Redacción El País
El Senado declaró que “el régimen de Nicolás Maduro ha llevado adelante un fraude electoral que confirma la ilegitimidad de su gobierno, tanto por origen como por sus prácticas antidemocráticas”, y que “repudia los intentos de legitimar ese fraude, con complicidad, por parte de dirigentes y sectores políticos en nuestro país”, en alusión a expresiones de un dirigente del Partido Comunista del Uruguay que participó como observador de las elecciones del pasado domingo y al comunicado del MLN-Tupamaros. La oposición no dio sus votos para esta declaración, y una de sus legisladoras, Liliam Kechichian, catalogó el segundo punto de la manifestación como “una provocación directa” al Frente Amplio.

La declaración se aprobó con los votos del Partido Nacional, el Partido Colorado y Cabildo Abierto, y celebrada con aplausos por cinco personas que estaban en las barras. En contrapartida, la oposición impulsó otra moción —que no alcanzó los votos para ser aprobada— que “expresa que la jornada electoral transcurrió en paz” y “espera la publicación, por parte del Consejo Nacional Electoral, de la totalidad de las actas con los datos desglosados por mesa electoral, elemento fundamental para la transparencia, credibilidad y legitimidad de los resultados de la elección”.

La sesión fue convocada de forma “grave y urgente” a pedido del senador nacionalista Javier García “en virtud de la gravedad de los hechos que están aconteciendo en Venezuela” y ejemplificó:“Acaba de ser encarcelado el (ex) diputado Freddy Superlano en su casa por las fuerzas represivas de la dictadura de Maduro ; y no sería extraño que en las próximas horas sea apresada María Corina Machado y Delsa Solórzano”, a quienes definió como “las voces democráticas y de la resistencia de la mayoría del pueblo venezolano”. Horas más tarde consignaría que “jerarcas del chavismo acaban de solicitar el apresamiento del presidente electo Edmundo González Urrutia y Corina Machado”.

García acusó además al Frente Amplio de ser “cómplice de la dictadura del delincuente Maduro”, le pidió a la oposición “un poco de dignidad” y recordó que el gobierno venezolano rompió relaciones con la dictadura uruguaya cuando secuestraron a Elena Quinteros en la embajada venezolana. A su lado, la senadora blanca Graciela Bianchi llamó “traidores” a los frenteamplistas.

En respuesta, el Frente Amplio acusó a la coalición de gobierno, y en particular al Partido Nacional, de usar el tema con fines electorales, remarcó que el oficialismo nunca tuvo intención de negociar una declaración conjunta y mencionó nombres de dirigentes de partidos tradicionales que trabajaron para el gobierno de la dictadura uruguaya.

Foto: Francisco Flores

La mayoría de los senadores frenteamplistas se distanció tanto del comunicado de los tupamaros (que “saluda al pueblo venezolano que una vez más en un acto eleccionario ejemplar decidió continuar el camino de la paz junto al proyecto bolivariano de soberanía y justicia social”), como de los dichos del dirigente comunista Rony Corbo (quien fue observador de las elecciones y planteó que no tiene “ninguna duda del triunfo de Maduro en un resultado ajustado”). En la misma línea, el expresidente José Mujica dijo a Búsqueda que “no hay información creíble” y la exvicepresidenta Lucía Topolansky sostuvo a El País que “hay más preguntas que respuestas” sobre Venezuela.

El senador Daniel Caggiani (MPP) dijo que “es muy fácil hablar de la democracia en Venezuela y cuando te estás robando un departamento como Artigas, el más pobre del Uruguay, mirar para el costado y no decir absolutamente nada”, y agregó que “hay que tener autoridad moral para exigirle a los partidos políticos determinadas posturas”.

Foto: Francisco Flores