El Frente Amplio le planteó este lunes al gobierno un gran "acuerdo nacional" destinado a la concreción de las obras que, a su juicio, son indispensables para abatir la situación de déficit hídrico que hoy afecta a Uruguay y que, a su juicio, serían viables si el Poder Ejecutivo deja por el camino uno de sus grandes proyectos en este sentido.

"Le pedimos al gobierno flexibilidad y amplitud de miras para convocar un diálogo nacional" planteó Edgardo Ortuño, el representante frenteamplista en el directorio de OSE. El objetivo, apuntó, es conformar un grupo en el que estén representados todos los grupos políticos y lograr así ese acuerdo que determine las obras prioritarias a realizar.

Al tope de las prioridades Ortuño colocó la postergada represa sobre el arroyo Casupá, que según sus cálculos hubiera aportado hoy unos 118 millones de metros cúbicos de agua que habrían solucionado las dificultades que hoy presenta el área metropolitana. Un proyecto que, recordó, está pronto desde 2020 para licitar.

Por otra parte, el jerarca remarcó la necesidad de concretar la proyectada represa sobre el arroyo Solís Chico, que a través de una nueva plata serviría para abastecer a toda la costa de Canelones.

Según Ortuño la inversión necesaria para realizar estas obras no llega a los US$ 150 millones que podrían financiarse con los "ahorros" que OSE podría generar si tomara en sus manos el desarrollo del proyecto Arazatí, también denominado Neptuno, para potabilizar agua del Río de la Plata, que el Poder Ejecutivo quiere poner bajo gestión privada.

El director frenteamplista reclamó en ese sentido que el gobierno elimine la participación privada en esa iniciativa y apueste a "respuestas concretas y probadas" para evitar que vuelva a ocurrir una situación de déficit hídrico como la que hoy vive el país.

Ortuño ratificó que según informes de OSE el pasado mes de enero ha sido el más seco en los últimos 40 años, siendo además el mes con menos lluvias de las últimas seis décadas.

La actual sequía, recordó, afecta a todo el país y golpea las fuentes naturales de abastecimiento, con lo la empresa se ha visto obligada a bombear agua desde lagunas y buscarla en el subsuelo.

Ante la Mesa Política Nacional, Ortuño ratificó que las reservas en la Costa de Oro, una de las zonas más afectadas del país -sobre todo entre Salinas y Parque del Plata- se agotarán en dos semanas si no llueve. En el embalse de Paso Severino, que abastece de agua al área metropolitana, el nivel de de reserva se ubica en unos 25 millones de metros cúbicos, cuando el caudal normal es de 67 millones, con lo que solo es capaz de atender menos de la mitad de la demanda normal. Ortuño sostuvo que se tuvo que recurrir al bombeo desde el río de la Plata a partir de la usina de Aguas Corrientes.