Senador pide "discusión científica" y evaluar proyectos de inversión en lagos de Parque Miramar

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Las familias que viven en las casas ubicadas en la calle lateral de Avenida Giannattasio tienen al lago Pesquero como patio trasero de su casa. Foto: Francisco Flores

POR CONTAMINACIÓN

Lozano resaltó que "se están vendiendo parte de esos lagos como si fueran terrenos (...), se construyen casas y edificios, algunos excedidos en altura, sin respeto del ordenamiento territorial".

En la media hora previa de la sesión en Cámara de Senadores este martes, el senador de Cabildo Abierto Raúl Lozano planteó su preocupación por la situación de contaminación en las lagunas costeras del Uruguay y en particular se centró en los lagos del Parque Miramar, para los que pidió "considerar el estudio técnico de los especialistas para instalar la discusión científica, trabajar con los vecinos, evaluar con responsabilidad la compatibilidad entre conservación y desarrollo de los proyectos de inversión de alto impacto para alterar lo menos posible el frágil equilibrio entre el ambiente y el territorio".

Lozano dijo que la cantidad y el estado de agua en las lagunas "preocupan por la relevancia ecológica" y acotó que "existen indicios de que las lagunas costeras están sufriendo eutrofización, que es un proceso de contaminación en lagos, posiblemente asociado al cambio en los usos del suelo, siendo las zonas urbanas y las correntías de las tierras agrícolas las dos principales fuentes de nutrientes".

Pero centró su exposición en las lagunas de la zona de Parque Miramar, Paso Carrasco, Ciudad de la Costa y Parque Roosevelt, que "surgieron como consecuencia de la extracción arena a mediados del siglo XX, como lagos artificiales creados por la infiltración desde la napa freática sobre un sustrato arenoso muy poroso". Dijo que hace un mes los legisladores que integran la Comisión de Ambiente las fueron a visitar, invitados por los vecinos y señaló que "la mayoría no cuenta con la conectividad hídrica superficial permanente con otros sistemas acuáticos".

"Si bien poseen un importante valor inmobiliario, la normativa departamental no establece más que un ambiguo interés para la conservación biológica, por lo que se plantea su gestión ambiental como un sistema integrado al contexto urbano con valor patrimonial. Se han reportado síntomas de una acentuada degradación ambiental desde la década del 80, con aumento de contaminación, con aumento de cargas de aguas cloacales, sustancias químicas, vertido directo de microplásticos y un sinfín de residuos, incluida la disposición irregular de sólidos, como escombros", agregó Lozano.

El legislador resaltó que "se están vendiendo parte de esos lagos como si fueran terrenos, se rellenan con escombros, se construyen casas y edificios, algunos excedidos en altura, sin el más mínimo respeto del ordenamiento territorial, siendo autorizados por la Junta Departamental, lo que aumenta la contaminación, la muerte de peces, de la biodiversidad y la armonía ambiental".

"A diferencia con las lagunas del este, que son cuerpos naturales, e interactúan con el medio circundante, los lagos artificiales que visitamos en Canelones son profundos, rodeados por el crecimiento urbano acelerado, con escasa conectividad hídrica, factores que repercuten sobre la calidad del agua de los mismos. Ocuparnos de estos espacios acuáticos nos obliga a planificar muy bien las intervenciones sobre los recursos naturales", sostuvo.

Lozano pidió que sus palabras sean enviadas al Ministerio de Ambiente, a la Intendencia y la Junta Departamental de Canelones, al Municipio de Paso Carrasco y a la Comisión de Parque Miramar.

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