretaria de Derechos Humanos de Presidencia, Sandra Etcheverry, planteará hoy las expresiones de racismo presentes en las finales de básquetbol ante la Comisión Honoraria Contra el Racismo, la Xenofobia y toda otra forma de discriminación. Luego de que la hinchada de Aguada le cantara “negro cagón” a Granger mientras tiraba al aro previo al inicio del partido del viernes, Etcheverry dijo a El País que la comisión emitirá un comunicado hoy y contactará a la FUBB para realizar planteos por los hechos ocurridos en el básquetbol. “La responsabilidad de quienes hoy estamos en Presidencia de la República es no permitir que estas cosas pasen”, agregó en referencia a actos racistas.

“No me había percatado que éramos tan racistas”, dijo ayer en radio Sarandí, en alusión a los cánticos y la cantidad de denuncias que ha recibido la secretaría que dirige desde 2022, la que pasó desde el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) a la órbita de Presidencia en enero de este año.

La Comisión Honoraria que tratará hoy el tema reúne a integrantes de los ministerios de Interior, Relaciones Internacionales, Desarrollo Social, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), MEC y tres referentes de la sociedad civil: uno de Mundo Afro, otro del Comité Central Israelita del Uruguay y un tercero de la Sociedad de Maestros Especializados del Uruguay (Someur).

La secretaria de Derechos Humanos, que preside la comisión, recordó que el pasado 29 de mayo la FUBB aprobó un nuevo código de disciplina que, en su artículo 108, estipula que “están prohibidos los insultos de la afición sin importar su destinatario” y “también está expresa y particularmente prohibidos los cánticos racistas o xenófobos y aquellos que hagan apología del consumo de estupefacientes o de la comisión de delitos”. Si esto ocurre, “deberá seguirse obligatoriamente el procedimiento descripto para suspensión del partido”.

El artículo 113 tipifica las sanciones si no se cumple con las prohibiciones. “Los jugadores, entrenadores, integrantes del cuerpo técnico y asistentes de equipo (serán sancionados) con la pena de suspensión de dos a seis partidos”, mientras que “la institución cuya afición fuera responsabilizada por insultos con la pena de multa de 4.000 a 12.000 Unidades Indexadas”, de $24.184 a $72.553, y “adicionalmente, se podrá imponer de forma accesoria la obligación de celebrar los partidos sin afición del equipo local de dos a cuatro partidos”. También estipula sanciones para “los oficiales de mesa”.

Foto: Estefanía Leal

Etcheverry reclama “que los códigos se cumplan” y que, si hay cánticos violentos, el partido se detenga, como plantea el artículo 108. Además, cuestiona que las sanciones sean solo económicas y propone que “también pase por la sensibilización, para que no naturalicemos lo que no se debe naturalizar”.

Por su parte, el presidente de la FUBB, Héctor Assir, informó a El País que el Comité Ejecutivo de la federación denunció ayer al Tribunal de Penas “los cánticos racistas” y “los incidentes” protagonizados por hinchas de Peñarol en el cuarto partido afuera del estadio de Aguada. Además, destacó que la FUBB emitió el domingo un comunicado en el que exhorta, junto a los gremios de árbitros, basquetbolistas y entrenadores “a disfrutar de las finales con respeto y aliento, sin insultos ni violencia de ningún tipo”.

A su vez, la presidenta de Mundo Afro, Verónica Villagra, lamentó que los árbitros no hayan intervenido ante los cánticos racistas. “Es un debe enorme de la gente que arbitró; los hacemos responsables de la no detención”, dijo a Tv Ciudad.